"La selva en bicicleta"

MÉXICO(UNIV)._ El sak beh, camino blanco que utilizaban los mayas y que era iluminado por la luna, se abre ante nuestros ojos. Los pies están ansiosos por darle velocidad a los pedales e internarnos entre la selva para explorar la zona arqueológica de Cobá, que llegó a su esplendor entre los años 600 y 900 de nuestra era.
Hay triciclos para dos personas, les llaman las "limusinas mayas", pero yo he elegido una bicicleta todoterreno. Hay 32 caminos a elegir, pero decidimos seguir las señalizaciones que nos llevan a Nohoch Mul, la estructura maya más alta, por encima de El Castillo de Chichén Itzá, en Yucatán.
En el camino se atraviesan mariposas de diferentes tamaños y colores. El sol hace que brillen las telarañas. Las chicharras cantan. Los árboles nos obsequian sombra.
Dos kilómetros nos separan de la pirámide y nuestro guía nos advierte del alux. Dice que es un duende maya que cuida los campos y los sitios arqueológicos. A veces se aparecen en forma de animales. Cuenta la leyenda que las iguanas que merodean las pirámides, son aluxes, las cuidan de nosotros los humanos. También suelen hacer bromas a los turistas.
Nos detenemos en el juego de pelota y también en algunas estelas con inscripciones jeroglíficas que narran sucesos importantes. Los pies se vuelven apoderar de los pedales y vamos directo a las grandes construcciones. Aunque a Cobá lo componen más de 6 mil 500 estructuras, sólo se encuentra descubierto 5%.
Las bicis deben estacionarse unos metros antes de Nohoch Mul. Respiro hondo. No miro hacia arriba porque sé que me puedo arrepentir. Empiezo a subir de lado y en zig zag, como sugiere el guía, y la vista siempre en el escalón que voy pisando, tan delgado que no cabe el pie.
No fue tanta la tortura ni el cansancio. Ya estoy en la parte más alta de la pirámide. De frente, la selva mexicana y las crestas de algunas otras pirámides. A un lado la laguna de Cobá y abajo los turistas. Un tucán sobrevuela el cielo, nuestro guía se sorprende pues no es común verla, la caza furtiva exterminándola.
Hay rastros de pintura amarilla, azul y roja en las paredes. Dicen que todos los basamentos estaban pintados. En el sitio aún existen los árboles de donde extraían los colores.
Descendemos casi a gatas la pirámide de Nohoch Mul, sujetándonos de una cuerda. Los mayas la subían y bajaban corriendo. Después montamos las bicis y seguimos por los caminos blancos.
Nos detenemos frente a un árbol. Tallo con mi dedo su corteza que suelta un tono amarillo. Deslizo el dedo en mi libreta. El guía dice que podrán pasar 100 años y el color seguirá ahí. 

La guía

* Cómo llegar. Desde la central de autobuses en Playa del Carmen se toma el autobús ADO que sale a las 8:00 y 9:00 horas. Te traslada directamente a la zona arqueológica y te lleva de regreso a "Playa" a las 15 horas. Costo de boleto redondo: 160 pesos. Cobá se localiza a 20 minutos de Tulum y a 50 de Xel-Há.
* Entrada general 45 pesos. Los domingos es gratuita. Renta de bicicletas dentro de la zona arqueológica: 100 pesos.