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"ConCiencia"

"ConCiencia"
LAS ALAS DE TITIKA
06/11/2015 07:53

    Una manera distinta de curar 

    Algunos han querido relegarla a otros planos, pero la homeopatía es un efectivo método de curación, diferente al que conoce la mayoría de las personas, que es la alopatía.
    A diferencia de ésta, la homeopatía no hace pruebas en animales de laboratorio, sino que experimenta directamente en personas clínicamente sanas. Al humano sano se le administra el medicamento que se quiere probar y se elabora su historia clínica, se particularizan los síntomas para luego contrastarlos con los síntomas del humano enfermo, explica el doctor Roberto Beltrán Torres.
    Roberto estudió la carrera de médico cirujano y luego la de médico homeópata. Su padre pensó que posteriormente optaría por la especialidad de cardiología. Recuerda que cuando le dio la noticia de que se iría a Bélgica a especializarse en homeopatía, su padre casi llora de la decepción, pues como padre tradicional quería que su hijo fuera de esos prestigiados médicos que intervienen quirúrgicamente.
    Así como pensaba su padre, reconoce que hay personas que piensan igual, pues son muchos los mitos que hay alrededor de la homeopatía: que los homeópatas no creen en las operaciones, que es puro placebo, que el fulanito que se atendió con homeopatía nunca se mejoró, que son puras bolitas con alcohol que no curan nada, etc. Menciona que no se puede generalizar una situación por hechos aislados, pues en esta profesión como en cualquier otra existen charlatanes que desconocen la metodología y se han encargado de desprestigiar la actividad.
    También persiste la idea de que el medicamento homeopático consta sólo de plantas y de que todos los glóbulos, conocidos como chochos, son iguales pero no, puntualiza Roberto, hay reglas de preparación dependiendo de qué elementos como metales, minerales, plantas, raíces, polen, hojas, animales formen parte del medicamento.
    Parte de la metodología es la fricción y los elementos pueden mezclarse con agua, leche o alcohol; siendo el alcohol el más usado pues ha resultado ser el vehículo más eficaz, y pese a que se volatice lo importante es que en el chocho quede el principio activo que se quiere administrar.
    ¿Operar o no operar? Responde que muchas de las operaciones se pueden evitar si se administran los tratamientos adecuados. Las intervenciones quirúrgicas son una técnica a la cual se recurre en un caso de extrema urgencia.
    También reconoce que la homeopatía no es la panacea para curar todo tipo de enfermedades, pues su efectividad radica en valorar las posibilidades de reacción que tiene el paciente ante las defensas de su propio organismo, y también de cómo ha sido tratado anteriormente.
    Curioseando sobre sus pacientes, menciona que un gran número de ellos ha llegado por recomendación de cardiólogos, traumatólogos, neurólogos, es decir de médicos alópatas.
    Un dato histórico que vale la pena mencionar es que México fue el primer país en decretar oficialmente la homeopatía como una alternativa terapéutica. En el año de 1895 se presentó una epidemia de cólera en el sureste del país, y el entonces presidente Porfirio Díaz solicitó el apoyo de los médicos homeópatas españoles que la habían erradicado en Cuba y fueron ellos quienes también la erradicaron en nuestro país, motivo por el cual el presidente Díaz envío a París y a España a un grupo de médicos mexicanos a instruirse en homeopatía.
    Roberto tiene esa sensibilidad que le permite ver las necesidades de salud, recuerda que en una ocasión presentaron en Sinaloa una propuesta de instrucción básica en homeopatía y acupuntura, para que curanderos y parteras de las comunidades serranas tuvieran una mayor preparación al tratar a sus enfermos, asumiendo que muchas de esas regiones son muy pobres y no hay médicos que atiendan las necesidades primarias de salud; desafortunadamente, no tuvieron una respuesta favorable.
    Un factor que influyó en su adolescencia, en 1974, para que estudiara medicina, fue que por necesidad atendió un parto en el poblado de donde es originario, El Salado, Sinaloa, pues no había un solo médico; siendo ese su primer contacto con la medicina.
    Recuerda con nostalgia el escándalo que se hizo en el pueblo ante tal suceso. Actualmente es un reconocido homeópata en la Ciudad de México, y no por ello deja de buscar la forma de seguir ayudando a los suyos.

    Comentarios: mjuliaa@hotmail.com