"Debuta Carlos Carrillo como titular"
Carlos Carrillo
Delantero de Dorados
El pacto estaba hecho. La noche del viernes fue "firmado" en el hotel de concentración por Edwin Borboa, César Morales y Carlos Carriilo.
Lo acordado era que si uno de los tres le anotaba gol al Necaxa, se reunirían en la zona de calentamiento, juntos a los jugadores suplentes y festejarían con una baile.
Eso fue de lo más importante que ocurrió en la noche previa al debut con el primer equipo de Dorados del joven delantero llegado de Los Mochis.
"Un poco ansioso (por jugar), platicando con mis compañeros de cuarto, Edwin (Borboa), con César Morales, platicando si uno de los tres hacíamos gol cómo lo íbamos a festejar y salió que íbamos a bailar y les tocó marcar a ellos y ahí bailamos", comentó Carrillo Gil al termino de su primer entrenamiento ya como todo un jugador de la Liga de Ascenso.
¿Qué tipo de baile fue?
"Naaa... cualquier cosa, ahí lo que saliera".
El proceso de Carlos Armando en Dorados duró 24 meses. El mochitense llegó de 21 años porque se encontraba en Guadalajara.
"Estaba jugando con la Universidad Panamericana", recordó, "es nivel universitario, parecido más o menos al profesional, pero sin llegar a eso".
"Pero siempre me quedó la 'cosita' del futbol profesional y es ahí cuando me sale la oportunidad de llegar a Mochis. Hablo con mis papás y les digo que ahí está la oportunidad, que si qué hago, y me dicen 'haz lo que a ti te guste, lo que te mueva' y fue ahí que agarré la oportunidad".
Pero reconoció que no fue fácil tomar la decisión de hacer a un lado la beca y dejar la carrera de Contabilidad, la cual cursaba el cuarto semestre.
"Sí es difícil porque estás estudiando, estás en una carrera, pero quería jugar futbol profesional. No son decisiones fáciles, pero creo que tomé la decisión correcta", aseguró.
En la Segunda División estuvo cuatros torneos con Dorados Mochis, donde consiguió un campeonato de goleo, por lo que se ganó un lugar en el primer equipo.
Pasaron los días y siempre utilizaba la casaca de los suplentes. Así aguantó 12 jornadas del Torneo Apertura 2009, hasta que el martes 27 de octubre, el técnico Ricardo Rayas lo colocó con los titulares.
"Estuvimos trabajando desde el martes, el interescuadras del miércoles y el jueves otra vez nos pusieron (en el cuadro titular) y habló conmigo el entrenador". rememoró.
Entonces llegó su primer viernes de concentración. En el hotel olvida el nerviosismo por el debut platicando con Edwin Borboa y César Morales.
"Ellos me iban diciendo cómo se iban a dar las cosas, que tratara de agarrar la pelota, que estuviera tranquilo, que las cosas se iban a dar solas", contó Carlos Carrillo, "eso me sirvió de mucho, traté de agarrar lo bueno que me dijeron".
¿Durmió tranquilo el viernes?
"La verdad no. Llegan las 12 (medianoche), la una y estás pensando en el partido, en un estadio lleno, pero te vas calmando platicando con gente de experiencia".
Pero no fueron los únicos que hablaron con él en las horas previas del partido ante Necaxa.
"Hablando por teléfono con ellos (papás), que también estaban muy contentos porque se me iba a dar (el debutar con el primer equipo), me dieron el apoyo y la tranquilidad de que toda mi familia iba a estar conmigo", compartió el delantero de 23 años.
Y sí, en el estadio estuvieron sus papás y unos tíos que hicieron el viaje desde Los Mochis.
¿Cómo se sintió durante el partido?
"Muy bien, tratando de pedir la bola, de agarrarla, no se me presentó ninguna, pero creo que hicimos las cosas bien, lo importante fue que se ganó y más un partido como fue el de Necaxa, que teníamos que ganar para seguir aspirando a calificar y se dio".
Con lo demostrado el sábado, ¿siente que se ganó otra oportunidad de ser titular o de ser tomado en cuenta para los próximos partidos?
"Sí, claro, hice lo que me pidió el entrenador, tratar de agarrar la bola. Y si se me da otra oportunidad trataré de aprovecharla al máximo y si no, pues esperarla igual. Pasaron 12 fechas en las que no me desesperé y llegó, hay que estar tranquilos".
Como tranquilo estuvo la noche del viernes, cuando se "firmó" el pacto entre él, Edwin Borboa y César Morales, quienes acordaron que si uno de los tres le anotaba gol al Necaxa, festejarían con una baile.