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Columna

Cuidado con las víctimas

04/06/2022 12:23

    En el mundo sucede o hacemos que sucedan cosas positivas, que son las que nos producen alegría y las gozamos, y a veces suceden situaciones incómodas que pueden llegar hasta el dolor físico y mental, lamentablemente existe un gran número de personas que ha experimentado situaciones muy dolorosas, en ocasiones sorpresivas, como accidentes o pérdidas que no esperábamos, y son estas personas que llegan al dolor, están incómodas, sufren, resentidas, vulnerables, porque la vida les golpea y requieren o merecen de nuestra parte todo el respeto y el espacio para elaborar su duelo.

    Hablar de una situación traumática con otro ser humano que escucha compasivo es un gran ejercicio, tanto liberador como reflexivo, y genera que el dolor se disminuya poco a poco, y esto le permite proseguir la vida, de una manera más sana. A veces no te das cuenta de lo terrible que te trató alguien, hasta que se lo explicas a otra persona, y eso es lo que sucede en el consultorio del psicólogo clínico, o del Tanatólogo.

    Por lo general, las personas que presentan un sufrimiento auténtico tienden a quejarse poco -incluso se refugian en el silencio- e intentan remontar amparados en la enorme capacidad de recuperación del ser humano, y acuden a terapia, en donde se trabajara con su resiliencia.

    Sin embargo, hay otro tipo de individuos que usan sus desdichas (reales o imaginadas) para lamentarse, dar pena o hacerte sentir culpable, esto se llama: victimismo, y créanme que abundan este tipo de personas, y en todos los niveles, y siempre se han presentado en la historia de la humanidad, algo nuevo no es, por lo general su círculo social y familiar les huyen, ya se cansaron de oír lo mismo.

    Colocarnos en el papel de víctima, no nos ayuda, por el contrario, nos coloca en un nivel de negatividad que, si no detenemos a tiempo, nos puede llevar a estados de conciencia muy bajos. Es muy común que cuando nos pasa algo desagradable, lo primero que hacemos es buscar culpables a toda costa: la otra persona, el clima, la pandemia, la crisis económica, mi jefe, mis papás, mi amigo, Y la lista puede ser interminable.

    Hay que cuidarse de las víctimas, son muy peligrosas. Alguien que se queja de lo malo que fueron con ella (él), está buscando un aliado, pon atención: no está buscando arreglar su situación. Una víctima nos arrastra a su estado. Hace que todos sean culpables. Todos los que no se ‘solidarizan’ con su estado son ‘malos’. Una víctima es muy peligrosa; daña a todos”, Bert Hellinger.

    Reflexiona, y veras que la solución es poner límites, por ejemplo ¿Tu jefe te está obligando a quedarte más del tiempo regular en la oficina? ¿Por qué lo estás permitiendo? Y así puedo mencionar cualquier ejemplo... ¿Qué pasa si nos estamos quejando constantemente? Lo más probable es que alejemos a las personas de nuestras vidas. Una cosa es empatizar y otra muy distinta es resolver. Puede ser un hecho que realmente tu pareja te habló mal, entonces, ¿qué vas a hacer? Poner un alto a las faltas de respeto o ir por la vida diciendo a todo el mundo lo mal que te trata.

    Ahhh y lo que está de moda (muy mal) : las actitudes codependientes que se convierten en relaciones tóxicas, inician cuando existe una víctima y un salvador, que quiere resolver el problema del otro a toda costa. uno cubre las necesidades del otro, y por supuesto controla a la persona.

    Por eso hay que poner mucha atención cuando notamos que estamos en ese rol, haciéndonos la víctima. Analizar qué es lo que puedo trabajar en mí, para salirme de esta situación y mejorar mi vida, ¿cuál es la estrategia?, lo puedo resolver yo solo, o necesito pedir ayuda profesional, porque no puedo, y muy válido, no siempre podemos resolver todo.

    Y algo muy importante, si alguien está constantemente en una queja y no hace nada al respecto, ya hasta parece que le gusta estar en esa situación, menciónale que necesita un apoyo emocional y te recomiendo que salgas corriendo. Lo más probable es que quiera que tú le soluciones sus problemas y al hacerlo no estás ayudando a nadie, sino fomentando su actitud.

    “Las víctimas son muy peligrosas. Alguien que se queja todo el tiempo de lo mal que le trata el mundo no está buscando arreglar su situación, trata de arrastrarte a su estado. Quienes no estén de acuerdo con su queja, serán tachados de malvados. Cuídate de las víctimas porque necesitan convertir a todos en culpables”. Bert Hellinger.