|
""

"El octavo día"

"¿Vamos para La Barrigona?"
EL OCTAVO DÍA
14/11/2015 11:08

    Mazatlán no sería lo mismo sin los pueblos, sindicaturas y rancherías que lo nutren. Poblacional y culturalmente ahí surgen nuestras raíces e identidades.
    Un amigo de Villa Unión se jacta, con no poca razón, que Mazatlán no sería lo que es sin el agua y los ladrillos hechos con arena del Río Presidio. Hasta nuestra cerveza se hace con dicha aquavitae…
    Hoy quiero mencionar a uno de los pueblos más simpáticos de la región: La Concepción, más conocido como La Barrigona, como le dicen de cariño, ahora que ya se acercan sus fiestas patronales a principios de diciembre. Allá comparten con Mazatlán el patronazgo de la Inmaculada Concepción
    Quién sabe de dónde vendrá la feliz coincidencia, pero en los diversos lugares en los que mi familia y yo hemos vivido en Mazatlán, antes de establecernos definitivamente, siempre tuvimos vecinos de La Barrigona, gente generosa y amable que, a manera de saludo y cortesía, siempre invitaban a visitar su pueblo con un gran tono de orgullo: ¿vamos para La Barrigona?
    Se dice que La Barrigona se llama así por la forma de un cerro cercano. Y sus gentes se refieren con cariño a su terruño con ese nombre, a diferencia de la gente del ejido El Cerote, al norte el Estado, que se llama así también gracias una caprichosa formación orográfica. (Las mujeres de aquel rumbo, cuando se ven obligadas a nombrarlo, le dicen "Nombre Feo", con el acento cantadito que se usa de Culiacán para arriba. De allá es mi estimado amigo Liberato Terán Olguín).
    En La Barrigona nació Fructuoso Gándara, compositor de la melodía Dos almas, un éxito a nivel nacional. Concordia nos ha dado grandes compositores.
    Un tiempo tuvimos unos vecinos de La Barrigona que eran bastante agrestes y peculiares. Llegamos a creer que la mayoría de los habitantes eran así, hasta que alguno de sus coterráneos nos explicaron puntualmente que ellos no eran de La Barrigona, sino de un pueblo cercano que se llama El Tagarete.
    La gente de un pueblo por lo general es la primera en denunciar a los suyos. ¿Se ha fijado usted que los habitantes de una localidad pequeña, a veces dicen que nacieron en el pueblo vecino más grande? No lo hacen porque renieguen de su origen, sino porque a veces sus localidades no son tan conocidas, así que para ahorrarse la explicación, nos dan la referencia más inmediata.
    Me pregunto sí El Tagarete será una deformación de "Tagaste", la región donde nació San Agustín de Hipona, nombre que se le ha dado a otros pueblos de México. Mi hipótesis se apoya porque en la sierra de El Rosario hay una Tebaida, otro nombre usado por los evangelizadores y que se refiere a otra región de África del Norte, en la cual vivieron muchos de los primeros santos del catolicismo. ¿Será?
    Yo seguido menciono a La Barrigona cuando quiero referirme algún lugar simbólico o lejano, a pesar de que parte de mi familia viene de Copala, que está más lejos. Ya he dicho "si se acaba el mundo o nos llega un tsunami, me voy para La Barrigona", incluso en la Ciudad de México, y mis interlocutores sonríen ante la mención y luego quieren saber más de ese pueblo peculiar.
    Una vez, disfrutando las carnes asadas de mi amigo José Luis "El Valiente" allá por la Sánchez Celis, me dio un dato interesante transmitido por tradición oral. El informante era su suegro, quien resguardaba el dato de que en el Tagarete había nacido don José María Canizález, legendario fundador de Mazatlán.
    Tendría lógica el dato, a reserva de comprobarlo de manera documental, ya que Mazatlán siempre se ha nutrido de las comunidades cercanas, y más en la época de la minería y el auge portuario. Su sola particularidad lo hace creíble.
    Volvemos al origen: lo más cercano es lo más lejano. Y aunque La Barrigona está en el municipio de Concordia, es un sitio muy entrañable que nutre y fundamenta el carácter del mazatleco, como todos los pueblos y comunidades que le dan vida y movimiento a todo el sur de Sinaloa.