Fundamentales para la familia: espacio-tiempo
Es fácil formar una familia si nos conformamos con la sola a apariencia de familia, pero no una verdadera familia, para ésta se necesita algo más que deseo, requiere grandeza de ánimo, difícil de encontrar actualmente, pero existe, y necesita de un tiempo y espacio propios.
Desde luego un tiempo y espacio físicos, muy conveniente que se pueda contar con el espacio apropiado para la intimidad de la familia y de cada miembro en particular, que se valore y respete, cosa difícil con las cajas de zapatos que hoy se implementan en los nuevos asentamientos y desarrollos que si no son para gente pudiente, no son pensadas para vivir bien, como que los arquitectos les importa poco las actividades que deben realizarse en ellas, de forma fácil y eficiente, la limpieza, espacios de almacenamiento y de trabajo o tareas escolares.
Pero no habiendo otra cosa hay que ingeniarse para lograr lo que de verdad importa, muebles multiusos que no ocupen mucho espacio, por ejemplo y maneras de dividir espacios sin que lo achiquen, cortinas o biombos, adornos mínimos escogidos que no atiborren ni nada que no se use, los acumuladores no deben tener espacios para hacerlo. De esta manera la intimidad es más posible si cada quien tiene su espacio propio y se respeta, espacio para la intimidad de los padres y la de los hijos.
El otro punto es el tiempo que se pueda pasar ahí como familia todos y tiempo dedicado en particular a cada miembro o tiempo para uno mismo, si no pasamos tiempo en familia haciendo cosas juntos no se puede llamar familia, que cada quien ande y haga por su lado no es familia, y que no puedas disponer de ningún tiempo para la familia no es familia, y si no puedes darle tiempo a cada miembro no es familia, pero tampoco lo es estar todos encimados fastidiándose. Tampoco es familia tener tiempo solo para uno mismo.
Pero además tenemos un espacio y tiempo internos cada miembro, que no son menos importantes y requiere de esa grandeza de ánimo precisamente para formar familias que realmente lo sean, desde el punto de vista de tiempo interno, la vida es “tarea”, despliegue de una actividad con una dirección determinada. Desde el punto de vista del espacio interno la vida es “habitar” tener una casa. Vivir para el ser humano es por lo tanto, tener una casa y una tarea, lo que una y otra logran es intensificar nuestra existencia, darle luz, color y sentido, en resumen, hacernos vivir felices y de forma verdaderamente humana, con dignidad.
Si la casa es la intensificación del espacio, la terea la intensificación del tiempo, la persona que culpablemente carece de tarea o de casa, deja que le pase el tiempo y se dispersa, es decir pierde su vida. Es importante pensar en esto y lo necesario que todos en casa tengan tereas desde pequeños, no hay manera de que se sientan responsables y miembros de la familia de otra manera, todos, y cuiden que esa casa no sea un lugar de paso que alguien se encargara de adecentar, quién sabe qué hada madrina, pero no les importa ni cuidan que siempre sea más que una casa un hogar a donde todos quieren regresar.
En estas dos dimensiones internas nos encontramos con tres momentos: primero, cada tarea tiene un inicio que rompe la inercia, un desarrollo y un fin, en esos tres momentos se puede calificar el tiempo, para empezar cualquier actividad, en este caso la formación de la familia, la virtud que se requiere es el entusiasmo. Para continuar el momento de lo duro más aparente donde se presentan todas las dificultades, la virtud necesaria es la tenacidad con la que llegamos al final alcanzando en mayor o menor medida lo que queríamos, la virtud que en este momento se requiere es el desprendimiento cuando les toca a los hijos emprender por su cuenta y se marchan. Sin estos tres puntos no hay familia verdadera posible.
Muchos, no la forman, por miedo no se atreven, no se consideran con fuerzas para eso, otros, porque no tienen ni idea de lo que se requiere, se lanzan y no funciona, se rompe o sigue, pero siendo cualquier cosa menos familia.
Es decir, las tres virtudes son variantes de esa grandeza de ánimo, cuya diferente modulación se da por el momento cualitativo en que juegan su papel y su característica añadida es la dificultad creciente, hace falta mucho corazón para lanzarse más para continuar y más para desprenderse, o falta de cabeza para tenerlo en cuenta.
El espacio interior también tiene tres formas, pero me voy a detener aquí para no dejarlo a la mitad, es bien importante no tomarlo en cuenta como es debido aunque todos sin ser conscientes lo hacemos, es importante saber qué hacemos, porque y cómo hacerlo mejor.