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Columna

El síndrome de Wendy o de la madre sobreprotectora

    Actualmente se ha incrementado el número de madres que sobresalen por presentar una conducta de sobreprotección a sus hijos. En el cuento de Peter Pan, Peter representaba a ese adulto que no quiere crecer, que se niega a madurar, que nunca quiere hacer frente a sus responsabilidades. Peter Pan quiere ser un niño para siempre.

    Wendy, sin embargo, es la persona que vela por él, le protege y hace todo lo posible porque no le ocurra nada. La madre Wendy es aquella madre sobreprotectora, que está siempre atendiendo a su hijo, olvidando incluso que ella también necesita un tiempo y un espacio para ella.

    ¿Por qué ocurre esto? El síndrome de Wendy no es malo, pero sí puede ser perjudicial para los hijos, si se lleva al extremo. En la consulta psicológica siempre es recomendable revisar la fase de la niñez de nuestro paciente, y en este caso de padres sobreprotectores, se dice que es típico de personas que en su niñez sintieron una carencia afectiva, una falta de atención. Más tarde, como madres o como padres, quieren evitar a toda costa este sentimiento a sus hijos, y hacen todo lo contrario: estar constantemente encima de ellos.

    Muchas veces los padres no están conscientes de lo malo que se hace a los hijos al sobreprotegerles. Hacer y resolver todo para evitarle al niño responsabilidades, sólo puede acrecentar el problema, y conseguir un hijo irresponsable, desmotivado y con baja tolerancia a la frustración.

    Cuando la madre o el padre tienen el síndrome de Wendy, buscan a toda costa ser importantes en la vida de sus hijos y en la familia. Es más: llegan hasta a la necesidad de sentirse imprescindibles para sus hijos. Por eso, se responsabilizan de todas las tareas posibles. Estas son algunas de las características de las personas que sufren esta necesidad:

    1- Se encargan de realizar todas las tareas de casa posibles, para que los hijos no tengan que hacerlas (lavar loza, recoger el cuarto, lavar ropa, hacer la comida...) y no se estresen.

    2- Intentan evitar la frustración de sus hijos, eliminando obstáculos de su camino (se dejan ganar en el juego, guardan los deberes que olvidaron meter en la mochila, hay padres que hasta la tarea diaria les hacen...).

    3- Son madres o padres controladores.

    4- Busca agradar constantemente a sus hijos y a su círculo social, renunciando incluso a sus propias necesidades5 - Son madres y padres que se sacrifican por sus hijos. Son capaces de hacer cualquier cosa por ellos.

    6- Evita las discusiones. No le gusta molestar a nadie. Huyen de las situaciones conflictivas.

    7- Tienen un gran instinto de protección y cuidado de los niños

    La solución ante esta actitud es darse cuenta y reaccionar: decir NO. No a asumir todas las tareas. No a responsabilizarse de lo que hagan los demás. No a solucionar todos los problemas. No a sacrificarse de forma constante. Sí a dedicarse un tiempo (tiempo de calidad) y un espacio. Esta claro que se puede ser una madre responsable sin necesidad de ser Wendy. Comportarse sanamente como una madre / padre, que sean generadores de hijos autosuficientes.

    Existen muchos tipos de familias y tantos estilos de crianza como tipos de familia existen. Sin duda, todos los padres intentan educar a sus hijos de la mejor manera posible. Y todos cometen errores, es natural, todavía no hay un manual o las instrucciones precisas. Sin embargo, sí existen algunas pautas básicas que benefician a los hijos, y a este tipo de educación la llamaremos crianza sabia.

    La crianza sabia es aquella educación basada en la mejora de la autonomía y la independencia de los hijos. Con ello se persigue potenciar sus habilidades, conciencias, y mejorar su autoestima, un pilar básico para que ellos se vean capaces de lograr todo lo que se propongan en la vida.

    Sin embargo, la crianza sobreprotectora es aquella que se basa en proteger al niño y solucionarle todos los problemas para que no caiga en errores, se haga daño o sufra alguna frustración. No hay límites de nada, ellos deciden todo. Una educación que al final termina impidiendo la autonomía del niño.

    Sin embargo, un niño más autónomo e independiente, está mejor preparado para aprender, absorber nuevos conocimientos, enfrentarse a los cambios y a los retos... de ahí la importancia de crear en ellos una mayor autonomía desde bien pequeños.

    ¿Entonces, eres una madre / padre sobreprotector?, ¿Qué tipo de hijo quieres crear?

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