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"LIBROS"

"Comparte Armando Rendón su pasión por la poesía"

"Rendón estudia filosofía, atiende su propia taquería y destina tiempo para escribir"
15/11/2015 08:54

    CULIACÁN._ Armando Rendón estudiaba en el Seminario de Culiacán cuando mandó un texto reflexivo en torno al 14 de febrero al concurso de un periódico local sobre el día del amor y la amistad. 

    Y aunque resultó ganador y no pudo cobrar el premio, sus ganas de escribir crecieron y hoy, 15 años después, es autor de cuatro libros: El llanto de la rosa, Mujer con corazón remendado, Alma de luna y No te venzas. 

    Los publicó en Estados Unidos, donde vivió durante 13 años, cuando supo que el sacerdocio no era su camino. Ahora, se concentra en el estudio de la filosofía, los negocios y un nuevo libro. 

    Nacido en Guadalajara por accidente, pero criado y radicado en Culiacán, la poesía llegó a su vida cuando tenía 15 años. 

    "Empecé a escribirle a la mujer, en esos primeros textos hablaba del amor, de la atracción", cuenta.
    "Esos versos surgieron de las vivencias, me gustó una muchacha y cuando escribí el primer poema, me sorprendí yo mismo y seguí". 

    Luego, en Nogales, a donde partió por algún tiempo con su padre, empezó a escribir reflexiones en torno a situaciones que veía o que lo rodeaban, como la amistad, la sinceridad, hasta las drogas y abortos. 

    "Yo era chico, no había terminado la secundaria y pertenecía a un grupo de la iglesia. Los chavos me pedían consejos y ahí nació mi intención de ser sacerdote, para prepararme y aconsejar". 

    Pero antes, empezó a publicar en El Diario de la Frontera, a raíz de haber participado y ganado en el concurso Cartas de Amor. 

    Nunca había mostrado a nadie sus escritos, pero a partir de ese, le preguntaron si tenía más y si quería publicar.
    "Les llevé el primero y cuando la editora Gisela Samaniego lo tomó, yo temblaba. Y cuando lo leía, temblaba más", confiesa. 

    De regreso a Culiacán, entró al Seminario, sin la secundaria terminada, con un certificado que pidió al INEA al hacer un examen que pasó con seis. Estudió la preparatoria y su empeño y dedicación lo hizo alcanzar un promedio de 9.9. 

    Fue en esa etapa cuando escuchó de un concurso en un periódico local, para celebrar el Día del Amor y la Amistad, y la misma reflexión que le abrió las puertas en Nogales, lo hizo ganar. 

    "El poeta Francisco Iribe Beltrán dio el fallo. Como estaba en el seminario, no me dieron el premio porque era para una pareja. Era un festejo desde la mañana hasta media noche, con desayuno, boliche, nieves, comida, cine, cena y baile en discoteca", recuerda. 

    "Todo el día era para consentir a la pareja y como yo era seminarista... no pude porque no me dieron permiso, le dije al padre que me dejara salir y que lo aprovecharía con mi hermana y me dijo que no, porque tomarían fotos. Lo único que recibí fue el periódico por un año". 

    Luego se dio cuenta de que la vida sacerdotal no era para él y se fue a vivir a Estados Unidos por un tiempo y pronto pudo publicar su primer libro de poemas reunidos. 

    "Es una motivación muy grande, de hecho cuando publiqué mi primer libro, El llanto de la rosa, el editor me dijo que eso me motivaría y publicaría más". 

    Alrededor de 13 años estuvo en Los Ángeles. Trabajó en restaurantes, escribía todos los días y cuando menos lo pensó, ya tenía sus cuatro libros. 

    "Al inicio publiqué entrevistas de manera gratuita y luego poemas en revistas, el primero fue La pasión de Cristo". 

    Se incorporó al grupo de Poetas Organizados en un Espacio Social, Intelectual y Artístico (POESIA) y con ellos participó en el disco Doce poetas y una voz, junto con autores de Costa Rica, Perú, Argentina, El Salvador, Honduras, Francia y México. 

    "Mi poema es Está de luto el mar, es ecológico, y trata sobre un derrame de petróleo, que musicalizaron y en la presentación, lo escenificaron". 

    Regresó a Sinaloa, revalidó Filosofía, hoy en día va en segundo. 

    "Yo nunca he estudiado de poesía, cuando ingresé a la facultad pensé en Letras, pero tengo una amiga que estudia ahí y cuando le doy un texto no lee el contenido, solo dice, esto está mal, está mal, está mal, se fija en la forma, y yo no quiero llegar a eso al escribir", admite. 

    "Yo no sé de reglas para poesía, en gramática sí le he echado ganas, pero no me he querido meter en lo otro, porque me va a condicionar, me dicen que debería saber para tener una poesía más depurada y no, a lo mejor me da miedo". 

    Antes de irse a Estados Unidos, cuenta, acudía al taller de poesía de Jesús Ramón Ibarra, donde le destrozaban sus poemas. 

    "Sólo un poema me dijeron que estaba perfecto, salvo que un verso lo tenía incompleto, le acomodamos una palabra y quedó. Ese poema se lo mostré a una editora del Isic y me dijo que no servía, que tenía noción, pero me falta mucho y debía leer más". 

    Entonces pensó que esto de escribir era relativo, que no se podía dar gusto a todos. 

    Actualmente estudia segundo año de filosofía y prepara un quinto libro, de un estilo más académico.

    LIBROS
    Armando Rendón es autor de cuatro libros: El llanto de la rosa, Mujer con corazón remendado, Alma de luna y No te venzas.

    ME LODIJO EL ESPEJO

    Me lo dijo el espejo:
    mientras el cristal
    se fundía en la tristeza,
    con un grito infinito,
    la voz de la inocencia,
    con sus alas dobladas
    sin conciencia

    Me lo dijo el espejo:
    compartiendo en silencio
    el secreto de la esencia.
    Laberinto de sueños,
    cascadas de nostalgias;
    mutilado, privado, cautivo,
    en vano mi presencia.

    Me lo dijo el espejo:
    con sus ojos perdidos,
    sus pupilas ardientes,
    sus colores fingidos.
    Me lo dijo el espejo:
    con un grito en la noche
    y yo estaba dormido.