"Rescata al primer teatro de Culiacán"

Aunque para los cronistas de El Correo de la Tarde de Mazatlán, y para los de Álamos, el humilde Teatro Ángela Peralta de Culiacán (1886) fue constante motivo de burlas, el investigador Sergio López expresó que sin este primer teatro de madera, no hubieran existido un Teatro Apolo ni un Teatro del IMSS ni Teatro Pablo de Villavicencio.
"No hubieran existido tampoco las ágoras sobre las riberas del Malecón, porque fue la semilla que generó la necesidad de tener un teatro lo que se sembró a fines del Siglo 19", dijo.
Al presentar su libro, editado por el Instituto Sinaloense de Cultura, El Teatro Ángela Peralta de Culiacán Rosales: De trenes, tedio y espectáculos a fines del Siglo 19, en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario, López apoyó sus comentarios con un pequeño trenecito de juguete emulando al Tacuarinero.
"Ese pequeño y humilde primer teatro fue en muchos aspectos el fruto de aquel tren: En él llegaban las compañías artísticas, los libros, los pianos, las pinturas, los violines", agregó.
Indicó que investigar sobre ese teatro, instalado frente a lo que hoy es el Museo de Arte de Sinaloa, en un estacionamiento y parte de una casa vecina, le llevó cuatro años de trabajo, porque sólo lo hacía en visitas de vacaciones, en los que aprovechaba para revisar archivos de Mazatlán y de Álamos, porque los periódicos de esa época en Culiacán desaparecieron, y en los de esas ciudades se publicaban noticias de lo que pasaba aquí.
El libro fue comentado por el periodista cultural Ulises Cisneros y por el dramaturgo Ramón Perea, con Rodolfo Arriaga como moderador.
Perea se mostró asombrado ante la multitud de datos, fechas, sucesos de que está dotado el libro de 300 páginas, el cual consideró como un texto necesario para conocer la historia cultural de Sinaloa en esa época, previa a la construcción del Teatro Apolo.
"El autor rescata del olvido con imaginación, indagando, hurgando e interpretando escasos documentos, muy valiosos, compartiendo su oficio de historiador con su oficio por el teatro".
Ulises Cisneros describió el teatro conforme a la puyas que hacían los cronistas mazatlecos de aquel teatro de madera, promovido por algunos comerciantes y por dos doctores, Ramón Ponce de León y Ruperto L. Paliza, hace 125 años, en el gobierno de Mariano Martínez de Castro.
"Lo llegaron a llamar teatro 'Ángela Perralta' ó 'Ángela Petates' y a compararlo con una perrera... Un hacinamiento de sillas en torno a un redondel que hacía si no desesperar a sus promotores, 10 años antes de que se construyera el Teatro Apolo en la denominada comarca del tedio, que era el Culiacán de entonces", comentó.
PARA SABER El Teatro Ángela Peralta de Culiacán se ubicada frente al Museo de Arte de Sinaloa, por la Rafael Buelna, entre Obregón y Paliza.