Azúcar, la droga silenciosa (3 de 3)

MEDICINA DEL DEPORTE
29/06/2023 03:00

    Amigo lector de Noroeste, qué haría usted sin el azúcar, porque ésta cada vez es usada con más frecuencia, luego entonces por qué llamarle la droga blanca, droga dulce y droga silenciosa.

    Pues bien, si sabemos que el hombre es omnívoro (come de todo), donde en la alimentación diaria deben ser carbohidratos hasta un 60%, grasas hasta un 30% y proteína un 10%, esto en una dieta promedio, de estos porcentajes el carbohidrato el 90% debe ser no refinado y solo el 10% refinado (azúcar blanco, glass, etc.), las grasas de preferencia de origen vegetal, al igual que las proteínas, pues bien, usted en su alacena tiene azúcar moreno, mascabado o miel, porque si nos apegamos que el 90% de los azúcares que consumimos debe ser no refinado, el azúcar que se apega al ideal serían estos últimos, que estos también causan adicción sí, pero le cuesta más trabajo al organismo digerirlos, lo que los hace el azúcar a consumir.

    En la dieta vegetariana, el consumo de azúcar va a originar aún más una carencia relativa de nutrientes, por lo tanto, los vegetarianos que consumen azúcar enfermarán con más rapidez que los que comen carne y hacen lo mismo. Existen personas que no siendo vegetarianas consumen poca proteína animal y grandes cantidades de dulces de manera que también padecerán en mayor medida los problemas derivados del azúcar.

    Una dieta rica en azúcares favorece la infección por parte de levaduras (por ejemplo Cándida albicans), hongos, bacterias y parásitos. Algunos estudios señalan que la respuesta de nuestros glóbulos blancos disminuye en presencia de azúcar. La simple supresión del azúcar refinado permite a menudo terminar con las infecciones reincidentes o crónicas.

    El azúcar en el desequilibrio psicofísicas, el equilibrio del azúcar en sangre “glucemia” debe mantenerse en unos niveles estables a lo largo del día aumentando ligeramente tras la ingesta de comida. El azúcar blanco es absorbido muy rápidamente por el intestino delgado causando una rápida e intensa elevación del azúcar en la sangre (hiperglucemia), esta elevación del azúcar en sangre nos conduce a un estado de excitación física y psíquica. Pero cuando este aumento de glucosa disminuye (hipoglucemia), el individuo sufre de una depresión mental, cansancio físico, esto es común observarlo en personas que desayunan a base de azúcares, por lo que a media mañana andan buscando qué comer y si no lo hacen su rendimiento, estado de ánimo deja mucho que desear.

    Las personas consumidoras de azúcar (café, cereales industrializados, pan dulce y pasteles) mientras el páncreas esté funcionalmente bien, puede que no haya problema, pero cuando el páncreas se vuelve insuficiente se va a provocar una diabetes por estrés de este órgano. Cuando va degenerando los mecanismos reguladores del metabolismo y agotando el sistema nervioso, esto conduce al cansancio, irritabilidad, agresividad y debilitamiento general, es por esto que las comidas y principalmente el desayuno debe ser a base de alimentos naturales (lo menos industrializados) que no aumenten la glucemia tan rápidamente, y así no sufrir el “vacío” de media mañana lo que también prevendrá enfermedades futuras.

    El azúcar se considera una verdadera droga, ya que tiene innumerables efectos tóxicos producidos por los agentes químicos como aditivos, pesticidas y demás contaminantes podrían llegar a ser poco comparables a los producidos por el azúcar blanco debido a la cantidad que de él se consume.

    Como muchas otras toxicidades, esta no sería aguda sino crónica y en el tiempo. El usar el azúcar como “matahambre”, se estará entrando en un círculo vicioso y cada vez será mayor la cantidad de azúcar que necesitaremos para reponernos por lo que es necesario abandonar esta práctica, y centrarse a una dieta equilibrada, lo que lo llevará a una mejor calidad de vida.

    Amigo lector de Noroeste, qué haría usted sin el azúcar, porque ésta cada vez es usada con más frecuencia, luego entonces por qué llamarle la droga blanca, droga dulce y droga silenciosa.