"Carta a mi padre"
Desde niña siempre me ha gustado escribir, es mi manera de expresar mis sentimientos, tal vez lo heredé de ti. Aunque no le he desarrollado igual que tú, hoy me he decidido a hacerlo en esta carta para ti en respuesta a Cartas a mis hijos y al tema Un compromiso con la vida.
Recuerdo que en tus pasados cumpleaños y en ocasiones especiales como el Día del Padre, mis regalos para ti eran tarjetas en donde te decía lo mucho que te quiero, que te admiro y te respeto. Eso te gustaba más, ya que las cosas materiales sólo llenan necesidades y las cosas espirituales siempre llenan el alma y eso no se puede comprar con nada.
Tú me heredaste muchas cosas, aunque decías que me entraban por un oído y me salían por el otro, quiero decirte papá, que sí se quedaron en mí y trato de día a día transmitírselos a mis hijos, porque sé que es el tesoro más valioso que puedo heredarles.
Sé lo afortunada que soy de tenerte como padre y mucho más de que Dios me dio la oportunidad de disfrutarte muchos años más, ya que sólo tenía 6 años cuando te detectaron el tumor en el cerebro.
Han sido duros años de angustia, de vivir siempre con la incertidumbre que en cualquier momento puedes partir. A pesar de todo lo que año tras año siempre me enseñaste, "nadie tiene la vida comprada y no es bueno lamentarse por lo que no sabemos que va a suceder", pero es muy duro aceptar que alguien tan importante en mi vida tenga que partir, aunque sólo es físicamente, porque tu presencia siempre vivirá en mi, en cada latido, en mi respirar, en mi mente y en todo mi ser porque yo soy una parte de ti.
Papá, te admiro, eres un hombre de fe, siempre positivo ante las adversidades, cuando era adolescente y algo me abrumaba tú siempre tenías palabras de aliento y esperanza, en ese momento todo el problema que para mí era inmenso, simplemente desaparecía, porque tú ves la vida de otra manera, tú predicas lo que escribes, "hay que vivir cada día porque cada día es un buen día".
Todo tú eres paz, tranquilidad y sólo el verte me hace sentir contenta y plena de que si viviste al máximo tu vida, te entregaste completo y con amor en todo lo que hiciste, tus palabras siguen dando aliento de vida a muchas personas y si Dios te conserva aquí es porque aún tienes mucho que dar y nosotros que aprender de ti. Tú lo dijiste una vez, "Dios me tiene una misión que aún no he terminado, por eso sigo aquí". Y sí, papá, es muy grande tu misión.
Cuando trabajaba en Noroeste, curiosamente un día me toco transcribir un Tema de Hoy, simplemente hermoso y sabes, lo mejor de todo, ese tema lo habías escrito para mí, no pude evitar llorar, esas palabras estaban dedicadas a mí, me sentí llena de orgullo, como siempre lo he estado, y lo guardé como se guarda un tesoro, porque es gratificante leer temas tuyos, que hoy simplemente ya no me puedes escribir.
Esos consejos llenos de amor y sabiduría, tal y como me lo pides en el tema Un compromiso con la vida, los llevo guardados en mi corazón y puedes estar tranquilo padre, tu esfuerzo no ha sido en vano, vale la pena vivir.
Tu hija que mucho te ama
Flor de María Díaz Estolano