"Apuntes sobre Alemania"
Carlos Ruiz Acosta
Cuando viajo a Alemania visito Berlín, Hamburgo y Bückeburg. Las dos primeras son las ciudades más grandes del país y la tercera es una localidad pequeña. Este verano me hice la misma pregunta: ¿cómo hicieron la riqueza y qué las hace tan atractivas? Como la economía alemana se basa en la industria, las exportaciones y ahora el turismo, me aproximé a los orígenes.
Berlín, capital de Prusia, tenía 29 mil habitantes en 1700 y 129 mil un siglo después, por los efectos de la industrialización.
Federico el Grande, político y militar inteligente, inició la industria moderna al espiar a Inglaterra para traerse los principios de la máquina de vapor de James Watt, la cual fue copiada y fabricada en Berlín en 1785; lo mismo harían con las tejedoras de textiles y la locomotora de vapor construida por primera en esa ciudad en 1841.
La energía suministrada por el carbón mineral tuvo un desarrollo extensivo al utilizar la máquina de vapor para la extracción de agua en la excavación de túneles más profundos. Gracias al carbón, a mediados de Siglo 19 había en Berlín más de mil fábricas, incluidas los gigantes de la electricidad AEG y Siemens.
En 1871, Otto von Bismarck unió a los 39 estados independientes en el Imperio alemán y creó el Estado moderno, impulsando el desarrollo industrial masivo, basado en la producción de acero y en las exportaciones de manufacturas y maquinaria.
Al experimentar Berlín un expansión explosiva, se enfrentaron a un problema mayúsculo, ¿cómo construir tanto simultáneamente? La solución fue traer los ladrillos y la cantera de todos los puntos cardinales empleando el transporte fluvial. Berlín está cruzada por cinco ríos y canales conectados con otros ríos europeos, con alcance navegable hasta Bohemia.
Lo sorprendente fueron los contenedores: barcazas de vela de 31 metros de eslora, las cuales se contrataban con todo y carga para luego desmantelarse. Werner Siemens inventó en 1898 una mini locomotora eléctrica para jalarlas, tal y como se hace actualmente en el Canal de Panamá.
Paradoja histórica. En 1887, el Parlamento inglés al verse amenazado por la importación de maquinaria alemana, inferior a la inglesa, impuso la obligación de etiquetarlas con la leyenda "Made in Germany".
Hamburgo es un puerto en el río Elba a 100 kilómetros del mar. Junto con Lübeck formó la poderosa Liga Hanseática en 1356, para proteger sus intereses en el Mar del Norte y el Mar Báltico.
Un censo de 1375 describe la actividad empresarial cuando en América todavía no existía el Imperio Azteca. Para entonces la ciudad contaba con 8 mil habitantes y era la mayor de Alemania.
La sociedad estaba compuesta por 178 agentes de comercio internacional de commodities, 231 exportadores de cerveza, 405 "ingenieros" navales y 104 fabricantes de toneles. Esto nos habla de una sociedad sin atisbos de feudo y con una clase media superior al 60 por ciento de la población.
El flujo de dinero llevó a la ciudad a fundar la bolsa de valores en 1588, convirtiéndola en centro financiero. Una alianza con Portugal permitió llegar a los mercados controlados por Lisboa e incrementó la riqueza de la ciudad junto con los judíos expatriados. Serían sefarditas portugueses quienes en 1616 crearon el Banco de Hamburgo.
Existe un dato interesante del papel de la mujer en la empresa, gracias a las memorias de Glückel von Hameln, nacida en Hamburgo en 1646, quien fue comerciante y financiera con una red internacional de negocios.
La marina hanseática inició contactos con México en 1815, pero sería hasta 1857 cuando se regularizó el intercambio comercial con la fundación de la sociedad Hamburgo-Veracruz con una flota de cinco barcos.
En 1850 se creó la empresa naviera Hapag (Línea Hamburgo-América, hoy Hapag-Lloyd) para trasladar a refugiados y aventureros al continente americano.
Para 1939 habían transportado a 5 millones de pasajeros. Los alemanes llegados a nuestro País están registrados con todos sus datos en el Museo de la Emigración de Ballinstadt en Hamburgo.
Bückeburg es una ciudad de 20 mil habitantes en el estado de Baja Sajonia. No tiene industria, pero ha progresado notablemente. Tiene un castillo del Siglo 12, alrededor del cual creció y evolucionó a principado sobreviviente de todas las guerras. El príncipe sigue ahí y se llama Alexander von Schaumburg-Lippe. El lugar no escapa a la historia; la cantina más popular fue la casa del poeta Heinrich Heine, Johann Christoph Bach fue músico de la corte, y Johann Gottfried Herder, precursor del romanticismo alemán y clara influencia de Goethe, vivió en el principado. Los tres son activos turísticos.
El progreso del Siglo 19 no sería posible sin un exitoso sistema de educación primaria con énfasis en matemáticas, geometría y filosofía, complementado con la música. Las escuelas prusianas fueron copiadas por toda Europa. Un espía francés reportó que otro de los objetivos era "desarrollar las facultades del espíritu, la razón, los sentidos y la fuerza corporal".
¿En la actualidad, qué tienen en común Berlín, Hamburgo y Bückeburg? Coinciden en tres cosas. Son ciudades muy verdes; los 415 mil árboles de Berlín lo confirman. Son ciudades para peatones y ciclistas y tienen un programa turístico sustentado en la cultura, siendo el rubro de mayor inversión, con una altísima tasa de retorno social y económica.
Hoy Berlín no tiene industria pesada. Es una ciudad de servicios de 3.4 millones de habitantes. Aparte del poder político, se caracteriza por una envidiable oferta cultural.
Cinco orquestas sinfónicas, tres compañías de ópera y los museos son la base de esa oferta. Es el único lugar en el mundo donde uno puede ver adentro de un museo, la puerta de Ishtar de Babilonia, la misma por donde pasó Alejandro el Magno.
En el este de la ciudad, antes deprimido, hoy la vida fluye. Los edificios prefabricados de la era socialista, conocidos como plattenbauten, han sido incorporados a la modernidad. El furor de la construcción continua, con la diferencia de que la arquitectura contemporánea está subordinada a la escala humana.
Hamburgo, con 1.8 millones de habitantes, es la ciudad más rica del país. El puerto mueve anualmente 10 millones de contenedores, superado sólo por Rotterdam; tiene más consulados que Nueva York, más puentes que Venecia y 120 mil empresas, entre las cuales destacan los astilleros Blohm + Voss; la naviera Hapag-Lloyd; la industria de acero, aluminio y cobre; la fábrica de Airbus y medios de comunicación de importancia nacional. Para proyectarla internacionalmente, se construyó el desarrollo urbano HafenCity de 155 ha sobre aguas del río. En el lugar se termina el edificio de la Filarmónica del Elba de los arquitectos Herzog y de Meuron, estandarte de la inversión en cultura y futura imagen de la ciudad.
Bückeburg fue transformado por el príncipe al abrir el castillo y convertirlo en centro cultural de primer orden, incluyendo una escuela de equitación con caballos lusitanos y andaluces.
El centro cambió a peatonal y ahora es vibrante y animado. Uno de sus atractivos, el Museo del Helicóptero, abarca su historia, con los modelos reales de Leonardo da Vinci hasta el Eurocopter Tigre.
¿A qué deben los alemanes lo que son? En mi opinión la columna vertebral de la nación se apoya en dos legados fundamentales. Por un lado, Martín Lutero legó la austeridad y la ética del trabajo, y por el otro, la Prusia de Federico el Grande, el orden y la disciplina.
En la actualidad, hay a quienes les molesta la forma de ser de los alemanes. Probablemente eso se deba a que viven bajo reglas con el costo de no romperlas; a cambio de respetar al otro, a la ciudad, a la naturaleza y a las leyes. Esa es la enorme diferencia con México. Acá, poco o nada de eso importa.
Tres de política para comparar
El Jefe de Estado, Christian Wulff, segundo después de Angela Merkel, renunció en 2012. En un puesto anterior, obtuvo un crédito para comprar una casa. La causa fue haber conseguido un menor porcentaje en los intereses.
El célebre Alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, quien ocupó el cargo por 13 años, renunció de vergüenza en agosto de 2014. La causa fue no haber terminado a tiempo la obra del nuevo aeropuerto de la ciudad.
El Ministro de Defensa no es un General, es una mujer doctora en Medicina de 54 años. Ella es Ursula von der Leyen. También es guapa y para adornarla, es baronesa.
CARLOS RUIZ ACOSTA
Es arquitecto, egresado de la UNAM. En 1977 creó Grupo Diseño, empresa destacada por sus propuestas de arquitectura publicadas en libros y revistas.
Arquitecto del Año, por el Colegio de Arquitectos de Sinaloa. Su obra se ha publicado en México, España y Alemania, y ha sido seleccionada para exposiciones internacionales.
En 2003 fundó Arquitektónica, que a la fecha ha realizado proyectos en Baja California, Baja California Sur, Chihuahua y Sinaloa.
