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"DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER"

"De musas a la academia"

"Las mujeres en las artes visuales tuvieron que superar muchas barreras para hoy ocupar espacios preponderantes en el mundo del arte"
15/11/2015 06:58

    CULIACÁN._ La mujer como musa-inspiradora ha quedado grabada en obras de grandes creadores de todos los tiempos; en Tiziano, Rafael, Velázquez, Goya, Cezanne, Matisse, Picasso, Dalí. 

    También en propuestas de artistas más contemporáneos como Botero, Francisco Toledo, José Luis Cuevas aparece sensual, expresiva, voluptuosa. 

    Quizás lo que a simple vista pudiera parecer un homenaje a su figura o una pasión alimentada por los artistas, históricamente había resultado todo lo contrario; hasta antes de mediados del Siglo 20, tenían que conformarse con sólo ser representadas, convertirse en objetos de arte. 

    A los espectadores se les acostumbró a observarlas en un lienzo, sin nombre, ni apellido. Eran sometidas al pincel de los creadores. 

    Lejos estaba la consideración de que las mujeres fueran capaces de ser constructoras de sus propios discursos pictóricos, las pocas que lograban revertir esta situación, por lo general pertenecían a una clase social alta o en su defecto algún integrante de su familia era artista. 

    La situación estaba definida de esta manera porque los hombres sólo podían tener de frente a un cuerpo desnudo para pintarlo, mostrar al mundo que el arte y su dominio era de ellos. 

    A ellas se les había negado la posibilidad de ser recibidas en las academias de arte. Los manuales de cómo ser buena señorita, no recomendaban esta práctica.

    Abrirse camino
    Excluidas de la educación formal, sólo aquellas que gozaban de una posición alta podían pagar maestros particulares o formarse en un taller de artista. 

    El temor de que pudieran exhibir sus sentimientos en una obra de arte prevalecía, no podían transgredir el espacio público porque durante siglos sus actividades se habían desarrollado en la intimidad de sus hogares. 

    A lo mucho, señala Michelle Perrot, en Mi historia de las mujeres, podían copiar, pintar para los suyos, dibujar los retratos de los hijos, bosquejar arreglos florales o paisajes. 

    En México, a pesar de que fue en 1781 cuando se fundó la Academia de San Carlos, de manera oficial una mujer se formó en un taller de dibujo, en 1841. 

    En otros espacios se les aceptaba para estudiar botonería, cerámica, tintorería, costura, actividades inherentes a la condición femenina. 

    En 1881 la Escuela Estatal de Artes y Oficios, se convirtió en la primera institución que las recibió con un plan definido, aunque las clases de dibujo excluían la parte del torso.

    Un proyecto nacionalista
    No fue hasta la puesta en marcha del proyecto nacionalista, en 1921 desde la gubernatura de Álvaro Obregón que se impulsó la educación y la cultura. 

    Durante su gestión, la Escuela Nacional Preparatoria, considerada como el centro escolar de más alto nivel en el país, se abrió el ingreso de las mujeres a sus aulas. 

    De un aproximado de 2 mil alumnos, 35 fueron mujeres, entre ellas dos pintoras de gran influencia en el arte mexicano: Frida Kahlo y Aurora Reyes. 

    Esto explica el registro tardío de Rosario Cabrera como la primer gran pintora del Siglo 20 formada en la Academia de San Carlos y que de acuerdo a Elena Poniatowska se inclinó por el paisaje y el retrato. 

    Entonces la presencia de las mujeres en las artes visuales vería su posición y valoración después de años de silencio.
    Con el tiempo se dio la presencia fuerte de mujeres; Frida Kahlo, Lola Álvarez Bravo, María Izquierdo, Lola Cueto, Cordelia Ureta, Rosario Cabrera y María de la O. 

    De otros países del mundo llegaron mujeres como Angelina Beloff, de Rusia; Rosa Rolanda, de Estados Unidos; Remedios Varo, de España; Tina Modotti, de Italia; Leonora Carrington y Joy Laville, de Inglaterra. 

    Todas ellas demostraron un compromiso claro con su profesión. Rompieron con todo aquel esquema de sumisión. Hablaron de lo que querían, sentían y soñaban. 

    A partir de entonces el camino que tomaron las mujeres en el arte no tendría fin. Ganaron batallas, accedieron a espacios impensables. 

    Muestra de ello se condensó en grupos posteriores como TAI, SUMA, Tepito Arte Acá, No Grupo, Polvo de Gallina Negra, Semefo.

    Sinaloa, en el mapa
    En 1957 llegó la luz para las mujeres pintoras en Sinaloa. Gabriel Leyva Velázquez ponderó el mejoramiento intelectual y cultural. 

    Entonces surgió el Taller de Artes Plásticas de la Universidad de Sinaloa, un espacio que finalmente se convirtió en lo que hoy es la Escuela de Artes y por la que han pasado decenas de generaciones. 

    El TAPUS fue la opción para los creativos de la región. Estuvo dirigido por el maestro Erasto Cortés Juárez y bajo su tutoría se formó una camada de artistas, algunos de ellos con un oficio definido y otros con intereses superficiales. 

    Entre los primeros estuvieron personajes como Alejandro Inzunza Villa, Celestino Herrera Moreno, Juan Ramón Mendoza, Pedro Carreón Zazueta y una sola mujer, Rina Cuéllar. 

    Con su ingreso a la academia, el rumbo para las futuras aspirantes a creadoras visuales sería distinto; el camino estuvo abierto para ser transitado.

    La apertura
    En los 60 se dio en la ciudad la apertura artística. Se fundaron algunos talleres literarios y plásticos que serán el germen de las nuevas generaciones. 

    Esto obviamente tuvo una fuerte repercusión en todos los sentidos. Las mujeres tuvieron mayores oportunidades, encontraron espacios de expresión, ya sin ser señaladas como en antaño. 

    En 1993 la Diputación Federal del Estado Sinaloa organizó una magna exposición en la Ciudad de México para dar a conocer las diversas técnicas y estilos de los valores sinaloense de diferentes generaciones. 

    En ella la presencia de las mujeres fue positiva; de 119 participantes, destacaron 32 mujeres. 

    Entre ellas estuvieron Rina Cuéllar, las hermanas Rosy y Dulce María Aragón Okamura, Liliana Bandín, Ninfa Cabrera, Blanca Félix, María Esthela García, Solú Gaxiola, Isaura Lizárraga, Evelia Morales, Rosa María Robles, Lilia Sapién, Silvia Balderrama, Claudia Zazueta. 

    Ellas fueron de alguna manera parte importante de un primer momento para las pintoras el estado y por mucho que se señale su incursión en temáticas 'femeninas', el trabajo es enriquecedor. 

    Personajes como Sandra Robles, las integrantes del Jardín del Arte, Delia Guerro, Margarita Félix, María Esthela García y no hace muchos años atrás María Romero, Rosa María Robles, Fritzia Irízar, Teresa Margolles hablan sobre los nuevos tiempos, en los que las mujeres dejaron de ser musas para convertirse en protagonistas del arte.

    PARA SABER
    En 1977 se instituyó el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.