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"PLÁTICA"

"Palabra de escritor, David Toscana"

"El escritor ofrece charla en el Centro Cultural Universitario de la UAS en Mazatlán"
15/11/2015 10:39

    MAZATLÁN._ Antes de convertirse en uno de los escritores más destacados de México, David Toscana se dedicaba a la Ingeniería Industrial. Trabajó para empresas como Coca Cola, Mattel y General Motors. Actualmente vive en Varsovia, Polonia, en donde se dedica en cuerpo y alma a la literatura. 

    "Las profesiones sí se eligen, pero las vocaciones no, esas se van descubriendo y de pronto las tienes encima, te van asaltando poco a poco, se te revelan a partir de momentos de tu vida. Antes de descubrir la vocación de escritor elegí la profesión de ingeniero", comentó. 

    "Soy de Monterrey, donde hay una cultura del trabajo muy clara, es un orgullo para todos los regios esa convicción, ese ambiente me llevó a elegir la profesión de ingeniero, trabajé para Mattel y una vez eché a perder todas la producción de sinfonolas de la Barbie, después trabajé en una empresa que hacía fibras, fue cuando estuve más cerca del Nobel, porque la empresa pertenecía al corporativo de empresas de la firma sueca Nobel". 
    Toscana estuvo en la ciudad ofreciendo una charla en el Centro Cultural Universitario de la UAS.

    De ingeniero a escritor 

    Como ingeniero industrial, Toscana trabajaba con proyectos, tenía un buen equipo que le permitía leer mucho en su oficina. 

    "Ellos creían que estaba revisando los reportes de producción, así leí muchísimos libros, hasta que un día se volvió completamente incompatible mi trabajo con la lectura y la escritura", recordó. 

    "Cuando me ofrecieron aumento de sueldo y una serie de prestaciones, ingreso a un club, seguros y demás, supe que después iba a ser difícil dejar el estatus de bienestar que me estaban ofreciendo y decidí renunciar".
    El escritor mencionó que ser ingeniero no le sirvió para ser escritor 

    "Las novelas se construyen con algo de ingeniería, pero a ese orden no llegas por vía de la Ingeniería Industrial, mi profesión de ingeniero no me sirvió para mi vocación de escritor, saber escribir es saber pensar. El pensamiento desordenado lleva a no elegir las palabras correctas, eso provoca un caos que se percibe en algunas novelas mal escritas, no se pueden seguir fácilmente, no porque estén concebidas de manera compleja, sino porque hay un desorden ahí, el género de la novela es el que da más espacio a cierta charlatanería artística", comentó. 

    "En la música se notan inmediatamente los charlatanes, tocan mal, no hay armonía, es desagradable para el oído, en las novelas es más difícil darse cuenta, tardas más tiempo en descubrirlo. La escritura tiene que ver con la vida , con las voces de la infancia, con cómo aprendimos a tratar el lenguaje de niños, tiene que ver con las novelas que nos apasionan, yo nunca estudié literatura, soy un lector insaciable, yo sé de personajes, de escritores que me fascinan".

    Prefiere dar talleres que clases de literatura 

    Por esa manera de abordar la literatura, Toscana dice que es malo para dar clases de literatura, pero que es bueno para dar talleres. 

    "Me acerqué a los libros a través de los libros, no tengo una formación académica, me gusta hablar de libros, personajes, situaciones y de por qué me dejan una marca los libros", comenta. 

    "Uno estudia Derecho, Medicina, Ingeniería, esos mundos no son incompatibles con la literatura, Chejóv era médico y algunos de sus mejores cuentos son los que escribe sobre médicos de pueblo. La ingeniería no es tan compatible con la literatura como otras profesiones, lo que importa es de dónde vamos a sacar las experiencias que tienen significado para contar una historia".

    Revela la forma en que escribe un libro 

    "Lo más fácil es comenzar una novela, lo difícil es terminarla y no me refiero al proceso, al trabajo que implica, sino cómo vas a armar el desenlace, la trama se empieza a complicar y hay que ir sacando los nudos, al final todo tiene que ser coherente, tiene que quedar en armonía con la propia novela", confiesa Toscana. 

    "Yo uso el método de prueba y error, eso no es lo que se recomienda en el mundo de la ingeniería. Ahí dicen que todo tiene que salir a la primera, para hace eficientes los recursos materiales y humanos".

    Una crisis de creatividad lo llevó a Polonia 

    Toscana vive en Polonia desde hace seis años, ahí escribe.
    Varsovia es una ciudad que ha hecho suya, ha escrito dos libros con temas que han surgido de su contacto íntimo y profundo con ese territorio emocional y geográfico. 

    "Cuando salió publicado el libro El Ejército Iluminado entré en una crisis de creatividad, empecé a pensar que no tenía nada de qué escribir, que no tenía nada qué decir, es una sensación terrible, por eso decidí cambiar de aires, de cultura, comida, de gente, quería algo que me provocara, siempre me gustó la literatura eslava y rusa, en un primer momento quería irme a los Balcanes, las situaciones me fueron llevando a Polonia, me gusta la literatura polaca, desde el primer día que llegué a Varsovia desapareció el miedo de que no tenía nada qué escribir e hice la novela La ciudad que el diablo se llevó", dijo. 

    "He entablado una relación profunda emotiva y material con esa ciudad que tiene muchas heridas, fue destruida, abandonada, vivió una gran tragedia entre 1939 y 1946. Antes de esto siempre había defendido el terruño, llevo ya seis años allá y es una ciudad que me he propuesto comprender, recorrer las calles, hundirme en las entrañas de su historia, no llegué como turista, las novelas se escriben sobre mundos que hacemos nuestros, los imaginamos, los vivimos intensamente".

    'Reconstruye' Monterrey 

    Toscana dice que actualmente está agarrado de la nostalgia, pues está escribiendo sobre Monterrey.
    "Lo que me gusta de la literatura es que uno reinventa el mundo, los escritores tratamos de encontrar cosas que están perdidas, historias que no han sido contadas de una ciudad, estoy reconstruyendo Monterrey con mi imaginación revisando su historia. Es la imaginación y no la historia la que tiene que ir acompañando a los novelistas".

    EN MAZATLÁN
    David Toscana visitó Mazatlán para ofrecer una charla en el Centro Cultural Universitario de la UAS. lo acompañó el escritor mazatleco Juan José Rodríguez.