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"Homeopatía siglo 21"

"¿Hasta dónde?"
07/11/2015

    Dr. Carlos Calderón Ojeda

    El hombre transcurre su vida entre un principio, un final y un fin. El principio vendría a ser su nacimiento, el final su muerte y el fin evolucionar a través de amar, a eso hemos venido a este mundo cual si fuera una escuela, un día en el colegio. Por lo tanto es muy importante que la medicina entienda que su labor se circunscribe a proporcionar al hombre enfermo su restitución a la salud, viniendo con ello una buena calidad de vida.
    Y aquí viene la pregunta ¿hasta dónde es prudente medicar a un paciente cuando se encuentra en una fase terminal de su desequilibrio, llámese enfermedad?, y me cuestiono esto porque se presentan innumerables casos, tanto en los hospitales, como en los domicilios particulares de los enfermos, en donde se les atiende a mi juicio más allá de lo debido, una sonda por aquí, un suero por allá, múltiples medicamentos, unos para una cosa otros para otra y una serie de medidas accesorias, muchas veces heroicas, como: ventiladores, gastrostomías para alimentar, etcétera. Cuando tristemente vemos que ya no hay una perspectiva curativa porque se trata de un organismo cuyo dinamismo vital ha llegado a extenuarse en tal forma que el partir es ya necesario.
    Es importante entender que la misión del médico es curar cuando sea posible, paliar en los casos en que ya no sea posible la curación, pero siempre estar junto a su enfermo para consolar, esto va muy en línea con el pensamiento del padre de la medicina, el maestro Hipócrates de Cos. Creo que en ningún momento nos exige nuestra profesión hacer más allá de lo correcto, de lo necesario. Se entiende que muchas veces las familias por desconocimiento y por amor a su familiar enfermo nos piden hacer más de lo que debemos, pero para eso somos médicos, debemos de explicarles a los familiares que llegando a este punto, hacer más no tiene sentido, pues no existe la perspectiva de curación y la calidad de vida es nula, ha llegado el momento de partir y los debemos dejar ir con amor, como bien sugiere la tanatología. Cada caso en lo particular nos dirá cómo actuar, sin embargo en términos generales y cuando nuestro diagnóstico y pronóstico estén bien establecidos debemos de actuar como quisiéramos que actuaran con nosotros, cuando se aproxime también nuestro final.
    Por lo mismo, materias como deontología y bioética son necesarias en la estructuración del médico, pues tarde o temprano tendrá que enfrentar este tipo de situaciones.
    Para terminar quisiera dar las gracias a la señora Delia Villarreal de Arosemena, por todo lo que nos compartió en vida, siento que ella consiguió lo que todos deberíamos aspirar, llegar a ser una buena persona, (Q.E.P.D).

    Carloscalderon1000@hotmail.com

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