Paola Gárate, con un pie fuera del PRI
Ya se iba, pero sólo pospuso el adiós
Ayer corrió fuerte el rumor de que Paola Gárate Valenzuela, Diputada local y ex dirigente estatal priista, habría renunciado a su militancia en el Partido Revolucionario Institucional, lo cual no es más que el preámbulo de la ruptura tantas veces anunciada entre los grupos del tricolor que empiezan a pelear por las candidaturas que se definirán para las elecciones de 2027. La disputa que emerge cuando lo fundamental sería conseguir los votos para tener posibilidades de victorias, es incitada otra vez desde el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, orquestada por Alejandro Moreno Cárdenas.
Por esta ocasión el líder priísta en Sinaloa, César Emiliano Gerardo Lugo, hizo un adecuado manejo de crisis y evitó que Movimiento Ciudadano le quitara a la malagueña a quien, dígase lo que se diga, trabaja todos los días en las redes sociales para proyectarse ella y de paso imbuirle algo de oposición a un partido petrificado en su circunstancia de minoría política. El problema está en resolver cuánto tiempo se queda Paola Gárate en el PRI.
Lo que resultó después de la convulsión interna que experimentó el Revolucionario Institucional durante unas horas, en su particular mini jueves negro, es que Paola Gárate se queda en tanto logra una mejor negociación ya sea en su partido, en Movimiento Ciudadano o en cualquier otra sigla que le optimice la oferta. Al tronar negociaciones que sí sostenía con Sergio Torres, dirigente de MC, la misma legisladora tuvo que salir a decir el “siempre no” que se interpretó como “por lo pronto me quedo”.
De cualquier forma, la decoloración tricolor de Paola Gárate y la fallida mutación a la tintura naranja dejó a la vista de todos el divisionismo que tarde o temprano implosionará en el PRI de Sinaloa porque Alito insiste en repetir el capricho de 2021 cuando impuso a Mario Zamora Gastélum como candidato a Gobernador, con el resultado ya conocido donde no ganó el partido pero Moreno Cárdenas resultó beneficiado en sus intereses y canje de impunidades con el régimen de la Cuarta Transformación.
Hoy las cúpulas priistas nacional y estatal actúan con el mismo empecinamiento de las votaciones constitucionales de 2021 y 2024 que mandó a la lona al partido y por supuesto a sus cuadros estelares. De persistir aquella obcecación, el PRI podría transitar del actual desdibujamiento como Oposición en Sinaloa al borrado total derivado de que las bases perciban las reyertas intramuros que ahuyentan simpatías, arrasando con el trabajo político que atrae sufragios.
¿Quién sería la figura que impulsaría Alito como candidato a Gobernador? Hace cuatro años subestimó la aceptación que tenía Jesús Valdez Palazuelos en los priistas y algunos sectores del electorado y acudió al dedazo para darle la postulación a Mario Zamora. Frente a 2027 la única carta tricolor que jalaría adeptos es la de Paloma Sánchez Ramos y más allá de ella el priismo sinaloense carece de figuras de peso que den la batalla en las urnas electorales. Desde la Cámara Alta la legisladora construye un perfil y un proyecto inclusivo fincado en las ideas para el Sinaloa del próximo cuarto de siglo, lo cual la pone en primera línea del hándicap futurista y también la expone al fuego amigo que va a querer, ya quiere, tumbarla de tal posición privilegiada.
Quién sabe qué le ofrecieron a Paola Gárate ayer en el PRI para que apagara el fuego de la supuesta renuncia que corría como en reguero de pólvora, sin embargo, no fue la candidatura a Gobernadora que Movimiento Ciudadano sí está dispuesto a ofrecerle a manera de moneda lanzada al aire: ella tendría la postulación si por cuestiones de equidad de género la fuerza naranja tuviera que postular a una mujer, pero le correspondería a Sergio Torres en caso de determinarse que sea un hombre.
En el contexto de la gran desbandada que en 2024 sufrió el PRI cuando destacados militantes y líderes decidieron irse a la campaña de Claudia Sheinbaum, la entonces candidata de Morena a la Presidencia, procedió Paola Gárate a declarar que sólo se iban “los traidores y desleales”. Y ayer se desparramó fuerte la versión de que ella estuvo a punto de morder la misma zanahoria de la traición.
Pronto salió, detrás de ella, Sergio Torres a deslindarse del gran plagio que le quiso asestar al PRI. Así fue cómo cada cosa volvió al lugar que le corresponde, en un jueves que pintaba ser triste para el priismo y entusiasta para el emecismo.
Pocas ganas tiene de irse,
Ella que mucho se despide,
O que tarda en definirse,
Por cuál partido se decide.
Otros que andan tocando puertas después de ser desterrados de la tómbola del Movimiento Regeneración Nacional son Jesús Estrada Ferreiro, Luis Guillermo Benítez Torres y Gerardo Vargas Landeros, planteándose como perfiles que atraen la simpatía de electores decepcionados por el gobierno de la 4T que preside Rubén Rocha en Sinaloa. Los ex alcaldes de Culiacán, Mazatlán y Ahome vinculados a procesos judiciales los tres por desempeño irregular de la función pública le apuestan a la desmemoria del voto y los electores incautos que puedan seducir para prolongarle la vida a la partidocracia también desesperada por conservar sus registros. No se tarden, headhunters de PAN, MC, PVEM y PT, porque se los ganan.