"Entre circo y maromas"

"Asisten jugadores Dorados al espectáculo, del que Gradito se lleva un beso de recuerdo"
06/11/2015 06:37

    Bien dicen que uno nunca deja de ser niño y, si no creen, pregúntele a los Dorados.
    Ya todos sabían que la cita era a las 6:00 horas en la entrada del Circo Rolex. Daniel Osorno, David Cavazos y Luis Alberto Padilla fueron los primeros en llegar.
    Acompañados por amigos y amigas, otros con sus novias y algunos con sus esposas e hijos estuvieorn en la cita.
    Jonathan Prado, Aldo Polo, César Morales, Lucas Silva, el masajista Carmelo Franco, el entrenador de porteros Guillermo Valadez y hasta Arturito, uno de los utilero, llegaron después.
    También llegó Tomás Adriano y su familia, pero se tardaron en entrar, ¿porqué?, porque Tomás, su hijo, no quería meterse al circo porque le tenía miedo a los payasos.
    Después arribaron David Henríquez y sus hijos; Héctor García, director deportivo de Dorados, y Guillermo Hernández, con su familia.
    Al entrar a la gran carpa, lo primero que se ve es la fuente de soda, rodeada de una gran galería fotografía del circo Rolex y en la cual presumen el triunfo de Francesco, "Súper Boy", quien participó en el reality shsow Los 5 Magníficos.
    Vestido con su traje de gala, Apolo anunció la tercera llamada para dar comienzo con el show y para eso, Aldo Polo se compró unos hots dogs.
    Las luces se apagaron y todos dirigieron sus miradas hacia arriba. Eugenio y Elizabeth hacían sus primeras maromas. En eso, se escuchó un redoble para dar paso al doble salto mortal y arrancar los primeros aplausos de los jugadores.
    Luego de algunas maromas de Moisés, aparecieron los payasos Pitutos. César Gradito fue de los que más se divirtió con ellos porque también son argentinos.
    Pero no fue así para el hijo de Tomás Adriano, quien por ningún motivo quería acercarse más y vio los primeros actos desde el pasillo principal.
    Un trampolín anunciaba la llegada de Francesco. El "Súper Boy", su fama de ser el ganador en un programa del "Canal de las Estrellas" y el salto triple mortal hicieron que los hijos de los futbolistas le presentaran atención a sus piruetas.
    César Morales le indicaba a sus pequeños, César Luis y Michel, que miraran al techo porque era el turno del peruano Luigui Latino, el "Rey del trapecio", pero ellos, al igual que los hijos de Henríquez, Gradito y García se emocionaron aún más cuando vieron en escena a Bob Esponja.
    El intermedio llegó y Lucas Silva aprovechó para ir por una botella de agua, Renato Rivera compró nachos y refrescos, Henríquez y Gradito fueron por palomitas.
    La segunda parte comenzó con las actrices vestidas de policías. "De esas policías ocupamos en el estadio", dijo Daniel Osorno.
    La expectación llegó con los tigres blancos de Las Vegas, domados por Mickey Rolex. "Paulina", "Luis Miguel" y el resto de felinos pasaron por el aro de fuego.
    Las carcajadas volvieron con los Pitutos, ahora con su concierto de armónica. Mientras uno quería hacer sonar este instrumento, el otro no lo dejaba y así siguieron hasta que uno de ellos, al sonar una canción de Juan Gabriel, se le cayó el uniforme de policía.
    Traía puesto un traje de bailarina. El personaje con maquillaje excesivo y peluca llamativa corría como loco (o loca) entre el público y llegó hasta el lugar de César Gradito, se sentó en sus piernas y le plantó tremendo beso debajo de la oreja, que acrecentó las risas entre sus compañeros.
    Para los jugadores, eso valió la ida al circo. Después se presentaron Tarzan, los hermanos Rolex y sus caballos percherones, encabezados por Francesco.
    El espectáculo duró 2 horas y los jugadores se tomaron una foto con un tigre blanco, Súper Boy y Tarzan.