Osteosarcoma

MEDICINA DEL DEPORTE

    Amigo lector de Noroeste, los seres vivos, entre estos el humano, son seres tan complejos en su modus vivendi, que los diferentes investigadores han hechos tantas investigaciones que es posible que necesitaríamos “varias vidas”, y tener decisión para leerlas y otro tiempo para entenderlas y creo que ni así estaríamos conformes de por qué los seres vivos tienen su desarrollo. En el caso del humanos, su desarrollo y crecimiento para que sea fisiológico tienen que intervenir varios factores, y cuando este desarrollo es patológico también se deben tomar en cuenta las causas que llevan a las diferentes alteraciones en el sistema músculo esquelético y otros órganos y sistemas, estas alteraciones entre más pronto se descubran y se les dé el manejo adecuado será mejor el pronóstico.

    En el caso de osteosarcoma, este es el tumor maligno de hueso, es más frecuente en niños, tiene un pico de incidencia en la segunda o tercera década y muestra preponderancia por el sexo masculino. El sitio principal de los osteosarcomas es el extremo de crecimiento de los huesos largos, particularmente en rodilla. Esto debe poner en alerta a los padres de familia, que si su hijo estas en desarrollo y crecimiento (más en el hijo varón), y se queja de dolor en rodilla o en la pierna, o aparece alguna “bolita”, llévelo a revisión médica y se haga el diagnóstico de certeza así como el manejo adecuando, y si esto se da en el varón dele seguimiento.

    Hay varios subtipos histológicos, incluyendo osteoblástico, fibroblástico y condroblástico. El osteosarcoma puede clasificarse también de acuerdo al sitio (intramedular o central, perióstico, paróstico), que ha mostrado tener implicaciones de comportamiento biológico. El diagnóstico se basa en identificar la producción de osteoide por las células neoplásicas. Los síntomas principales son dolor y/o una masa cerca de una articulación. Se debe poner atención a la lesión después de traumatismos leves, que en el pasado dieron lugar a la suposición equivocada de que el traumatismo era el factor etiológico. La proximidad estrecha a una articulación, la extensión a la articulación o la fractura patológica pueden asociarse a derrama articular y disminución del rango de movimiento.

    El osteosarcoma paróstico es una variante de bajo grado del osteosarcoma que deriva de la superficie del hueso. Se sitúa típicamente en la superficie posterior del fémur distal y se presenta como una masa de crecimiento lento en la fosa poplítea. Hay pocos síntomas; de hecho, puede ser un hallazgo incidental después de un examen por otro problema. Cuando el tumor se vuelve palpable, es moderadamente palpable grande. Macroscópicamente, el tumor se origina en la corteza y crece a los tejidos blandos, y una pequeña proporción de casos muestra afección de la médula.

    El condrosarcoma es la neoplasia maligna ósea en tercer lugar de prevalencia. Puede originarse también en un cambio sarcomatoso de un tumor cartilaginoso benigno como el osteocondroma o el encondroma. El condrosarcoma ocurre en un grupo de edad mayor que el osteosarcoma. Los sitios frecuentes de condrosarcoma primario incluyen el fémur proximal y distal, la tibia proximal y el húmero proximal.

    Sintomatología, la manifestación principal es el dolor continuo; ocasionalmente se observa una masa, el condrosarcoma histológicamente se identifica por la síntesis desorganizada y el arreglo de la matriz del cartílago, la presencia de condrocitos multinucleados y figuras mitóticas.

    Diagnóstico, este se realiza por la clínica, además de estudios radiográficos y tomografía computarizada, en el osteosarcoma la radiografía simple una lesión cortical exofítica densamente esclerótica. Puede haber una delgada separación entre la masa y el hueso subyacente. La tomografía computarizada es útil para demostrar la extensión de la afección ósea, puede verse fácilmente el delgado espacio característico entre la masa y la corteza. La resonancia magnética también aporta datos importantes para un manejo adecuado.

    Tratamiento, en el manejo de estas tumoraciones malignas a hueso, el médico tratante (oncólogo/traumatólogo) se debe trabajar en equipo ya que de acuerdo al diagnóstico, se puede iniciar con quimioterapia y la posterior cirugía y seguimiento.

    En el caso de osteosarcoma, este es el tumor maligno de hueso, es más frecuente en niños, tiene un pico de incidencia en la segunda o tercera década y muestra preponderancia por el sexo masculino.
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