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"Provocan ternura las marionetas de Orsini"

"El espectáculo del argentino inaugura el Festival del Monólogo"

    MAZATLÁN._ Utilizando situaciones melodramáticas y representando personajes que padecen soledad, desamor y miseria, el marionetista argentino Rubén Orsini provocó expresiones de ternura en las decenas de personas que asistieron a la primera función del Festival del Monólogo, en el Museo de Arte de Mazatlán.
    Orsini resuelve todo en el escenario sin ayuda, él pone la música a través de un reproductor portátil, selecciona cada uno de los personajes que están colgados en un enorme perchero, y escoge la utilería que está acomodada en todo el escenario. Lo único que no controla es la iluminación, que es manejada por una persona de su equipo.
    El solo de violín de la Meditación de Thais, del compositor francés Jules Massenet, creó una atmósfera etérea. Con ese elemento permeando la emotividad del público se escenifico el amor platónico de un pequeño hombre, representado con una pequeña gabardina, que adquiría vida gracias a una de las manos de Orsini.
    La otra mano estaba vestida con un guante blanco, que representaba un cisne en vuelo, del que se enamora el hombre de negro.
    Un niño que vive en la miseria, cuidando bicicletas en la calle, es el personaje de una de las historias que se escenificaron. Nuevamente, la música de la canción What a wonderful world le dio un toque melodramático a la narración.
    El niño, una marioneta de hilos, utiliza una bara como Árbol de Navidad. Su petición al Niño Dios es comida, pero lo que recibe es una estrella para el árbol. El niño, muy triste y con hambre, se acurruca en los brazos del marionetista.
    En ese tono desfilaron frente a los ojos de los espectadores el ciclo amoroso entre una gatita y una margarita, un ratero, un bebé que trastavillea mientras aprende a caminar y un vagabundo, construido con una gabardina, con las piernas y un brazo de Orsini y una cabeza esculpida en látex, lo que sorprendió al público por la capacidad del artista de hacer creíble al personaje.

    Teatro de la calle
    Rubén Orsini mencionó que su formación es autodidacta y que los foros en los que aprendió fueron la calles.
    "Con nuestro trabajo tratamos de reflejar la realidad que nos rodea, la soledad, el desamor y la miseria, es una parte de esta propuesta, pero el espectáculo tiene muchos matices que equilibran, como el deseo de volar, la fraternidad y el cariño que uno necesita, aunque estemos acompañados", mencionó.
    "Busco que las personas que vienen a ver el espectáculo se sientan relajadas con lo que están viendo, queremos generar algo tranquilo, trato de establecer códigos diferentes a los del teatro tradicional, porque nosotros nacimos en el teatro de la calle, que es sencillo y directo".
    Reveló que hace sus números como si fueran composiciones de un cantautor.
    "Son como frases, historias y otras veces solamente sensaciones, como la del deseo de volar".

    USA MARIONETAS
    Rubén Orsini utiliza marinoneta de hilo, marioneta de mesa e incorporación en el cuerpo. 

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