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"La podredumbre del poder mexicano"

"Jorge Zepeda Patterson hace una brillante presentación en la FeliMaz de su primera novela, "Los corruptores""
15/11/2015 07:06

    MAZATLÁN._ La brillante inteligencia del periodista Jorge Zepeda Patterson quedó de manifiesto durante la presentación de su primera novela, Los corruptores, en la FeliMaz. 

    Zepeda Patterson incursiona en la literatura para ofrecer una radiografía del la podredumbre del sistema político mexicano, sin olvidarse de la calidad artistica que debe tener la narrativa. 

    Muchos lo han intentado, el autor del libro utiliza las herramientas del periodismo, su experiencia en las altas esferas de la política, para escribir lo que en ningún periódico o noticiero se puede publicar, porque es información "of the record", sin declaraciones que la respalden. 

    El libro fue comentado y presentado por los periodistas de Noroeste, Guillermina García y Ariel Noriega, que revelaron que Zepeda Patterson es de Mazatlán y que es un periodista con una larga y sólida carrera que le ha valido el respeto del gremio a nivel nacional. 

    Ha trabajado en El País, fundó y dirigió los periódicos Siglo 21 y Público, en Guadalajara, ha sido director de El Universal, es columnista del periódico Noroeste y dirige el sitio de noticias SinEmbargo.mx 

    Noriega habló de la cuidada estructura y la fluidez con la que está escrita esta novela coral, contada por cuatro personajes, un grupo que se autonombra Los Azules, que se conocen desde que fueron compañeros de secundaria y que ahora están colocados en lugares estratégicos, lo que les permite acceder a información y tener contacto con diferentes esferas del poder en México. 

    Guillermina García le pidió al escritor que hablará sobre su vivencia de saltar del periodismo a la literatura.
    "Antes que ser periodista soy un lector voraz de narrativa, algunos de mis mejores momentos los he experimentado viviendo las vidas de los personajes de algunas novelas, siempre me pregunté si sería capaz de construir una novela, era una asignatura pendiente", explicó. 

    "Por otro lado, buena parte de mi carrera la he pasado obsesionado con dar a conocer que pasa con el poder en México, exhibir las lacras, los vicios públicos, los excesos y exabruptos de los gobernantes". 

    El autor de Los corruptores ha escrito otros libros que son una especie de ensayos sobre la clase política.
    "Mis otros libros trataron de arrojar algo de luz sobre lo que hacen esos, que, casi siempre, impunemente nos gobiernan: Los suspirantes es un intento de construir el perfil de los que aspiran al poder; Los intocables, son personajes que viven por encima de las leyes; otro se llama Los amos de México, que aborda a esas 12 familias que son los dueños de México, como los Slim y los Azcárraga, que son transgeneraccionales. Los gobernadores y presidentes van y vienen, pero esas familias siempre están ahí", señaló. 

    "Esos libros son un intento de explicar lo que esta ahí y no vemos. El periodismo es necesario, pero no es suficiente, lo necesitamos, pero no agota el fenómeno, hay aspectos en el poder que es muy dificil cubrir por la vía del periodismo. Cuando un reportero va a la Cámara de Diputados y pública la nota, en realidad lo que vio es una puesta en escena de lo que se decidió una semana antes en una comida en un restaurante de las Lomas de Chapultepec por parte de un par de coordinadores de partidos, dos empresarios y un ministro". 

    Comentó que aunque el periodista se entere de lo que sucedió, nunca lo puede publicar, porque no tiene quién le haga una declaración, o no hay manera de documentar la información. 

    "De esa manera vas acumulando información de lo que verdaderamente pasa y que no tiene una salida periodística. En esa medida se fue creando en mí una pulsión, una necesidad de decir cosas que al emparejarse con mi deseo de escribir una novela, me permitía dar a conocer toda esa información", dijo. 

    "Me di cuenta que un thriller político como el de Los corruptores me permitía dar cuenta, decir lo que pasaba detrás, en las bambalinas del poder, comentar eso que no se ve en los periódicos, por más que los reporteros queramos hacerlo".

    La historia
    La novela inicia con el asesinato de Pamela Dosantos, una actriz que Zepeda Patterson reveló que se imaginó que era una mezcla entre Maribel Guardia y Galilea Montijo, un objeto de deseo de muchos mexicanos. 

    "Cuando aparece asesinada genera un boom informativo y cuando se revela que tiene un vínculo con la Secretaría de Gobernación se convierte en una crisis para el régimen y esto me permite ventilar muchos secretos de Estado, que se van conociendo a través de la historia y que son un fiel reflejo de cosas que suceden en la política real y que los periodistas no hemos podido dar a conocer a través de los medios". 

    Zepeta Patterson mencionó que en su trato cercano con políticos se ha dado cuenta que ninguno de ellos siente que es corrupto, porque si no fuera así, no podrían ni darle los buenos días a sus hijos y que si roban un millón de dólares se justifican pensando que otro se hubiera robado 10 millones.

    Ficción y realidad
    Noriega comentó que el escritor mezcla personajes de ficción y de la realidad.
    "Es una manera de expresar aspectos de la vida que realmente están sucediendo en México y que el lector, al relacionarlo con los nombres reales, siente que las historias no son de otra realidad, y que en efecto están sucediendo en nuestro Pais", comento Zepeda Patterson. 

    "La intención de elegir cuatro protagonistas fue revelar una realidad de la política desde cuatro diferentes puntos de vista: la del periodista, la del profesor universitario, la de la presidenta del PRD y de Jaime, jefe de los Servicios de Inteligencia. Cada uno está viviendo la persecución de los poderes que tratan de acallar los secretos de Pamela Dosantos, que crea incomodidades entre los poderes fácticos". 

    Guillermina García señaló que la novela tiene el acierto de estar atravesada por una historia de amor, que circula en la novela como un elemento central. 

    "Lo hice porque una novela debe ser atractiva para un lector de narrativa, mi deseo era que se sostuviera como tal y que no fuera un panfleto político, creo que se logró, porque está siendo traducida al italiano, portugués y francés", explicó Zepeda Patterson. 

    "A los editores les gustó la historia humana que está inscrita en ella, los capturaron los personajes, estoy satisfecho con el resultado literario, que juega con el lector que se puede identificar con estos personajes porque los siente de carne y hueso".