"Llega la mística de Franz Lizt"
MAZATLÁN._ El compositor húngaro Franz Liszt plasmó en su obra de juventud, su azarosa vida social y amorosa, alegre, brillante, un canto a la vida de gran calidad.
Después de la muerte de sus hijos se recluyó en un monasterio en Roma, en donde compuso una obra mística, nostálgica, que fue presentada en el concierto que ofreció el pianista Manuel Delaflor, como parte del programa del Festival Cultural Sinaloa.
Las cualidades del periodo romántico, del que Liszt fue uno de sus representantes más destacados, estuvo presente en la obra que Delaflor interpretó en la primera mitad del concierto: la Sonata en si Menor 178, que en sus tres movimientos acerca al escucha a un mundo de sonidos que lo remiten a la añoranza, a la aspiración de sentimientos exaltados que se convierten en un drama que cautiva a los escuchas.
El periodo místico de Liszt estuvo representado en la segunda parte del programa por una obra melancólica, Consolación No 3, que tiene cantos de amor así como de paz, que desembocan en la aspiración de aliviar el dolor del espíritu.
Le siguió la Ballada en Si menor No 2, en el mismo tono que Consolación. Cuando terminó dio inicio la obra Funerales, de la que el intérprete mencionó que los académicos de la música deducen que, aunque no existe ningún documento que lo pruebe, la obra fue dedicada a la muerte de Federico Chopin, porque uno de los fragmentos tiene el carácter de la Polonesa Heroica del compositor polaco.
El concierto cerró con un aliento de alegría, el pianista interpretó con el ímpetu que demanda la Rapsodia Húngara No 6, una vorágine de sonidos que envuelve al escucha, contagiándolo de una potente energía.
Liszt compuso 15 rapsodias, la que tocó el concertista del Instituto Nacional de Bellas Artes se caracteriza por la nobleza grandilocuente de su primer movimiento, le sigue una danza rápida, que recuerda el ritmo alegre de la música gitana, que siempre entusiasma al público, llega el lamento con un tono nostálgico, que se une con una cadencia rápida que da paso a una danza alegre y bulliciosa.
Manuel Delaflor ha sido solista de las principales orquestas mexicanas y en el extranjero ha tocado acompañado por las sinfónicas de Montreal, Moscú y Guatemala. En 1989, realizó por primera vez el ciclo de las 32 Sonatas para piano de Beethoven
EL ARTISTA
El pianista Manuel Delaflor pertenece al grupo de concertistas del Instituto de Bellas Artes.
En 1989 realizó por primera vez el ciclo de las 32 sonatas para piano de Beethoven.
En el concierto que ofreció en Mazatlán, dentro del programa del Festival Cultural Sinaloa, interpretó "Sonata en Si Menor 178", "Consolación 3", "Ballada en Si Menor 2", "Funerales" y "Rapsodia Húngara 6".