"200 años de la Catedral"
MÉXICO (UNIV)._ Arte, historia y religión conviven en los diversos espacios y rincones de la Catedral Metropolitana.
"Poco a poco, ella te va revelando cosas", dice Teresa Bermúdez, guía oficial de ese recinto hace 18 años.
Dos siglos han pasado desde su culminación oficial y a lo largo de su historia, incluso desde los inicios de su construcción en el Siglo 16, esta joya arquitectónica ubicada en el corazón de la Ciudad de México ha acumulado en sus muros, capillas, naves, rincones y espacios restringidos una invaluable y única riqueza artística y cultural.
Algunas de sus 14 capillas, como la de San Felipe de Jesús, considerada una de las esculturas mejor elaboradas en Iberoamérica, reúnen en un solo espacio testimonios de fe, ejemplos únicos de arte sacro y detalles que remiten a diversas épocas de México.
En una cruz relicario montada en el retablo principal de esa capilla se alcanza a apreciar una astilla de San Felipe de Jesús, el primer santo mexicano, mientras que en una urna, ubicada en una de las portadas laterales, yacen los restos de Agustín de Iturbide. Ahí también se conserva el corazón de Anastasio Bustamante y el trono que Iturbide ocupó durante su coronación como emperador de México en la Catedral Metropolitana, en 1822.
"Es una capilla muy representativa porque hay arte, historia y religión, que es lo que caracteriza a la Catedral", destaca Teresa Bermúdez, durante un recorrido por esta emblemática obra que tardó 240 años en ser construida.
Las historias y relatos que surgen en cada rincón de la Catedral remontan a diversas épocas de México. Sus tesoros, por más pequeños que parezcan, aparecen por todos lados. Es el caso de las reliquias que se pueden ver en diversas áreas de la Catedral, como las de la Capilla del Santo Cristo y de las Reliquias.
"Es una de las de mayor veneración porque aquí se resguardan reliquias de santos y mártires que enviaron desde Tierra Santa a la par de la construcción de la Catedral", relata Teresa Bermúdez mientras recorre este pequeño espacio que sólo abre sus puertas al público el 1 y 2 de noviembre.
En los retablos de esa capilla se conservan diversas reliquias, entre ellas, una milimétrica astilla atribuida a la cruz de Cristo, así como los restos de San Vital de Milán, el patrono de los estudiantes. La devoción que los jóvenes profesan hacia este mártir italiano se observa en los diplomas, reconocimientos y agradecimientos con escudos de distintas universidades que yacen al pie del altar que sostienen la urna con sus restos.
Pero las reliquias que se conservan en esta capilla son apenas una pequeña muestra de las miles que resguarda la Catedral, precisa Teresa Bermúdez.
Arte novohispano en un solo espacio
A unos pasos de esa capilla, en la Sacristía, un espacio restringido al público, el edificio resguarda uno de sus más valiosos tesoros artísticos: los óleos de los grandes pintores novohispanos Cristóbal de Villalpando y Juan Correa.
"Este espacio se distingue porque tiene las mayores obras de arte que hay en Catedral", destaca.
Además de los testimonios de fe, las piezas históricas y los vestigios prehispánicos sobre los que fue construida, los cuales se pueden ver en el sótano, la Catedral Metropolitana destaca por su calidad artística. Al mezclar los diferentes estilos que se desarrollaron en los 240 años que duró su construcción, este recinto resume la historia del arte novohispano, indica la historiadora Martha Fernández, especialista en arquitectura novohispana.
"Fue la que influyó en el desarrollo artístico de la Nueva España. Se puede decir que la Catedral resume la historia del arte novohispano desde el manierismo hasta el neoclásico, pasando por supuesto por el barroco", detalla la investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
Influencias de arquitectos
Entre los 20 arquitectos que participaron en la construcción de la Catedral, es fundamental la huella de Manuel Tolsá, quien además de concluirla oficialmente, incorporó elementos importantes en la estructura. Entre otros, indica Fernández, el doble casquete de la cúpula que le dio mayor altura, una esbelta y hermosa linternilla que aumentó la luminosidad interior del crucero, así como las tres esculturas que representan las virtudes teologales (Fe, Esperanza y Caridad) que rematan la portada del Altar del Perdón.
Para esta obra, que junto con el Palacio de Minería es uno de los ejemplos cimeros en la obra de Tolsá, el arquitecto valenciano logró imprimir un carácter unitario a esta construcción, asegura la historiadora Elisa García Barragán, una de las especialistas en la obra de Tolsá.
Por todas esas historias, detalles y elementos que contiene, la Catedral Metropolitana sigue siendo la obra artística más importante de México, y por lo tanto, un espacio obligado, tanto para los creyentes católicos, como para los interesados en la historia y el arte.
DE FIESTA
Las actividades para conmemorar los 200 años de la Catedral Metropolitana inician hoy y concluirán el 28 de noviembre. Habrá conciertos, recorridos culturales y una exposición fotográfica.
EL PROGRAMA
Celebran con música, teatro y exposiciones
*Los festejos inician hoy con una misa especial y un concierto de órgano.
*Mañana, las campanas de la Catedral ofrecerán un concierto.
*Dentro del festejo destaca también la ruta ciclista Tolsá, que inicia el 25 de agosto y termina en noviembre. Se realizará los últimos domingos de mes y partirá de la Plaza Tolsá a las 10:30 de la mañana.
*El 24 de septiembre se abrirá una exposición fotográfica sobre la Catedral.
*Todos los miércoles de septiembre hasta noviembre habrá funciones del Teatro Voces de Catedral.
*Entre los conciertos están el que ofrecerá el Coro de Madrigalistas del INBA, el 10 de noviembre, y el de clausura, con juegos pirotécnicos, que dará la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de México el 28 de noviembre.
