"'La noche en que Frankenstein leyó el Quijote'"

Cecilia López

La literatura está llena de historias mágicas. Las novelas relatan hechos que invitan al lector a imaginar, soñar, viajar, reflexionar, sentir... pero hay historias íntimamente vinculadas a esas creaciones literarias que no podemos leer en sus páginas y eso es lo que cuenta el escritor Santiago Posteguillo en su libro "La noche en que Frankenstein leyó el Quijote. La vida secreta de los libros".

De manera amena y ágil, Posteguillo nos lleva a una especie de "detrás de cámaras", o más bien, "detrás de las letras", de algunas de las novelas más importantes de la literatura universal, de la vida de sus autores y de las circunstancias que los llevaron a crear algunas de sus más grandes obras.

Son 24 relatos que hablan de la historia de las letras, de rechazos literarios, persecuciones, guerras, novelas perdidas y autores ocultos. Premios no concedidos o discursos escritos completamente en verso, como el de José Zorrilla cuando finalmente aceptó ingresar a la Real Academia Española.

Historias como el rechazo por parte de una importante editorial de la novela "Orgullo y prejuicio" (que en un primer momento se llamó "Primeras impresiones"), la más célebre obra de Jane Austen; el origen del orden alfabético, tan utilizado hoy en día en las bibliotecas; así como la creación, en apenas 26 días, de "El jugador", famosa obra de Dostoievski, son algunas de las que se pueden encontrar en este libro.

Posteguillo también habla del asombro que sintió el editor de Antoine Saint-Exupéry al leer el manuscrito de" El Principito", un libro completamente atípico en relación a las novelas que había escrito con anterioridad el autor.

"Ni siquiera sabía si quería publicarlo o no. Pero entonces llegaron las noticias: Antoine había caído en el frente europeo. El piloto de pilotos, uno de los aviadores más audaces de la historia, a la par que un escritor difícil de clasificar, había muerto. El editor se quedó mirando aquellas páginas. Era su testamento literario. Antoine siempre había cumplido. Incluso si el texto era extraño, merecía ver la luz", relata.

El llamativo título de la obra de Posteguilllo se basa en las noches en que Mary Shelley escuchó la lectura del "Quijote" de voz de un amigo y terminó enamorándose de la obra de Cervantes. Curiosos y no imaginados paralelismos entre "Frankenstein" y la obra maestra de la literatura española salen a la luz en el relato, como coincidencias en la técnica narrativa (con múltiples narradores) y una referencia a "Sancho Panza" en el prólogo de la célebre historia de ciencia ficción.

También el paso de Miguel de Cervantes por la cárcel y el surgimiento de su célebre obra son parte de los relatos que el autor engarza con pinceladas de actualidad.

"Ahora esa misma cárcel sevillana tiene una placa, justo en la esquina de la calle Sierpes con Francisco Bruna, que reza 'En el recinto de esta casa, antes cárcel real, estuvo preso (1597-1602) Miguel de Cervantes Saavedra, y aquí se engendró para asombro y delicia del mundo 'El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha'...'"
La muerte y posterior vuelta a la vida, gracias al clamor público, de "Sherlock Holmes"; la polémica sobre la autoría de las obras de Shakespeare, la oculta relación literaria entre Auguste Marquet, un desconocido escritor, y Alejandro Dumas, autor de Los tres mosqueteros, son otras de las historias detrás de las historias que Posteguillo invita a descubrir.

Al final de su obra, el autor se aventura a dar su postura sobre el futuro del libro impreso en "El libro electrónico o el pergamino del Siglo 21", un debate que podría remontarnos al pasado, cuando justamente el libro impreso dejó atrás a los pergaminos.

La realidad es que, sin importar el soporte, la necesidad de contar historias siempre será parte de la naturaleza humana y esas historias siempre tendrán una historia detrás, como los relatos de este libro.