"Jef Johnson y la ciencia de la estupidez"

Un clown puede hacerte reír, pero esa no es su intención: no es un comediante. Un clown también puede hacerte llorar... Hasta puede hacer que te suicides.
Jef Johnson, quien ofrecerá dos nuevos talleres de martes a jueves, destaca en una entrevista realizada por Carlos Acuña para la revista digital Reporte Punk, que un clown no representa un personaje, actúa con las vísceras, no piensa. Parece fácil, no lo es, dice. Porque dejar de pensar es una proeza, significa desprenderte de todo y aceptar que, en el fondo, eres un completo idiota, asegura Jef Johnson.
Este hombre grande, de torso amplio, barriga prominente y cabeza rapada, que ha actuado con el Cirque du Soleil y se hizo famoso con el Slava's Snowshow, parece más un monje que un actor o un payaso. Pero cuidado: a Jef no le gusta que le llamen payaso. Porque él no es un payaso, es un clown. No confundir.
A lo largo de dos décadas, se menciona en dicho espacio, Jef Johnson ha encontrado en la estupidez tanto un trabajo como una filosofía que predica por el mundo como si de una religión se tratara. De aspirante a científico pasó a convertise en clown.
Si a Jef Johnson le preguntan cuánto tiempo ha ejercido el difícil arte del clown, él contesta sin dudarlo: 43 años, más o menos. Es decir, el tiempo que tiene sobre la Tierra.
Pero en términos profesionales, podríamos calcular que ha dedicado aproximadamente la mitad de su vida a esta profesión.
Aunque actualmente trabaja en solitario, la fama de Jef se disparó cuando viajaba por todo el mundo como el actor principal de la compañía Slava's Snowshow de Broadway. Ha participado en el Cirque du Soleil y ha dado pláticas, conferencias y talleres para universidades y centros educativos, como el Nouveau Clown Institute; grupos de teatro y festivales internacionales, como el New York Clown Theatre Festival, Camp Broadway, Circo Sentido y Cirko Demente, entre muchos otros.

Clown, término mal entendido
En México el interés por este tipo de arte ha ganado popularidad en los últimos tiempos, cada año los teatros anuncian decenas de espectáculos inspirados en la técnica clown. Pero desde la perspectiva de Jef, tanto en México como el mundo, clown es un término mal entendido porque, en efecto, no se trata de un animador de fiestas, pero tampoco define a un actor detrás de una nariz roja.
Aun así, cuando escuchamos clown resulta imposible no pensar en alguien que viste con ropa extravagante, lleva maquillaje brillante y se hace el torpe en el escenario para hacernos reír.
"Un clown no es un personaje, es la proyección más pura de un individuo. No hace chistes para hacerte reír: los chistes nacen de las circunstancias, de la casualidad, de la interacción con el público. El clown es un estado de conciencia.
Un tipo conciencia en donde la estupidez manda", precisa posteriormente.
"Un clown puede hacerte reír, por supuesto, pero esa no es su intención: no es un comediante. Un clown también puede conmoverte hasta el llanto, o te puede hacer encabronar realmente… Un clown puede provocar que te suicides".

Su formación

Hijo de una familia de campesinos instalada en Houston, Texas, Jef Johnson fue el primer integrante de su familia que quiso estudiar en la universidad. Recuerda que, como todo niño, sus aspiraciones eran demasiado grandilocuentes. Quería convertirse en un genio estudiar física, matemáticas, química, biología, cualquier cosa que lo ayudara a descubrir el origen del universo.
Llegar al clown fue parte de un proceso gradual. Lentamente
empezó a separarse de la ciencia hasta el día de hoy, en que Jef habla de energía y de vibraciones, de una realidad ulterior que gracias al clown logra conectarse en el actor para compartirlo con el público.

Su llegada a México

Desde hace casi dos años, Jef Johnson radica en San Miguel de Allende, Guanajuato, donde no para de desarrollar sus proyectos, además de viajar a distintos estados del país para dictar conferencias e impartir talleres. Es lo que él llama "Laboratorio Clown", en donde enseña su peculiar técnica y filosofía a todo aquel interesado en aprenderlas.
El día de la entrevista, Jef se reúne con la docena de alumnos
inscritos a uno de los muchos talleres que imparte en la Ciudad de México. Algunos jóvenes ya son actores o incipientes directores de teatro; muchos otros no tienen nada que ver con el mundo de la actuación, pero acuden por curiosidad o por recomendaciones de amigos. Casi todos son asiduos a sus clases, pero hay quienes lo siguen con una devoción casi fanática.


TALLERES
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Días 28, 29 y 30, de 9:00 a 13:00 horas.
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Costo: mil 500 pesos más IVA.

INFORMACIÓN
Teléfono 6671 62 00 10 o al correo tobalandia@gmail.com