Azúcar, la droga dulce (2 de 3)

MEDICINA DEL DEPORTE

    Amigo lector de Noroeste, el servir a la sociedad o contribuir para una sociedad con don de servicio para el progreso del País, es algo que no tiene precio, es difícil tener la razón absoluta (creo que no existe), pero cuando vemos que la sociedad progresa no con dádivas, sino con trabajo productivo y una buena administración es entonces cuando se puede decir “valió” la pena.

    En la alimentación primaria del hombre, los padres juegan un papel importante, que si se le confiere a otro esta obligación, o son papás a la carrera, no le dan la importancia y el tiempo necesario a la alimentación de calidad del niño, y lo hacen “al ahí se va”, dándole nutrientes de fácil “digestión” como son los azúcares. Bueno, pues prepárese para cosechar un “drogadicto a la droga dulce”.

    El azúcar acidifica el organismo. ¿Por qué?, éste tras su digestión y metabolización deja residuos ácidos (agua más ácido carbónico), esto debido a la ausencia de sales minerales en su composición. Estos residuos ácidos exigen al organismo una neutralización que llevará a cabo a costa de nuestras reservas minerales de los huesos. El consumo de azúcares en el hombre va a causar un terreno ácido, lo que ocasiona síntomas como falta de energía, sensación de fatiga, se predispone a resfriados, infecciones en general, osteoporosis, caries, piel seca y ser propenso a dolor sin causa aparente, en caso de que los ácidos no puedan ser neutralizados se producen irritaciones tanto de músculo estriado como liso, que se puede manifestar con prurito (comezón) e irritación.

    A todo este estado de acidificación contribuye el consumo diario de azúcares refinados (azúcar blanco, glass, etc.,) que no solo se ingieren al agregar azúcar a la leche formando un verdadero cóctel mortal, sino que está presente en muchos de los alimentos que nuestra sociedad occidental consume (galletas, refrescos, comidas envasadas, panes de molde, pasteles, bollería, embutidos, conservas, chocolate, cereales para el desayuno, yogures, salsas, zumos, etcétera). Esto hace que muchas personas (usted y yo) consuman cantidades excesivas de azúcar sin ser consientes de ello y con total desconocimiento de sus peligros.

    Una de las alteraciones del consumo de azúcar blanco y de harinas blancas es la pérdida de vitaminas del grupo B, calcio, fósforo, hierro y otros elementos nutritivos que salen directamente de nuestras reservas. Ese es el motivo o causa de caries dentales, no son solo las bacterias las que atacan a los dientes, lugares de almacenamiento de calcio, se debilitan al serles quitado el calcio desde dentro, y quedan por lo tanto más sensibles al ataque de las bacterias. Jamás la adicción de flúor y otros productos sintéticos al agua de bebida podrá igualar a la supresión del azúcar y otros alimentos refinados de la dieta diaria.

    Una de las causas de la fisiopatología de la osteoporosis es que cuando se consume azúcar en cantidad, en orina se da un aumento en la excreción de calcio. El calcio sale de los huesos para neutralizar los ácidos generados en la metabolización del azúcar. Los huesos se van debilitando y nos conducen a la tan temida osteoporosis.

    La solución no es beber más leche y más calcio, todo lo contrario, una buena alimentación desde jóvenes. Porque así como ve las caries, es el mismo efecto en los huesos, solo que ahí no se ve, pero al paso del tiempo sentiremos los efectos que produce el daño en hueso.

    El efecto de la “droga blanca” se da por la falta de fibras, vitaminas, minerales, oligoelementos, proteína, agua, esto conlleva a los famosos antojos “mordisquear” que a lo único que lo lleva es a la obesidad y todas las complicaciones que esta conlleva.

    En la alimentación primaria del hombre, los padres juegan un papel importante, que si se le confiere a otro esta obligación, o son papás a la carrera, no le dan la importancia y el tiempo necesario a la alimentación de calidad del niño, y lo hacen “al ahí se va”, dándole nutrientes de fácil “digestión” como son los azúcares. Bueno, pues prepárese para cosechar un “drogadicto a la droga dulce”.