"Cuentan en escena la 'Historia del Soldado'"
CULIACÁN.- Esta vez a la Historia del soldado tuvo rostros, la obra del compositor ruso Igor Stravinsky, llena de marchas, corales, danzas, como el ragtime, vals y tango, combinaciones originales para la época, llegó esta vez a los sinaloenses en forma de cuento.
Con dos actores, escenografía digital, un narrador que interactúa con el protagonista y con el público, la obra de Stravinsky que se había presentado en el Café Concierto, en su versión puramente musical, fue ahora un espectáculo multidisciplinario en español, con la versión de José Antonio Alcaraz.
Y con éste debutó el ensamble Ars Nova, que dirige Eduardo González y que integran la violinista Roxana Iliuta, el contrabajista Hugo Adriano, el clarinetista Brian Wahrlich, el fagotista Anthony Carlson, el trompetista Rober McCabe, el trombonista Ian Hunter, y el percusionista Diego Rojas.
Pero la presentación no estuvo exenta de cambios de última hora, y en lugar de Wahrlich participó el clarinetista Isidro Muñetón. Todos son integrantes de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes.
"Entre el valle y la colina, un soldado que camina", comienza Aldo Rodríguez, en su papel de narrador, a contar la historia del Soldado, encarnado por Larick Huerta, que cuando va de regreso a casa, al conseguir un permiso mientras sigue la guerra, se topa con el Diablo (Rodolfo Arriaga), quien tramposamente le propone cambiar su violín por un libro mágico que dice es en realidad una caja fuerte, llena de billetes, oro y propiedades.
Lo que el Soldado da en realidad al Diablo es su alma y en lugar de ir con él tres días para enseñarle a tocar el violín, se va tres años y cuando regresa a casa, es un muerto entre los vivos. Nadie lo recuerda, ni su madre, ni su novia, ni los pobladores del lugar.
Entre una escena y otra, Ars Nova interpreta cada uno de los movimientos de la obra: La marcha del soldado, Soldado en el arroyo, Pastoral, La marcha real, El pequeño concierto, Tango-vals-ragtime, La danza del diablo, Pequeño coral, El gran coral y Marcha triunfal del diablo, y en la pantalla las imágenes de la puesta en escena que se presentó hace seis años interactúa con otras generadas en vivo.
La obra no tiene más elementos escenográficos que una mesa, un par de sillas, copas y una botella, una especie de taberna desde donde el narrador va contando la historia y ahí el Soldado emborracha al Diablo cuando se da cuenta de que la riqueza no le ha dado alegrías y quiere recuperar su violín para curar a una Princesa (representada de manera digital en la pantalla) para casarse con ella.
Lo consigue, pero el Diablo vuelve a hacer de las suyas y el esperado final feliz no llega.
ESTRENO
La obra original de Igor Stravinsky, basada en los textos de Charles Ferdinand Ramuz se estrenó el 28 de septiembre de 1918 en Lausana, bajo la dirección de Ernest Ansermet.