"Huicholes: Viajeros de leyenda"
MÉXICO (UNIV)._ Los huicholes no hacen nada si no tienen un motivo y el primer acercamiento que se puede tener con ellos es el del respeto.
Pampariusi, dice una niña cuando le compro unos aretes de chaquira. ¿Qué me dijiste?, le pregunto, y sonríe para esconderse tras la falda de su madre, una hermosa enagua tejida a mano cuyo significado es mágico, con motivos de animales y plantas.
"Todo lo que sucede en este pedazo de tela sucede en la vida real", explica Norma. "Lo que te dijo fue gracias en lengua huichol".
En territorio
A unos kilómetros de la playa, en San Blas, no es inexplicable que esta etnia se mezcle entre los turistas y trate de pasar desapercibida, se asocian más a Real de Catorce o a Durango, pero Jalisco, Nayarit y Zacatecas también son dominio wixarika, el nombre etnónimo que se le dio a los huicholes. Según su historia geográfica, la barranca de Bolaños, en Nayarit, es el lugar que los vio nacer.
Norma guía a la Fiesta del Tambor, uno de los ritos sagrados en el que se canta y danza mientras un sacerdote conversa con las diferentes deidades para agradecer la temporada de lluvias. Después de la ceremonia se comen tortillas azules y se bebe tejuino, hecho a base de maíz fermentado.
En Bolaños, el sonido del tepo (el tambor sagrado) da la bienvenida. Hombres y mujeres han pintado sus rostros y están formados en círculo. Llevan es sus manos unas varas.
Fiesta del Tambor
La Fiesta del Tambor se lleva a cabo todos los años durante noviembre, cuando se le da la bienvenida a la cosecha. Es una sensación como de año nuevo. Antonio Vargas, el guía de la compañía que lo lleva desde Riviera Nayarit hasta este lugar para convivir con los huicholes, explica que el significado de esta ceremonia es de purificación.
Los únicos que participan son los hombres. En el centro, una especie de fogata opaca por minutos la luz de la luna. Huele a copal, a incienso. El líder o chamán al que llaman marakame canta "heyana eii, heyana eii" y sigue el ritmo con una sonaja.
Los demás, frotan con la vara que llevan en la mano sus cuerpos. Se hacen una especie de limpia. Al terminar, al decidir que están libres de pecado, arrojan al fuego lo que queda de la rama. Es estremecedor. Cuando los hombres se retiran del fuego, las mujeres se acercan, se levantan un poco su falda y blusa para recibir el humo. Ahora el olor es como a caña.
Todos por igual agradecen a sus dioses el regalo que la Madre Tierra les ha dado y piden para que no les falte alimento.
El chamán continúa sus cantos y se coloca en los pies la sonaja y un abanico de estambre con figuras de flechas y flores.
Norma lleva en sus manos una cacerolita con tejuino. En esta ceremonia es el elemento principal. Se la hace llegar al chamán, quien moja una flor de color morado en el líquido y rocía con tejuino a todos en señal de purificación. ¡Ahora sí! somos nuevos!, dice.
Al día siguiente, los niños son el centro del jolgorio. Los huicholes colocan un altar con la imagen de la Virgen de Guadalupe y un ojo del dios huichol, un tejido en forma de rombo. Simboliza el medio por el cual el dios Kauyumali ve y comprende los misterios del mundo.
Se colocan ofrendas comida, fruta y veladoras. El tambor se toca de nuevo y el chamán hace su aparición. Con el dedo índice de la mano derecha, sus ayudantes marcan con tizne la mejilla izquierda de cada uno de los niños que tienen no más de 6 años. La marca significa que los dioses cuidarán al pequeño durante su viaje espíritu.
Al caer la tarde, una parte de las ofrendas se consume y la otra se guarda para llevarla en próximos días a Wirikuta, la tierra mágica de los huicholes, en Real del Catorce, San Luis Potosí.
Cuarentena a pie
Don Jesús de la Torre Santiago, artista huichol y cuyos padres y abuelos veía año con año irse durante dos meses, recuerda que sólo le decían que al regresar le tendrían buenas noticias.
"La idea es llegar al paraíso donde viven los grandes padres y madres. Tatei Matinieri, por ejemplo, es la gran madre de las aguas y quien a través del esfuerzo que los huicholes hacemos durante el peregrinar, nos limpia. Mientras que el Tátara, que es el tatarabuelo, nos muestra la vida, él es nuestra referencia principal".
El significado que Wirikuta o El Quemado tiene sobre ellos, es que ahí es donde nació el Sol, su dios, quien los cuida y guía. De ahí la fuerza que la montaña puede llegar a tener cuando uno sube y logra escalarla hasta su punta.
Jesús dice que la peregrinación es espiritual. Que inicia con la purificación del alma, del curandero de la comunidad que luego de unos días de oración, sale a limpiar a los peregrinos quienes caminarán durante 40 días. Pasarán ayunos y tendrán que hacer tareas especiales. "Llevan poco para comer y abrigarse. Su objetivo es ofrecer lo más valioso que tienen para que el espíritu los transforme y guíe su vida para ver al venado". reseña De la Torre Santiago.
Cuando por fin logran subir a Wirikuta, empieza la cacería sagrada del peyote o el Gran Señor Cola de venado.
No se sabe bien, se mezclan de manera misteriosa; estos tres en realidad son uno solo, así que las flechas de caña que fabricaron como ofrenda, son arrojadas al piso arenoso del desierto y como por arte de magia, una familia de peyotes les da la bienvenida. En tanto, el chamán, canta para pedir perdón al venado por matarlo y querer comer su carne. Luego, suplica su bendición para consumirlo e invita a los demás al festín.
Todos se toman de las manos y solicitan esclarecer sus ojos de adentro para poder ver su vida. Algunos lo logran, pero otros tendrán que regresar el siguiente año con más fe. Este peyote que los ha encontrado debe ser transportado hasta las comunidades donde ya los esperan con una nueva fiesta, la de la paz del alma.
Los peregrinos llegan principalmente de Nayarit, otros bajan de Valparaíso, Jerez y Guadalupe, en Zacatecas, y también de Jalisco y del Cerro Gordo de Durango, todos habitan en la sierra, dicen, que para estar cerca de su dios el Sol.
Esta ruta, que trazada en el mapa forma el ojo del dios huichol, ya ha sido inscrita en la lista indicativa de la UNESCO para que se reconozca su valor al igual que sucede con el Camino de Santiago, en España.
PARA CONOCERLOS
- En www.cdi.gob.mxse puede tener acceso al libro Huicholes, del antropólogo vienes Johannes Neurath y descargarlo.
- Un recorrido para convivir con ellos le cuesta desde mil pesos por un día, o tres días por 3 mil 500 pesos. Se realizan todo el año. Se recomienda no llevar falda corta, shorts, ni escotes. Reserve con una semana de anticipación. Sólo incluye transportación. Contacto: 01 (322) 2977 563 o envía un mail a t_vargas@hotmailcom, con Antonio Vargas.
- Visita el Museo Zacatecano con la exposición más importante de arte huichol en México. Se localiza en Dr. Hierro 301 Altos. Centro, Zacatecas. De miércoles a lunes de 10:00 a 18:00 horas. Costo: 20 pesos.
SIMBOLOGÍA
- Flecha. Se utiliza en la mayoría de sus ceremonias. Son su defensa y con ellas cazan. Dentro de la simbología es bordada en cuadros de madera como principal guía para encontrar al venado, uno de sus dioses. Las flechas son colocadas en ofrendas para tener buena dirección en la vida.
* Águila. Uno de los animales mitológicos, además de la ardilla y el conejo. Representa poder y sabiduría. Sus plumas se utilizan para colocarlas en flechas y su figura es bordada en el traje del chamán y en su sombrero. También de sus plumas se hace un instrumento que se utiliza para curar a los enfermos.
* Peyote. Llamado "híkuri", es considerado el alma del venado. Su significado corresponde con su peregrinación anual a la montaña sagrada El Quemado, en Real de Catorce, donde los huicholes deben dejarse llevar por su instinto y abrir su espíritu. Al comer su carne obtienen la iluminación.
CHAQUIRA Es la chaquira la más común de las artesanías huicholas. Se utilizan diminutas cuentas de vidrio para decorar cestas o máscaras y para hacer joyería. Lo que hacen es dibujar lo que han soñado.