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Columna

Frente a mi niñez

06/05/2025 11:28

    Cierro los ojos.

    Evoco el lenguaje de los árboles,

    las canciones de los pájaros,

    el chorrear del agua que salpica frescura,

    el sabor del campo

    con aromas de flores silvestres.

    Veo los frutos generosos de los tamarindos

    que me hacen agua la boca

    y dan frondosa sombra al patio

    de la casa de la abuela.

    Escucho la voz ronca del río

    que cuenta viejas historias

    y hace magia con sus palabras

    que corren cuesta abajo

    hasta abrazar al mar.

    Vengo, regreso, voy, vuelvo.

    Abro mis ojos:

    sigo siendo esa niña

    la que jugó matatena,

    brinco la cuerda,

    se escondió en las sombras de las noches

    y atrapó mariposas en primavera.