Debido a la altura de una elevada colina en la cual estaba asentada la ciudad de Pérgamo, algunos especulan que eso dio origen a su nombre, que viene ha significar torre o elevación, en cambio otros hacen alusión que este término significa matrimonio mixto, lo cual sería una alusión analógica del ambiente de convivencia entre paganos y cristianos, presente en ese lugar.
Según una legendaria historia, la ciudad de Pérgamo fue fundada por Pérgamos, hijo de Neoptólemo y Andrómaca, paso después al dominio de los lidios, los persas y los macedonios, cuando fue conquistada por Alejandro Magno, siendo siempre un centro de gran importancia en la región.
A la llegada del dominio de los romanos Pérgamo reafirmo su importancia estratégica en la provincia de Asia Menor.
La ciudad de Pérgamo albergó la que sería considerada la segunda más importante biblioteca de su época, solo después de la de Alejandría, llegando a contar con más de 200 mil volúmenes y debido a esto, se dice, empezó a rivalizar con ella, por lo cual se le empezó a limitar el envío de papiro, un elemento esencial para la elaboración de la escritura de los volúmenes,
Por esta razón fue en Pérgamo en donde incremento y se popularizó el uso del pergamino, que consistía en el tratamiento de la piel de cordero o de otros animales, como un material más asequible y con algunas ventajas frente al papiro, como la de ser más duradero y de mejor calidad, ventajas tanto para el escritor, como para el lector. Por ello se le conoció como Pergamino, derivado del nombre de Pérgamo.
El Imperio Romano no tenía inconveniente en aceptar las prácticas religiosas de los diversos pueblos bajo su dominio, pero si empezó a chocar cuando los emperadores empezaron a exigir el culto a su persona los cual se enfrentó con la religiosidad cristiana, sustentada en el monoteísmo, lo cual empezó causar serias dificultades y persecuciones, como ya había ocurrido con los judíos.
San Juan en el libro del Apocalipsis, junto al elogio, hace también un fuerte señalamiento, llamando a la ciudad como la sede de Satanás, una alusión a la presencia del culto pagano en ese lugar y la tentación de algunos cristianos a seguirlo, atraídos por conveniencias materiales, esto se acentuó con el culto al césar ahí imperante.
Algunos gobernantes romanos tenían el derecho de sentenciar con la pena de muerte, lo cual se le conocía como Ius Gladis y eso era una amenaza para los cristianos a lo cual el apóstol argumenta que Cristo tiene la verdadera espada de doble filo, con la cual se alcanzaría la victoria final.
San Juan exhorta a la toma de conciencia del reto de vivir la fe en todas las circunstancias y aunque muchos sucumbirán, al final quienes perseveren tendrán el evaluable mérito de haber vencido, en nombre de Jesús, en el mismo lugar donde se asienta el trono de Satanás.