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"MÚSICA"

"Mexicano sube a La Scala de Milán"

"Arturo Chacón-Cruz será el quinto tenor connacional en presentarse en ese reconocido escenario; alternará con Ramón Vargas"
10/11/2015 06:02

    MÉXICO (UNIV)._ Arturo Chacón-Cruz tiene 34 años. Nació en Sonora, en una familia muy musical. Su madre le enseñó a tocar el piano y de su padre aprendió a tocar la guitarra. Desde pequeño le gustaba cantar, a los 6 años ganó su primer concurso de canto, pero jamás imaginó que lo haría profesionalmente. Decidió ser ingeniero industrial y entró a la universidad.
    La música lo seguía llamando y se unió a un grupo de mariachis. Pero fue su madre quien le sugirió que dedicara su vida a la ópera; él no estaba seguro de hacerle caso porque poco o nada sabía del bel canto, sólo tenía como referencia algunos conciertos del tenor Plácido Domingo transmitidos por televisión.
    Un día fue a la clase de canto con el maestro Jesús Ríun, un cubano que impartía cátedra en la Universidad de Sonora. Se sintió emocionado, le fascinó la idea de aprender a cantar con técnica y en otros idiomas.
    El maestro lo convenció de dejar la carrera de ingeniería y empezó la licenciatura en canto.
    Este mes, Arturo se convertirá en el quinto tenor mexicano que pisará La Scala de Milán, catedral de la ópera en el mundo. Además, por primera vez en la historia del teatro italiano, dos mexicanos alternarán el protagónico: el joven sonorense y el experimentado Ramón Vargas.
    En entrevista telefónica, desde Milán, Arturo cuenta que asistió a un curso que impartió el maestro Enrique Patrón de Rueda en Mazatlán. Ahí terminó por entusiasmarse y se mudó a la Ciudad de México para empezar su carrera como cantante profesional.
    "Entré a SIVAM (Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano) y canté en el Palacio de Bellas Artes. A partir de esta experiencia pude conocer a muchos couches y maestros internacionales, me fui desarrollando técnicamente y pude aprender a creer en mí mismo. En 2000 me fui a audicionar a Estados Unidos y conseguí mi primera oportunidad en el extranjero, fui a cantar con una compañía de Nueva York, hice como 60 conciertos durante tres meses. Me recomendaron en un instituto de ópera de la Universidad de Boston y me fui para allá", cuenta.
    El concierto en el Palacio de Bellas Artes fue un parteaguas en su carrera porque comenzó como barítono y en esa ocasión Plácido Domingo se acercó a él para decirle que su voz se parecía a la suya cuando era joven e iniciaba su carrera. "Intenta ser tenor", le dijo entonces.
    "Me fui a Boston con esa inquietud, tardé año y medio para la transición. No fue fácil, me daba miedo ser tenor porque los agudos son muy difíciles, la cuerda de tenor es la más complicada. Irme a Boston representó la oportunidad de hacer el cambio de una manera muy segura. Después empecé a audicionar y rápidamente tuve buenas respuestas, sobre todo de las óperas de San Francisco y de Houston. Ahí me dieron oportunidades de aprendiz, estuve de 2002 al 2005, año en que llega Operalia", explica el cantante mexicano.


    El resultado de un esfuerzo
    En abril de 2005 conoció a quien se convertiría en su mentor y gran amigo: Ramón Vargas. Después de tomar algunas clases con él, se sintió seguro para competir en Operalia, el concurso internacional fundado por Plácido Domingo; ganó como mejor cantante de Zarzuela. Además, obtuvo la Beca Ramón Vargas de ProÓpera.
    El resto, dice, es historia. Arturo Chacón-Cruz ya ha recibido muchos premios y reconocimientos, entre los que destacan el Premio Especial Antonio Dávalos Osio en el Concurso Nacional de Ópera Carlo Morelli, el concurso de la Metropolitan Opera en Nueva Inglaterra, entre otros.
    Recientemente ofreció un recital privado para Sus Majestades el Rey Juan Carlos I y la Reina Sofía de España durante la visita oficial del Presidente de México Felipe Calderón.

    EL RETO
    En la actualidad, el tenor Arturo Chacón-Cruz, de quien la crítica especializada ha dicho que posee una voz con un irresistible color oscuro y calidez en su timbre, se prepara para cumplir una de sus más importantes conquistas, debutar en La Scala de Milán con la ópera "Los cuentos de Hoffmann", de Jacques Offenbach.