"´Soy culichi y no tengo miedo´"

Desde que tomó la literatura como forma de vida, Élmer Mendoza comprendió que quería escribir una literatura que suene, que cree atmósferas, que seduzca, que enfrente a los lectores a un gran discurso y con Balas de plata, aceptó el reto.
"Soy culichi y no tengo miedo, mi sueño es hacer algo que nadie ha hecho y creo que es por el territorio narrativo al que pertenezco, a la escuela joyciana, la de Fernando del Paso en México, como un compromiso y entrenamiento de algo que deseo hacer desde muchos años antes de Un asesino solitario", aseguró el autor.
Al presentar Balas de plata, con la que el culiacanense ganó el Premio Tusquets de Novela, el analista político Ricardo Raphael reconoció un discurso muy sonoro, que hace que el lector se sienta en medio de una escena que puede escuchar, en la que los silencios, las inflexiones de la voz y los personajes se vuelven vivos, con lo que está creando nuevos mapas de lectura.
"Este es un lenguaje oral, en ese sentido logra una trasmisión universal de lo que está sucediendo, alguien comentaba que se lee igual aquí que en Barcelona. Es tan viva la narración que uno siente que está viviendo la escena auditivamente, que sí se trata de un estilo proverbial, difícil de encontrar en otros escritores", dijo en el Casino de la Cultura, frente a los lectores, amigos y familiares del escritor.

Narrativa potente
El conductor de Espiral, programa de análisis político del Canal 11, festejó ese brío que el autor da a una narrativa potente, que a partir de la broma es capaz de llevar al lector a tomar conciencia de la sociedad en que se vive.
"Mendieta es nuestro Sherlock Holmes, ojalá que tenga larga vida, y tú, Élmer, tienes mucho para darle a la literatura mexicana y ojalá sigamos hablando dentro de muchos años de tu personaje", señaló.
Ricardo Raphael consideró que Mendoza es un escritor épico, no de narco, que le tocó vivir en una época donde lo que ocurría a su alrededor lo escribe con el ánimo de enfrentar y mostrar la vida.
"El Zurdo Mendieta encarna al mexicano de a de veras, el que se angustia al pensar que una mujer guapa se puede enamorar de él, que a lo mejor no va nunca al sicoanalista, pero cuantas veces lo piensa, el que es ladino y a la vez entregado, que quiere hacerse rico siendo policía pero se pelea con quienes lo hubieran ayudado. Es el mexicano contradictorio y tengo la impresión de que se merece unas balas de oro".
Édgar Mendieta, aseguró, es un personajes de los que el lector cae enamorado.
"Las grandes literaturas del mundo tienen su propia novela negra, pensemos en Sherlock Holmes o Dashiell Hammett, acaban describiendo a sus sociedades, sus peores vicios y sus virtudes... Antes de esta novela yo no tenía un detective mexicano que lo encarnara".

No lo suelta Mendieta
A diferencia de sus otras novelas, que cuando las termina entra en un estado de descanso, con Balas de plata, a Mendoza no le ha sucedido lo mismo.
"No pude romper fácilmente con él, el personaje quería seguir moviéndose, además termino la novela al estilo de Michel Ende, porque aparece una chica y es una historia que igualmente pudiera contar".
Si surgiera esa novela, tendría que ser nueva, con una propia "personalidad".
"Tengo el personaje y es una gran ventaja, pero debe esperar un poco, el poco tiempo que he tenido estoy con mi historia fantástica, tengo años trabajando con ella, y siempre amanezco con mis notas, las desempolvo, estoy intentando decir, espérate Zurdo, no me entrampes, haremos otra novela, pero en su momento". 

"Las grandes literaturas del mundo tienen su propia novela negra, pensemos en Sherlock Holmes o Dashiell Hammett, acaban describiendo a sus sociedades".
Ricardo Raphael
Analista político

FIRMA LIBROS
Al final de la presentación, Élmer Mendoza estuvo firmando libros por más de una hora, tiempo en que sus lectores lo abrazaban, felicitaban y le pedían dedicatorias.