"El Fanático"

"Vulgaridades"
08/11/2015 09:34

    Cines de Cuarta. La columna del viernes la dedique casi entera a la película "Un Sueño Posible", que cuenta parte de la vida de Michael Oher, jugador de la NFL. El sábado fui a verla y tuve el mal tino de elegir los MM Cinemas de Forum, donde la secuencia inicial fue puesta en formato equivocado, perdiéndose la oportunidad de que muchos entendieran más del tema de la película.
    Al final, para no variar, no nos dejaron ver las fotos que acompañan a los créditos, que muestran más de la vida del jugador, sobre todo cuando va al draft y debuta en la NFL. Era más importante barrer la sala que respetarnos permitiéndonos ver la obra completa. El gerente ante mi reclamo dijo que arreglarían el asunto pues ya tenían varias quejas, por lo que me pregunto: ¿ya completarían el mínimo requerido para hacer algo? Ojala, pues no me vuelvo a parar ahí ni aunque me paguen, así que ya no podré aportar.

    Televisión de Cuarta. El sábado en la transmisión de la pelea de Carlos Cuadras en Televisa, Eduardo Camarena mandó saludos a Guamúchil, Guasave y la Guamuchilera como el lugar de origen del peleador citado. Para él los tres sitios eran lo mismo. Lo menos que se espera de un cronista deportivo es certeza, pero parece que el sentido común no es parte del criterio de las televisoras para elegir a su personal. Ni hablar del Doctor Morales, que cada semana parece padecer más fuerte el síndrome de Alzheimer, pues se le olvida qué pelea esta narrando, si así se le puede decir a lo que hace.
    Durante la transmisión de un partido de NBA el domingo en TV Azteca, Enrique Garay mencionó que los tenis de un jugador parecían los del "chapu", y Rafael Ayala "aclaró" que no eran los del "chapo", a lo que Garay contestó que él había estado una vez en Badiraguato. Si el deporte aleja de las cosas negativas, este par invitó a cientos de niños a preguntar quién era el "chapo". Mostraron un enorme mal uso del sentido común.
    Más adelante, Garay hizo énfasis en la nacionalidad israelí de Omri Casspi, jugador de Sacramento. Y remató diciendo que dos israelitas que habían estado en su empresa ya se habían ido y antes habían dado mucha lata. Se refería, al menos en un caso, a David Faitelson, nacido en Israel, de nacionalidad mexicana y judío de religión.
    Ser israelí, mexicano o lo que sea, no determina calidad humana, y por algo así en algún país civilizado, Garay estaría suspendido. Además, pensar que ESPN no es mejor destino para un comentarista deportivo que la televisión abierta mexicana es dejar dudas de su inteligencia. Y Faitelson, aún cuando no me gusta su trabajo, es más periodista que su detractor por mucho.
    Luis García puso la cereza en el pastel cuando en la transmisión del partido Santos-Puebla dijo que la competencia (¿será Televisa también palabra prohibida en TV Azteca como es mencionar a José Ramón Fernández y los otros que se han ido?) había tenido que llevar a Antonio de Valdés, y que pronto llevaría a Adal Ramones, a las transmisiones de la selección mexicana para levantar su rating.
    Si TV Azteca le ha ganado a Televisa, que bueno, pero no es papel de un comentarista tratar ese tema, y menos jactarse, como lo hizo después, de la necesidad de traductor para Jorge Campos, a quien la publicidad y TV Azteca han hecho injusto homenaje por su incapacidad para hablar español básico, enviando un mensaje claro: hablar bien no tiene importancia.
    Lo peor es que estas personas son parámetro para cientos de jóvenes, que creen que ser comentarista deportivo es pasar por alto que primero hay que ser periodista, tener cultura general, hablar bien, escribir bien y muchas cosas más. La superficialidad al extremo.
    Hasta el viernes. Gracias.
    Email: gerardo.osornio@gmail.com