"Hemingway hoy"
El 2 de julio se cumplieron 54 años de la muerte del escritor Ernest Hemingway; el próximo 21 de julio, se celebran 116 años de su nacimiento y aunque cada vez se parece más a lo que fue, un exitoso autor de los años 50, su obra sigue sorprendiendo y deslumbrando por su fuerza.
"El viejo y el mar", en 1952, fue la gran despedida de Hemingway, luego de haber recibido críticas negativas por su novela "A través del río y entre los árboles", además de la embestida de otros críticos que lo consideraban un autor "jet set"
un ente atrapado en su imagen autoparódica, donde perdía el tiempo en bravatas machistas y corridas de toros: el "Heming-way-of-life". No hay autor más golpeado que aquel que es exitoso en vida.
Su mejor aportación artística fue su estilo concreto, llamado en aquella época "telegráfico" (hoy le diríamos "smsesiánico" por los celulares, ya que el telégrafo está en desuso) en donde la prosa fluía directa y sin adornos excesivos: algo que aprendió en sus años de periodista y decía que ése era el mejor oficio para un joven escritor... siempre y cuando lo dejase a tiempo.
"Se necesitan dos años para aprender a hablar y 60 para aprender a callar", solía decir.
Como creador de estructuras, Hemingway fue más bien tradicional. William Faulkner, su principal rival, lo superó bastante en ese sentido, al mover tiempos y personajes con más agilidad y pericia, a la vez que creaba mundos más complejos y extensos. Ahora que el minimalismo y el lenguaje se han acortado por la tecnología, la prosa directa de Hemingway adquiere otro brillo. La creación de Hemingway no sólo es un mundo de "tipos duros". Es un universo de gente real, viva, contradictoria y elocuente con su tragedia.
Hoy se sostiene que su mejor aportación fueron sus cuentos, algunos de ellos, obras clásicas del género. Sus novelas no se sostienen del todo y "Por quién doblan las campanas" invita al bostezo. Ese libro sostuvo su fama gracias a la película y el interminable tema de la Guerra Civil española, se consideraba un trabajo demasiado sobre-escrito.
Yo leí de adolescente "Adiós a los armas", luego de la turbulenta "Sin novedad en el frente", y me desconcertó esa novela de guerra donde no pasaba nada. Los diálogos de amor me parecieron encriptados, pero a esa edad todas las cosas de los adultos y sus romances eran para mí una materia confusa y amorfa.
Acabo de leer a un crítico argentino que comenta que las escenas de amor de seguro le han provocado calambres de estómago a más de un lector y temo que esa sensación será más aguda en los jóvenes, acostumbrados hoy a un ritmo más directo en el flujo de las historias.
Otra aportación de Hemingway, no del todo despreciable, fue la encarnación del escritor como figura de "hombre de acción", comprometido con la historia de su siglo y de su patria, y de paso como "hombre de éxito" con las mujeres y los deportes, imagen que sedujo a autores tan hogareños como García Márquez, Vargas Llosa y muchos otros.
Lo curioso es que esa figura ya envejeció. Hoy le critican haber matado animales en sus safaris y haber utilizado a sus esposas, abandonando a sus familias, dejando tras de sí una estela de suicidios e hijos incomprendidos. El tiempo lo dirá, pero podemos decir en su comprensión que él fue un perfecto hombre del Siglo 20, frase que a veces usamos para justificar las tropelías de nuestros abuelos.
"Mi psicoanalista es mi máquina de escribir", dijo en un momento en que autores y sociedad estaban maravillados ante la novedad del psicoanálisis y se hablaba de su impacto en la literatura.
En "París era una fiesta" tenemos un Hemingway más humano, que narra sus años de formación en una Francia empobrecida por la Primera Guerra Mundial, donde los gringos comenzaron a portarse por primera vez como gringos. Es el libro con el cual me quedo.
Cuando García Márquez habla de sus años de pobreza parece repetir las historias de Hemingway y hasta creo detectar un deseo de insertarse en esa tradición del autor que vive en una buhardilla gris en la Tombe Issiore.
¿Qué habría sido de él y de su imagen si hubiera sobrevivido y sobrellevado a la década de los 60? ¿Habría apoyado la guerra de Vietnam como lo hizo en su momento John Steinbeck, mucho más de "izquierda-gringa" que él y quien viajó a los campos de batalla a arengar a las tropas? Es un misterio.
Como sus dispares contemporáneos, Pedro Infante y James Dean, quienes también murieron unos pocos años antes que él, Hemingway se fue en el momento preciso. Aun así, nos hicieron falta más de sus novelas, más de su presencia, más de su comprometida factura literaria.
'Fiesta'
El New York Times escribió en 1926 sobre la primera novela de Hemingway que "Ninguna cantidad de análisis puede transmitir la calidad de 'Fiesta'. Es una narración verdaderamente apasionante, relatada en una prosa narrativa atlética, dura, magra, que pone en vergüenza al inglés más literario".
PREMIOS
Ganó el Premio Pulitzer en 1953 por "El viejo y el mar" y al año siguiente el Premio Nobel de Literatura por su obra completa.
BIBLIOGRAFÍA
La obra de Ernest Hemingway incluye cuentos, novelas y obras de no ficción. Aquí algunas de las más destacadas.
Relatos
1923
"Tres relatos y diez poemas".
1925
"En nuestro tiempo".
1927
"Hombres sin mujeres"
1933
"El ganador no se lleva nada"
1938
"La quinta columna y los primeros 49 relatos"
Novelas y no ficción
1926
"Fiesta"
1929
"Adiós a las armas"
1937
"Tener y no tener"
1940
"Por quién doblan las campanas"
1952
"El viejo y el mar"
1964 - Póstuma
"París era una fiesta"
Hemingway en frases
"La mar, como la nombra la gente que la ama, como mujer. A veces los que la aman hablan mal de ella, pero siempre como si fuera mujer. El viejo siempre la veía como algo femenino, que concede o niega grandes favores; si hacía cosas malignas o tremendas era porque no lo podía evitar, la luna la afecta como si fuera mujer, pensaba". ("El viejo y el mar")
"Si tienes la suerte de haber vivido en París cuando joven, luego París te acompañará vayas donde vayas, todo el resto de tu vida". ("París era una fiesta")
"Miró por sobre el mar y se dio cuenta de cuan solo se encontraba". ("El viejo y el mar")
"El hombre no es gran cosa junto a las grandes aves y las fieras. Con todo, preferiría ser esa bestia que está allá abajo en las tinieblas del mar".
''Mi decisión fue ir a buscarlo, más allá de toda la gente en el mundo.
"Por entonces, ya había descubierto que todo, lo bueno y lo malo, deja un vacío simpre cuando se interrumpe. Pero si se trata de algo malo, el vacío va llenándose por sí solo. Mientras que el vacío de algo bueno sólo puede llenarse descubriendo algo mejor".
"Los peces no son tan inteligentes como los que los matamos. Pero son más nobles y más hábiles". ("El viejo y el mar")
"El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado". ("El viejo y el mar")
"París nunca volvería a ser igual, aunque seguía siendo París". ("París era una fiesta")
"Aprendió a pensar pero no supo ya volar, porque había perdido el amor al vuelo y no hacía más que recordar los tiempos en los que volaba sin esfuerzo". ("París era una fiesta")
"¿Por qué los viejos despertarán tan temprano? ¿Será para tener un día más largo?" ("El viejo y el mar")
"La forma de pensar de las noches, no sirve de nada en las mañanas".
"La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre".
"Nunca escribas sobre un lugar hasta que estés lejos de él". ("París era una fiesta")
"Al terminar un cuento me sentía siempre vaciado y a la vez triste y contento, como si hubiese hecho el amor (...) aunque para saber si era bueno tendría que esperar a releerlo el día siguiente". ("París era una fiesta")
"La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él".