"Despiden a Pablo Lizárraga"
CULIACÁN._ Hace poco más de un año, don Pablo Lizárraga Arámburo pudo palpar el cariño de quienes lo conocieron y reconocieron su aportación a la difusión de la grandeza cultural sinaloense. Entonces, a sus 85 años, sonreía, levantaba la mano derecha como una señal de agradecimiento.
"Esta es una verdadera sorpresa para mí, no esperaba esto ni remotamente", exclamó durante la ceremonia organizada por El Colegio de Sinaloa y el Grupo Cultural Nahueri, a finales de septiembre de 2008.
Esta vez, aunque no lo vio, volvió a recibir el amor de su esposa, sus hijos, nietos, amigos cercanos y de quienes lo conocieron, durante la despedida y camino a la última morada.
"A pesar de haber vivido 10 meses en agonía, se fue con mucha paz, íntegro hasta el final", comentó su hija, Silvia Lizárraga González.
El historiador Francisco Padilla Beltrán, presidente de La Crónica A.C. dijo que Lizárraga fue uno de los autores puntales para la historia de Sinaloa.
"Sobre todo porque él fue quien empezó a investigar la historia de los petrograbados y sus significados, incluso investigó los nombres y apellidos de los primeros pobladores. Tenía investigaciones sobre los municipios, su obra es un referente como la de Nakayama y Sinagawa, ahí están las bases", señaló.
Destacó que a pesar de no haber tenido una formación académica como la de los nuevos historiadores, ellos tenían amor por Sinaloa y una vocación para hacer las cosas que manifestaron a través de sus investigaciones.
Para el cronista Herberto Sinagawa Montoya, Lizárraga fue uno de los historiadores que más profundizó durante su larga vida en aspectos interesantes de la historia de Sinaloa, como el vocabulario sinaloense.
"Su ausencia es verdaderamente muy grande y tal vez el mejor tributo que se le puede rendir a su memoria es reeditar y editar sus libros, porque tengo entendido que dejó varios libros inéditos", apuntó.
"Él hizo viaje a España para desenredar el origen de muchos apellidos españoles muy habituales en Sinaloa y lo hizo con sus propios recursos. Su obra personal le sobrevivirá para beneficio de las nuevas generaciones de Sinaloa".
El historiador Nicolás Vidales reconoció como su gran aporte, una obra aún inédita, la historia de Sinaloa a través de los apellidos de los sinaloenses.
"Don Pablo nos enseñó a querer la historia de Sinaloa, dedicó gran parte de su vida a recorrer el Estado, nos habló de una historia que él vivió, no es una historia de libros, sino de vida".
A don Pablo Lizárraga le sobreviven su esposa Silvia González, sus hijos Silvia, Rocío, Pablo y César, y sus nietos José Antonio, Gerardo, Silvia Elena, Manuel, Juan Carlos y Alejandro.
PABLO LIZÁRRAGA
Nació en La Mora, Escarbada, población de la sindicatura de El Quelite, de Mazatlán, en 1923.
Estudió en la Escuela Nacional de Ciencias Químicas de la UNAM.
Trabajó como maestro de la Escuela de Química de la UAS, durante 28 años.
Fue colaborador de Noroeste.
Es autor de los libros Nombres y piedras de Sinaloa, Narraciones del Piaxtla, Luz de luna, Edith, la gringuita cronista de Sinaloa e Historia sumaria de la minería en Sinaloa.
