"Crudeza, ironía y desesperanza"
¿Sobre qué están escribiendo la generación de mujeres que nacieron a partir de los años 60 en México? Fue la pregunta con la que la Doctora en Letras Silvia Ruiz Otero, abrió la charla sobre mujeres jóvenes dedicadas a la literatura en este País.
Como parte del Programa Letras para el Puerto, que La Casa del Caracol, El Instituto de Cultura y la iniciativa privada han creado para promover la literatura en Mazatlán, la presentación congregó a miembros de clubes del libro, estudiantes universitarios y entusiastas de las letras que asistieron para encontrar respuestas a sus cuestionamientos sobre la literatura del Siglo 21 en el País.
Silvia Ruiz Otero es contundente, los años dedicados a analizar el fenómeno del cuento contemporáneo en México le han dado los fundamentos para hablar sobre el tema.
"Se consideran jóvenes escritores a los nacidos a partir de 1960, porque la mayor parte de esta generación empezó a publicar a finales de los 80 y principios de los 90. Se caracterizan por su preferencia por el cuento corto, que es el género del Siglo 21. Se les conoce como la Generación del Desencanto: son rebeldes, contestatarios, irónicos, indiferentes, fragmentarios. Quieren superar el realismo mágico que identificó a la generación que los precedió", afirmó.
"Desde su lugar de origen escriben, ya no necesitan ir a la capital. Son regionalistas, pero también pretenden ser universales, quieren alcanzar desde su aldea la universalidad. Tocan todos los temas, no tiene límites, lo hacen con crudeza y desencanto, son una generación que, desde que tienen conciencia, han vivido en la crisis".
La catedrática de la Universidad Iberoamericana aseguró que la condición de crisis permanente los han hecho pesimistas, no creen en el futuro y por eso no buscan cambiar la realidad.
Para dejar claras sus observaciones, la académica seleccionó a cuatro narradoras de esta generación: Guadalupe Nettel, Laura Garcés, Eunice Mier y Beatriz Escalante.
Repartió tres cuentos, Reunión en la escalera', de Guadalupe Nettel; El tobogán, de Laura Garcés y Cómo ser mujer y no vivir en el infierno, de Beatriz Escalante, para que los asistentes los analizaran junto con ella, y narró a viva voz Encuentros, de Eunice Mier.
"Encuentros, es un minirelato, testimonio de una madre, que le manda una carta a su pareja que abuso de su hija, es una epístola que tiene un tono de confesión, que expresa rabia, impotencia, venganza. Es un rito tremendo para expiar su rabia", dijo.
Reunión en la escalera, de Guadalupe Nettel, aborda el sórdido mundo del bullying entre adolescentes, delata una niñez que no tiene nada qué ver con lo idílico.
De Laura Garcés se revisó El tobogán' al que definió como una oda a la indecisión femenina, que revela la angustia y la confusión existencial.
Cómo ser mujer y no vivir en el infierno, es un conjunto de retratos en donde la escritora Beatriz Escalante confronta al lector con una revisión de la pluralidad y contrastes de valores y creencias femeninas que hoy día pueden encontrarse.
Gracias a este puntual y detallado análisis, la Doctora Ruiz Otero acercó a los mazatlecos a las voces femeninas de la literatura mexicana contemporánea.
JÓVENES ESCRITORES
* Silvia Ruiz Otero aseguró que se consideran jóvenes escritores a los nacidos a partir de 1960, porque la mayor parte de esta generación empezó a publicar a finales de los 80 y principios de los 90.
*Agregó que se caracterizan por su preferencia por el cuento corto, que es el género del Siglo 21 y que se les conoce como la Generación del Desencanto: son rebeldes, contestatarios, irónicos, indiferentes y fragmentarios.