"La crisis protagoniza la literatura europea"
MÉXICO (UNIV)._ Kostas Jaritos es el jefe del Departamento de Homicidios en la Central de Policía de Atenas, sus últimas dos aventuras han tenido que ver con asesinatos de banqueros y evasores fiscales; con gente anónima que incita a los ciudadanos a no pagar sus deudas a los bancos; con jubilados que prefieren suicidarse para dejar de "vivir en la miseria", con jóvenes desempleados o profesionistas sin oportunidades que se ven obligados a dejar el País.
El comisario griego Jaritos, que es muy honrado y malhumorado, es el protagonista de las novelas negras del escritor Petros Márkaris. Es el mismo que protagoniza la "Trilogía de la Crisis" (Tusquets Editores), una serie de novelas en las que Márkaris quiere abundar en los conflictos morales generados por la situación económica en la Grecia actual. Por eso en medio de la resolución de los crímenes económicos, están los manifestantes, el hartazgo por los recortes salariales, los despidos, los cierres viales y las penurias de vivir contando los euros.
Tras la publicación, en 2010, de la primera novela de Trilogía, titulada Con el agua al cuello, Márkaris vuelve a la carga con la segunda entrega, Liquidación final, que ya circula en las librerías mexicanas y en la que plantea la bipolaridad: los griegos ricos no pagan impuestos mientras que a los griegos empobrecidos por la crisis sólo les queda indignarse ante el escandaloso fraude fiscal.
Márkaris, quien estudió Ciencias económicas, pero optó por la literatura, y es traductor de lengua alemana de autores como Brecht, Goethe y Bernhard, dramaturgo y guionista de cine y televisión, ha dicho que los libros pueden brindar algún tipo de ayuda en tiempos de crisis siempre y cuando se cumplan dos condiciones: "que los literatos comprendan la crisis; que la comprendan en toda su magnitud y con todas sus consecuencias" y "que los ciudadanos no sólo presten atención a las declaraciones de los políticos en los informes diarios de los medios de comunicación, sino que sientan la necesidad de buscar refugio en la literatura".
Pero más allá de Grecia y de las novelas de este escritor nacido en Estambul, en 1937, y que reside en Atenas, en Europa, en los últimos años, han surgido novelas detonadas por la crisis económica. Hace unos días, el español Rafael Chirbes publicó la esperada En la orilla, llamada "la gran novela de la crisis"; José Ovejero, obtuvo el Premio Alfaguara de Novela 2013 con una historia de amor que se sitúa en la recesión y Pablo Gutiérrez lanzó su novela Democracia.
A ellos se suman la obra poética sobre la especulación financiera en las voces de Felipe Benítez Reyes, Pere Gimferrer e incluso Antonio Gamoneda, quien escribirá el prólogo de una antología de poesía "contra la crisis". A la par hay libros de ensayo y crónica, es decir de no ficción, como Todo lo que era sólido, de Antonio Muñoz Molina; El asco indecible, de Miguel Sánchez-Ostiz; Yo, precario, de Javier López Menacho; Liquidación por derribo, de Lucía Etxebarría; y de nuevo Petros Márkaris con su libro de ensayos La espada de Damocles. La crisis en Grecia y el destino de Europa (Tusquets).
Las dificultades económicas son "fecundas"
En mayo de 2010, el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, al recibir el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Castilla La Mancha, afirmó.
"Siempre las crisis dejan una huella muy rica en el ámbito de la creatividad y, probablemente, es lo que va a ocurrir y está ocurriendo" y que las dificultades económicas son "fecundas" para el surgimiento de la cultura y la creación literaria.
Eduardo Mejía, colaborador de EL UNIVERSAL, asegura que si la literatura es reflejo de la vida cotidiana y de las ideas de la época en que viven los autores, "las novelas de los próximos años deberán hablar de la crisis tan profunda que se vive en Europa, como ya lo es la obra de Márkaris, aunque en ésta aún hay cierto humor que se defiende de las condiciones tan apremiantes que sufre Grecia; y en España se revive la atmósfera a ratos sórdida que tuvo la literatura en la época franquista; no es casualidad que Javier Cercas, Almudena Grandes y Juan Marsé, por ejemplo, retomen esos escenarios que muestran desesperanza y desolación, combatidas por la necesidad de libertad".
Su propuesta es regresar a los clásicos, como John Steinbeck en Las uvas de la ira, reeditado recientemente y que describe el éxodo de familias empobrecidas, desempleadas, en busca de chamba donde sea y de lo que sea, con tal de aliviar sus necesidades; las novelas y cuentos de F. Scott Fitzgerald, entre ellos Hermosos y malditos y, sobre todo, Tierna es la noche y El gran Gatsby, donde se muestra que quienes resienten la crisis y el desempleo por la Gran Depresión son los adinerados; y Erskine Caldwell con El camino del tabaco.
En la actualidad, España es el País con actividad literaria en torno a la crisis, no sólo está la literatura de hoy inspirada en la realidad, sino también hay muchas historietas que se suman a partir de humor, como La crisis está siendo un éxito de Manel Fontdevila; Fagocitosis de Marcos Prior y Danide; Andando de Albert Carreres, Alejandro Torres y Daniel Riego; y Españistán y Simiocracia de Aleix Saló.
Incluso el año pasado, durante la XXV edición de la Semana de Novela Negra de Gijón, los participantes reflexionaron sobre el hecho de que los temas vinculados a la crisis social y sus alcances ya habían comenzado a ser parte de las obras de algunos representantes del género. Por ejemplo, el escritor español Carmelo Anaya presentó su libro Baria City Blues, en el que entre otros temas está presente la especulación inmobiliaria del sur de España, que es una de las causas de la crisis económica y financiera en el país.
México y su situación
¿En México existe novela de la crisis? Andrés Ramírez, editor de Literatura de Radom House Mondadori, dice que no.
"en este país hemos vivido en una crisis permanente desde hace mucho tiempo y buena parte de nuestra literatura que se ha gestado surge un poco en ese contexto".
En entrevista, el editor y poeta afirma que hay autores que han narrado más de cerca la marginalidad, la pobreza y las situaciones limite económicas de ciertos grupos sociales. "Están J. M. Servín o Guillermo Fadanelli, o incluso Armando Ramírez con Chin chin en teporocho; como la condición en nuestro País ha sido de crisis permanente, la literatura mexicana ha estado rodeada de esa crisis; incluso creo que muchos autores que escriben literatura de la violencia y el narco también se asemejan con eso, hay una crisis que lleva a narrar esas vida y ese contexto".
La recesión económica ha dado lugar a novelas en la historia de la humanidad y hoy no es la excepción, porque, como señala Ramírez: "Las crisis económicas generan crisis personales, y esas crisis personales generan obras muy destacadas en la poesía o en la narrativa".
Queda la pregunta: ¿hasta qué punto la escritura es capaz de crear imaginarios para entender el mundo?