Amigo lector de Noroeste, el lesionarse ramas o terminaciones nerviosas ya sea por traumatismos o poscirugía, es un evento cotidiano. El darse cuenta o sospechar de esta daño, y junto con la experiencia de profesional de la medicina puede este tomar sus precauciones para su manejo por medicina un mejor pronóstico en el funcionamiento posterior a daño, el cual puede ser a músculo y nervio. En la actualidad existen muchos profesionales de la medicina (médico de terapia física y rehabilitación, terapia física, fisioterapeuta, enfermería, etcétera), quienes tienen un papel específico en su función (recuerde no existe el todólogo), y si cada quien actúa de manera ética y profesional, el único que saldrá avante y con el mejor pronóstico será el lesionado.
El hablar de neurodinamia es saber que es una técnica que aborda alteraciones del sistema nervioso periférico, trabajando sobre su capacidad de soportar tensiones. Esta movilización neural está basada en el movimiento y puede ser aplicada manualmente o a través de ejercicio, donde el nervio se moviliza en relación a las estructuras adyacentes. La intervención puede ser realizada con el objetivo de reducir los síntomas o como valoración de la mecano sensibilidad de un nervio específico a un movimiento. La afectación de los nervios periféricos disminuye el umbral de dolor por una mecano sensibilización que surge a raíz de una inflamación de la raíz nerviosa o de un tramo nervioso. Esta alteración da como resultado una respuesta dolorosa a la provocación mecánica del tejido nervioso.
Las maniobras de movilización neural son técnicas que producen cambios mecánicos específicos en el sistema nervioso, que se traducen en cambios fisiológicos que ayudan a minimizar los síntomas. El personal médico en esta área de rehabilitación debe de ser un experimentado en la anatomía del sistema nervioso para conocer el recorrido del nervio y poder así ejecutar la secuencia de movimiento necesaria para poner la estructura bajo un estrés mecánico y aislarla lo más máximo posible.
La neurodinamia se divide principalmente en dos formas de aplicación según la manera de poner en tensión la estructura nerviosa: movilización por deslizamiento y movilización en tensión. El profesional de la medicina debe ser capaz y conocer arcos de movimiento articular, ya que este daño, aunque sea a la raíz nerviosa, va a involucrar músculos y tendones y si sabemos que algunas estructuras musculares son biarticulares luego entonces la movilidad debe ser indolora o con dolor soportable.
Movilización en deslizamiento. Se aplica una fuerza longitudinal en un extremo mientras se libera tensión desde el otro. Este tipo de técnica tiene un mayor efecto sobre el dolor y movilidad entre planos de tejido.
Movilización en tensión. Maniobra que busca estirar el nervio afecto traccionado desde los dos extremos al mismo tiempo, esta acción tiene repercusiones positivas sobre las capacidades viscoelásticas y fisiológicas del nervio. El trabajo neurodinámico puede ser pasivo, activo asistido o completamente autónomo por parte del paciente. Es importante que el paciente quede con “tarea”, para el resto del día, ya que el fisioterapeuta estará presente un corto tiempo, pero durante el día el paciente debe hacer ejercicio “parecido” al tratamiento que el profesional hace. Es por esto que el profesional de la medicina tiene que educar al paciente sobre la técnica, y éste pueda realizar los movimientos de manera activa y con el menos dolor posible.