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Columna

Lo que sí hay que dar a los hijos

EDUCACIÓN EN LA FAMILIA
24/11/2022 12:30

    La realidad es que los padres se preocupan más por darles cosas en lugar de lo que verdaderamente necesitan, no solo para ser felices en el momento que suele durar poco, sino para que su vida entera sea feliz y la de los que les rodeen también.

    De entrada necesitan una buena familia con buenas relaciones y buena comunicación.

    “La familia es el lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no en una oficina, ni un comercio ni una fábrica, sino en la familia” (Chesterton) para acabar pronto es el mejor lugar para nacer y morir rodeados de quienes nos quieren.

    Y en esa familia tendrán costumbres que modelan y dan contención, es decir modelan una personalidad atractiva que les abra las puertas y los corazones por donde la vida les lleve, personalidad positiva, abierta, alegre, con valores y virtudes, es decir lanzar al mundo personas con las que todos tengan ganas de estar, trabajar, convivir, con criterios claros y valores trascendentes.

    La familia da además las raíces, que son la pertenencia, la seguridad, confianza, que evitan que nos vuele cualquier viento, cualquier ideología o moda, nos regresan a donde recargar pilas, recobrar la paz, a acomodar el alma acongojada, y donde compartir alegrías. Raíces si tenemos que dar a los hijos, con historias de la familia de los abuelos y los padres como era la vida en esos tiempos, las costumbres, las fiestas, travesuras, anécdotas, fotos, todo.

    Cuando un niño recibe un mensaje de forma socializada a nivel familiar; cuando escucha un comentario o un consejo dirigido hacia un hermano se identifica con él y lo incorpora como propio.

    La reunión en torno a la mesa es un momento privilegiado de intimidad familiar, no solamente se va a comer sino que es un encuentro de enriquecimiento para todos, donde se va fraguando el espíritu de familia.

    Pero hay que poner las condiciones de que esto suceda, en primer lugar cuidando ese momento, creando el ambiente; apagando el televisor, dejando lejos los celulares no recibir llamadas, procurando cumplir un horario, si no todos los días en la comida que sea en alguna de ellas como la cena, por lo menos sábados y domingos, diario en vacaciones hay que recuperar, sentarse a la mesa vestidos a menos que estén en la playa, y que se avise si no se puede llegar.

    Con pocas reglas se está remarcando con hechos la importancia de la reunión: a la mesa no se va solo a comer, también `para compartir un momento especial familiar, intransferible, propio de comunicación donde se aprende unos de otros y se cuentan experiencias del día.

    Los padres en la mesa familiar como directores de orquesta, dando intervención a unos y otros, corrigiendo lo que hay que corregir o motivando la conversación, ejemplos para que la reunión sea eficaz:

    1- Aprendizaje de modales relativos a comportamiento en la mesa. Manos limpias, no hablar con la boca llena, no apoyar los codos, como tomar los cubiertos usar servilleta, comer lo que se sirve, esperar que todos terminen para levantarse, pedir lo que se necesita no tirarse sobre la mesa, ofrecer pan y agua al de al lado.

    2- Enseñarles a hablar hablando contándoles anécdotas o sucesos propios de ese día, comentarios y noticias del día, acontecimientos e historias familiares, alguna opinión de los programas de Tv, de deportes o política, chistes.

    3- Dar participación saber preguntarles para que cada uno cuente lo mejor que le paso en el día o lo peor, las dificultades que ha tenido, las alegrías y tristezas, como le fue en los deporte, estudios y amigos, sobre los programas que le gustan, lo que espera del día siguiente.

    4.- Motivos para premiar, aprovechar la presencia de todos para felicitar, por buenas notas, por jugar independientemente de los resultados, por el esfuerzo en el estudio, por las habilidades personales, por los encargos (tareas en casa) realizados, buscando recalcar con astucia elementos positivos que caractericen o aparezcan en cada hijo.

    Las comidas de antes en las que los hijos tenían prohibido hablar no servían antes menos hoy, antes era más fácil estar todos en la hora de comer hoy hay que hacer ajustes, pero no dar por imposible.

    Lo siguiente que deben dar son alas, pero no de aves de corral sino de águilas que puedan llevarles alto y lejos, a conquistar sus sueños, sus ilusiones, sus metas, entonces hay que ayudarles a encontrar esas ilusiones y metas, porque parece que hoy todos quieren ser influencers, algo para lo que no tengas que esforzarte ni estudiar muchos años.

    Descubrir sus talentos es importante, en una de esas sí logran dedicarse a eso que les ilusiona y vivir de eso, sin mucho estudio pero si con mucha practica que además gusta hacer. Pero si la motivación es hacerse ricos rápido, quizás se tenga el talento pero no la ética que va unida a una personalidad con valores morales claros y fuertes: responsabilidad, honradez, orden, fortaleza, generosidad, sinceridad, respeto, perseverancia, justicia, paciencia, laboriosidad, prudencia, flexibilidad, comprensión, sencillez, civismo, patriotismo, sobriedad. Estas son las alas, con esto se forma la personalidad, el carácter, para que el temperamento sea el que sea, no sea el que domine no siempre para bien. A los tóxicos nadie los quiere cerca.