"Recibe a Jesús en su corazón Lola Carrillo Leal"

El homenaje póstumo que el pueblo rosarense brindó a la desaparecida cantante Lola Beltrán fue el motivo fundamental para que su hija, María Elena Leal Beltrán, presentara a su hija Lola en el Santuario de Nuestra Señora de El Rosario y se realizara allí el primer encuentro entre Jesús y la preciosa niña.
Una vez más, entre plegarias y emotivas alabanzas, el presbítero Filemón García Bernal suscitó un gran milagro en el banquete eucarístico, pues de las esencias del vino y el pan extrajo el cuerpo de Cristo y lo depositó en el corazón de la pequeña comulgante.
Lola, quien lucía radiante de emoción, fue acompañada de sus padrinos, Ana María Manjarrez Crespo y Francisco Javier Luna Beltrán, y vivió intensamente la sublimidad de tan grato encuentro.
María Elena Leal Beltrán junto a su hijo Mauricio oraron en todo momento, confiando a Dios y a su madre, Lola, el buen destino cristiano de su hija.
Los presentes no pudieron ocultar su contento al apreciar en el rostro de la hija de Lola Beltrán una expresiva felicidad, producto de la estrecha relación que tiene con la Iglesia, en el lugar que eligió para residir dentro de la Unión Americana.
Al salir de allí rezaron en la morada de la desaparecida cantante y luego se trasladaron a la residencia de doña Jovita Fitch de Crespo.
Ahí se reunieron muchos amigos para celebrar la primera eucaristía de Lolita, y por la noche, su madre María Elena le dedicó su cantar, que en ese momento, Lolita la compartió con los miles de rosarenses reunidos por su madre y su abuelita, doña Lola Beltrán.