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"Legenda"

"'Nadie sabe todo. Nadie ignora todo'"
07/11/2015 13:33

    Miguel Sandoval Fernández

    La relación entre el significante (que es un signo o un vocablo aceptado convencionalmente por la sociedad para describir un objeto y su significado.
    Es decir que la relación entre el significante y el significado es un sistema convencional que nos sirve para comunicarnos e informarnos: a pesar de que existe lo que se llama polisemia, es decir, que una misma palabra puede tener varios significados y que sirven para enriquecerla, hacerla más flexible y un motivo para la creatividad del hombre.
    Pero si una palabra conocida es usada frecuentemente o nunca se correlaciona con el significado que a veces significa acción, o que vuelve como un objetivo, una promesa que nunca ha sido cumplida, pierde la vida en este lenguaje ya que este es un sistema vivo cambiante, creación de la mayoría de la población los grandes oradores, prometedores, olvidan que el lenguaje es una estructura cambiante en el curso de la historia y no le dan importancia por el hábito cotidiano que nos mueve.
    La convención puede ser implícita o explícita y este es uno de los límites, si bien imprecisos, que separa los códigos de la ciencia o de la técnica de los códigos poéticos, la noción de convención implícita sigue siendo relativa, tiene clasificación, puede ser unánime, fuerte, contrictiva.
    Es casi absoluta en un código como la notación química, la lingüística, la algebraica.
    Sigue siendo fuerte en protocolos de cortesía, en la interpretación de los actores, con una retórica estereotipada e implícita, que una cultura rígida puede convertirse absolutamente casi en pura adulación y el sólo hecho de pensar diferente y al expresarse este o no existen las condiciones permitidas, se presenta la cultura del silencio.
    Aquí son las personas especialistas las que inculcan un programa a cumplir a una conducta pero desgraciadamente el especialismo puede caer dramáticamente en la especialización y volver su conocimiento como un hecho absoluto que no amerita ninguna pregunta, ninguna interrogante y vaya a saber usted si se opone a dicha verdad que se dice tener o lo consideran un irreverente.
    Recordando a Ivan Illche, recordé el título Nadie sabe todo, nadie ignora todo, debido a que nunca se toman en cuenta los conocimientos que tienen las personas, por ejemplo un campesino, un alabañil, o su experiencia cuando presentan un proyecto para mejorar la ciudad, dicho proyecto se lo imponen de una manera autoritaria y paternalista y usted es un testigo de que tantos proyectos que nos presentan en México no se llevan a cabo porque no toman en cuenta la dinámica de la discusión, a la gente que creen ignorante pero que tienen un conocimiento que nunca lo han dejado expresar, nunca entran en la cultura de las comunidades y el problema de resistencia que presentan los trabajadores es debido a un aspecto cultural y los recursos que se dan se pierden en un laberinto de movimientos buroráticos autoritarios, no toman en cuenta la subjetividad de las organizaciones.
    Estas personas captan que el lenguaje trillado y diario de los que se dedican a ello, deben conocer que las personas a las que se dirigen saben bien que las palabras no tienen ningún significado, son mentiras y esto lo saben por un lenguaje extralingüístico que no se comprende su mecanismo o que no ha sido estudiando su mecanismo.
    Es raro que se usen las palabras generativas: son palabras que despiertan motivación y energía solidaria para los hechos y cuando estos hechos son para intereses generalizados y no para intereses muy particulares de quienes los engañan con palabras.
    Existen personas en el mundo, no con el mundo. Queremos humanizar un mundo donde nosotros mismos no hemos alcanzado la humanización resultado de la educación bancaria que hemos recibido desgraciadamente.