"Piensa positivo; hazlo en grande"

¿Qué papel desempeñamos en la vida diaria? ¿Buscamos el éxito o solo nos dejamos llevar por la corriente navegando lentamente y esperando llegar al final del camino sin ninguna aspiración genuina?

Es aquí donde comienza el éxito o el fracaso en la humanidad, la actitud que tomamos frente a los problemas y ante las situaciones positivas van formando en nosotros un carácter y una personalidad.

Esa forma de ser marcará nuestro destino y nos permitirá construir un futuro positivo o negativo, según lo hayamos decidido.

Si nos fijamos metas bajas, mediocres, las realizaciones serán de esa forma, en cambio si tenemos grandes aspiraciones, si deseamos ser mejores personas interior y exteriormente, estaremos muy cerca de conseguir la grandeza.

El fijar metas precisas y bien dirigidas es, tal vez más que cualquier otro factor en la vida, lo que determinará el rumbo de nuestro existir.

Los imaginadores de posibilidades empiezan a fijarse metas previo a un examen realista de los talentos que Dios les dio.

Hagamos una lista de las cosas que creemos que hacemos bien y otra de las que quisiéramos hacer bien, analicemos ambas partes y empecemos de inmediato a enmendar los errores, a corregir las malas decisiones y a mejorar la actitud para enfrentar las derrotas.