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"Cinepolis invade Brasil"

"México se interesa por auge de mercado cinematográfico en ese País"
15/11/2015 10:12

    RIO DE JANEIRO (NTX)._ Atraídos por un mercado que crece a ritmos de doble dígito, productores, distribuidores y exhibidores mexicanos llevan años posicionándose para aprovechar el auge que vive el mercado cinematográfico en Brasil. 

    Ejemplo de este potencial es la exhibidora Cinépolis, líder en México con un 66 por ciento de las salas en el país y que desembarcó en Brasil hace un lustro para alzarse, hoy, como segundo mayor exhibidor del país sudamericano.
    "En Brasil hay un potencial de crecimiento enorme. Estimamos que debería haber al menos el triple del número actual de salas de cine", explicó Miguel Mier, director de operaciones de Cinépolis, en el marco del Festival de Cine de Río de Janeiro. 

    Mier, cuya compañía dispone ya de 300 salas en Brasil, comparó la situación de México con el país sudamericano para dar cuenta de hasta dónde se puede crecer. 

    "Un mexicano va 2.2 veces al año al cine, mientras que un brasileño lo hace apenas 0.7 veces de media. El margen de crecimiento es enorme, pero hay que tener en cuenta que Brasil es un continente, que cada región es diferente y con una composición socioeconómica distinta", agregó. 

    Los datos presentados durante la sección Comercial del festival, el Riomarket, en que los diferentes sectores de la industria se reúnen para tejer alianzas, atestiguan no sólo las oportunidades en Brasil, sino también la buena marcha de la industria cinematográfica en México. 

    Datos de la industria señalan que en 2013 se vendieron en el país norteamericano 257 millones de boletos de cine, por apenas 150 millones en Brasil, y la recaudación fue de 911 millones por 744 millones, respectivamente. 

    En número de salas, la diferencia es apabullante, pese a tener Brasil un 70 por ciento más de población que México: cinco mil 600 salas por apenas dos mil 700. 

    Con un Producto Interior Bruto (PIB) per cápita de 11 mil 690 dólares, un 17 por ciento superior al de México, según datos del Banco Mundial, los brasileños van mucho menos al cine, aunque los analistas indican que la recaudación podría en un futuro ser el doble de la de México. 

    "Falta competencia en el mercado brasileño, situación que en el mexicano hizo que los multicines llegaran ya a poblaciones de 40 mil habitantes", agregó Mier. 

    Con una política marcadamente proteccionista que va mucho más allá del cine, Brasil que protege las producciones locales por medio de altos impuestos a la importación. 

    "En los últimos 15 años apenas hubo dos o tres películas mexicanas que llegaron a Brasil", lamentó Mineko Mori, productora y copresidente de Latam Distribution. 

    Como otros productores, señaló que la forma de entrar al mercado no es simplemente encontrando un distribuidor, sino haciendo "remakes" (adaptaciones) de producciones mexicanas exitosas o haciendo coproducciones que se adapten al gusto local. 

    Ejemplo de ello es la firma de un acuerdo durante el festival entre la mexicana Alebrije Producciones (productor, entre otros, de Amores perros o La vida de Celia) y la brasileña Total Entertainment para hacer una adaptación de No se aceptan devoluciones, la película más taquillera en México de 2013 (47 millones de dólares) y quinta película más vista en los cines mexicanos de todos los tiempos. 

    Este escenario de poca presencia tanto del cine mexicano en Brasil como viceversa, sin duda influenciado además por la barrera de la lengua, vislumbra un cambio con el convenio de coproducción que ambos países ultiman y que explicó el cineasta, académico y director general de la Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo. 

    El acuerdo, negociado actualmente por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) y la brasileña Agencia Nacional de Cine (Ancine), estará listo para firma en pocos meses y abarca dos esferas: distribución y coproducción.