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"MUSEO DEL JUGUETE"

"La historia de México a través de sus juguetes"

"Lo que antes fue una papelería, es ahora el Museo del Juguete Antiguo de México"
08/11/2015

    MÉXICO (EFE)._ Frente al éxito navideño alcanzado por los videojuegos, las consolas, los muñecos electrónicos y las máquinas a control remoto, un museo conformado por más de 40 mil juguetes antiguos transporta a los nostálgicos a los años felices de su infancia.
    Hace 50 años, el coleccionista mexicano Roberto Shimizu guardó su primer juguete, un coche de metal inglés Rolls Royce gris fabricado en 1940, que, tiempo después, sería la piedra angular para crear el capitalino Museo del Juguete Antiguo de México.
    Junto al Rolls Royce destacan en este museo piezas como la muñeca original más grande de México, de la que también se conservan sus moldes, o la colección de trenes con motor más pequeños del mundo, así como antiguas muñecas de trapo y carritos de madera de más de 100 años de antigüedad.
    Según explicó Shimizu, el local que hoy alberga el museo fue, en la década de los 40 del pasado siglo, la papelería y dulcería de sus padres, quienes en época de Reyes vendían juguetes hechos en México, alguno de los cuales conservaba el coleccionista para sí.
    A mediados de 2004, Shimizu decidió transformar la papelería de sus padres en el hogar de 40 mil juguetes y de un millón de objetos del recuerdo como revistas, disfraces, fotografías o llaveros para que el público pudiera apreciarlos.
    "Verme rodeado de tantísimas piezas valiosas me hizo querer compartirlas para enseñarle a la gente que hubo un México muy feliz y que los niños sabíamos divertirnos con cosas maravillosamente sencillas", explicó.
    El museo, de tres pisos, está dividido en cinco salas en las que los juguetes se pueden observar de acuerdo al material del que están hechos, a su origen o a su época.
    Todos estos juguetes están guardados en vitrinas, acomodados en el suelo y sobre bases de antiguos aparatos reciclados, como calderas, transformadores eléctricos, chasis de automóviles y bombas de gasolina.
    Según Shimizu, a los visitantes los juguetes que más nostalgia provocan son bicicletas, triciclos, patines y carritos.
    "Con este tipo de juguetes aprendimos a compartir, a jugar en sociedad, algo que hoy los niños ya no saben o han olvidado", dijo el coleccionista.
    Hace 30 años, el coleccionista dejó de adquirir juguetes y se esfuerza desde entonces por sacar a la luz piezas que no ha podido aún exhibir.
    La industria juguetera mexicana se inició en los años posteriores al término de la Segunda Guerra Mundial con el invento de la inyección de plástico y los moldes de acero. Sin embargo, a partir de los años 80 comenzaron a importarse juguetes de todo el mundo, y con ello, la industria mexicana desapareció, se lamentó Shimizu, quien intenta desde su museo prolongar la vida de los juguetes antiguos, hechos en este País.

    UN VIAJE A LA INFANCIA
    Frente al éxito navideño alcanzado por los videojuegos, las consolas, los muñecos electrónicos y las máquinas a control remoto, el Museo del Juguete Antiguo de México, conformado por más de 40 mil juguetes antiguos, transporta a los nostálgicos a los años felices de su infancia.

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