"Restauran mural de Rufino Tamayo"
MÉXICO (UNIV)._ Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia consolidaron en su total la restauración el mural El canto y la música de Rufino Tamayo (1899-1991) y concluyeron la limpieza de la mitad de lo que fue uno de los tres frescos que el artista oaxaqueño pintó a lo largo de su carrera.
Los trabajos para restaurar la superficie de 80 metros cuadrados que abarca el mural iniciaron en septiembre de 2007 y está previsto que la obra recupere su esplendor original en el primer bimestre de 2010. Restan por trabajar dos frentes y medio, informó el INAH-Conaculta.
El canto y la música fue realizada en 1933 en el edificio que albergaba a la Escuela Nacional de Música, en la calle de Moneda 16, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Tamayo pintó el mural mediante la técnica del fresco, en la que los pigmentos minerales son aplicados directamente sobre un aplanado fino de cal y polvo de mármol, al cual se mantienen unidos de manera permanente una vez que endurece la mezcla.
Las cuatro escenas de la obra -distribuidas en los muros norte, oeste y este, así como en el cubo de la escalera- están relacionadas con la música coral e instrumental. En ella se representan personajes femeninos de rasgos indígenas que gesticulan al cantar y tocan guitarras, mandolinas, platillos y clarinetes.
El restaurador Daniel Sánchez Villavicencio, supervisor en campo de esta iniciativa, dijo que hasta ahora el objetivo principal de restablecer los valores estéticos de la pintura mural, afectada por el deterioro, se ha cumplido a cabalidad.
Los trabajos de consolidación consistieron en la inyección puntual de un material adhesivo muy afín con el mortero original, elaborado a base de hidróxido de calcio (cal) y caseína (proteína de la leche), que recuperó la cohesión y estabilidad del aplanado, que funciona como soporte del fresco.
Para la limpieza (hasta el momento de 38 metros cuadrados), los expertos del INAH emplean un gel desarrollado específicamente para la remoción del material agregado anteriormente en la superficie del mural, identificado como resina natural, totalmente inocuo para la capa pictórica subyacente.
Mientras, la reintegración consiste en el empleo de una novedosa técnica que incluye pigmentos minerales aglutinados en una resina comercial, totalmente estable y reversible, que además otorga las mismas propiedades de maticidad que distingue al fresco, recuperando de esta manera el tono y brillantez que caracterizan la obra del pintor oaxaqueño.
De igual forma, dijo Sánchez Villavicencio, se plantea una investigación sobre la materialidad y técnica de manufactura de este mural que enmarca la escalera del antiguo edificio colonial del Mayorazgo de Guerrero.
FRESCO
- Las cuatro escenas de 'El canto y la música' del artista oaxaqueño, Rufino Tamayo, están relacionadas con la música coral e instrumental. En ella se representan personajes femeninos de rasgos indígenas que gesticulan al cantar y tocar instrumentos.