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"¿Qué es la familia?"

"Las dos leyes de la familia"
15/11/2015 09:18

    Pbro. José Martínez Colín

    1) Para saber

    Del 4 al 9 de agosto se llevó a cabo en Panamá el primer Congreso Latinoamericano de Pastoral familiar. Con ese motivo, el Papa Francisco envió un mensaje, en donde se preguntaba: "¿Qué es la familia?" Y respondía: "Más allá de sus acuciantes problemas y de sus necesidades perentorias, la familia es un centro de amor".
    Más adelante explica la razón: En la familia han de reinar dos leyes movidas por el amor: la del respeto y la de la comunión. Respeto de los hijos a los padres y de éstos hacia sus hijos; respeto entre los cónyuges entre sí y entre los hermanos entre sí; y también respeto entre todos los que comparten un mismo techo.
    A su vez, la ley de la comunión implicará que hay una gran unidad entre todos, en donde nadie es indiferente a lo que les sucede a los demás. Es en la familia donde cada miembro es aceptado como es y nadie es descartado: "tanto el anciano como el niño hallan acogida". La cultura del encuentro y el diálogo, la apertura a la solidaridad y a la trascendencia tienen en la familia su cuna, afirma el Papa.

    2) Para pensar

    Resulta aleccionadora la anécdota que cuentan del que fue embajador en San Petersburgo en el Siglo 19, el canciller Otto von Bismarck. Resulta que hizo un viaje solo. Su esposa, Johanna, temía que la intensa vida social y diplomática que llevaba su marido fueran un peligro para su fidelidad, así que le escribió diciéndole: "Temo que entre tus princesas y embajadoras me olvides a mí, que soy una provincianita insignificante". Pero Bismarck le devolvió la confianza con otra carta en que le decía: "¿Te has olvidado que me he casado contigo para amarte?"
    Al respecto comentaba Gustave Thibon, renombrado filósofo francés del Siglo 20, que en esa respuesta del Canciller está el secreto de un matrimonio feliz: "Esa frase me parece definitiva. No se casa simplemente porque te amaba, sino se casa para amarte. Refleja una profunda capacidad y voluntad de compromiso".
    Lo mismo podemos decir que es la misión de los miembros de una familia: están para amar. De esa manera se vencen los egoísmos, envidias y recelos. Si cada uno procura amar a los demás, se aprende a disculpar, a perdonar y dar gracias.
    Aunque piensen distinto, eso no los hace enemigos, sino será motivo para dialogar y llegar a un acuerdo, donde no se pretende "ganar", sino encontrar la mejor solución.

    3) Para vivir

    El Papa recordó que en la familia se refleja la imagen de Dios que en su misterio más profundo es una familia. Así, el amor humano es signo y presencia del amor divino. Por ejemplo, ese sencillo gesto de pedir la bendición indica la convicción de que la bendición de Dios se transmite de padres a hijos.
    Además -proseguía el Papa- el amor familiar es fecundo porque engendra nuevas vidas, y porque amplía el horizonte de la existencia y nos hace creer, contra toda desesperanza, que una convivencia basada en el respeto y en la confianza es posible… Así el hombre crece también en su apertura a Dios como Padre.
    Al final le pidió a la Virgen de Guadalupe que alcance de Dios abundantes bendiciones para los hogares y los haga semilleros de vida, de concordia y de una fe robusta, alimentada por el Evangelio y las buenas obras.


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