Las cosas que suceden en la comida familiar
Con el estilo de vida que llevamos en estos tiempos se complica que las comidas se puedan hacer en familia, porque difícilmente nos ponemos a pensar en los beneficios que podría darnos ya que siempre estamos en las urgencias, pues me permito darles algunos argumentos sobre el beneficio de tener por lo menos una de las comidas en familiar al día.´
Igual si no tenemos el propósito y la convicción de aprovecharla puede ser un caos del que más se antoje huir, pero desaprovechar esas oportunidades no debería ser la norma, no están los tiempos como para dejar pasar oportunidades, el punto está en organizarse en ser conscientes de la necesidad, de que es lo realmente importante, porque la idea de formar familias es que lo sea, además ver que funcione como una familia interesada en que de ella salgan buenas personas que contribuyan al bien común.
Lo mejor es comenzar desde el principio mientras nada más son dos es conveniente que sin prisas ese tiempo sea sagrado, hay que organizar la vida y otras actividades, debe ser el lugar de compartir no solo los alimentos en paz y armonía, también para comentar acontecimientos, para hacer planes, lo que sucede en su día a día, para conocerse mejor.
Las buenas costumbres no tardan mucho en hacerse hábito y sentirse su necesidad, de modo que si no se adquirió la costumbre desde el principio nunca es tarde aunque cueste más trabajo se puede lograr, porque la idea es ser un poquito mejor que ayer cada uno de los miembros, solo hay que explicar sin demasiado bla bla bla. Asi va a funcionar esto porque es importante y lo necesitamos todos.
Hoy con el nuevo estilo generalmente la cocina esta junto al lugar de comer tradicionalmente la cocina es el centro del hogar a veces ni siquiera hay otro espacio para trabajar y hacer tares escolares, entonces el momento de preparar y disfrutar la comida puede ser un punto de encuentro familiar y un tiempo de compartir conversaciones enriquecedoras para todos un momento de agradecer a Dios lo que nos da y que permite alimentar nuestro cuerpo y alma, si no se han percatado del valor que tiene sentarse a la mesa es el momento de reflexionarlo.
¿Cómo aprovechamos el tiempo entre fogones? Sin darnos cuenta platicamos, aparecen confesiones, secretos, deseos y hasta las cosas mas livianas del día se comentan preparando la comida. Se disfruta el tiempo repasando lo hecho en el día y las preguntas que nos asaltan
Sin darnos cuenta el preparar la comida nos da tiempo con nuestros hijos o nuestros padres que generan un vínculo que se escenifica en la mesa, fomenta la colaboración y el trabajo en equipo, saber cómo entre todos podemos ayudar para preparar un buen plato o postre, que no caiga todo el trabajo sobre una persona mientras se lavan platos se sigue platicando, bromeando y se termina más rápido si cansancio y se refuerzan los vínculos y sobre todo lo más importante compartir tiempo en familia.
Sin mucho esfuerzo nos damos cuenta por donde va la cabecita de cada hijo, sus gustos, sus miedos, sus antojos, sus amistades, ilusiones, metas, etcétera.
Sentarnos a la mesa no es solo sentarse a comer, es un lugar de encuentro en el que todos nos ponemos al mismo nivel y nos miramos a los ojos, algo que no sabemos hacer mucho pues los tenemos en las pantallas. Sentarnos a la mesa redonda o cuadrada nos hace encontrarnos, mirarnos, poner nuestra mirada en los otros, naturalmente es tiempo fuera de aparatitos o televisores, no pasa nada si no revisamos si se apaga para que no suene cada que alguien dice cualquier cosa.
La comida en familia además es una escuela de buenas maneras que necesitamos todos si queremos saber desenvolvernos en otras circunstancias y lugares, ahí cultivamos el respeto, la escucha o el servicio. Solo el hecho de sentarnos a la mesa la hora que convenga hace que llevemos un horario, una rutina, que paremos nuestras actividades para reponer fuerzas, cargar baterías.
No es solo la hora sino el orden de los platos hay un primero un segundo y tal vez un postre, algo habitual con lo que sin más trámites ni discursos estamos enseñando a los más pequeños disciplina y aceptación de las reglas del juego. Todo tiene un orden y ese orden es así porque tiene sentido solo de esa manera.
En la mesa surgen algunas de las mejores conversaciones, sentarnos frente a otros invita a compartir con quienes estamos, pensamientos, anécdotas, que enriquecen la relación y ayudan a llegar al fondo de muchas cosas, historias de abuelos a nietos, inquietudes entre los hermanos o proyectos con los padres, conversaciones que surgen al hilo de cualquier gesto que se ve y reconoce porque todos estamos sentados a la mesa manteniendo un diálogo común.
Aquí lo dejo si no me voy a pasar mucho, es un tema de lo más importante para tener una buena familia funcional y también de lo más descuidado.