"Retorna 'El Zurdo'"

CULIACÁN._Cada vez que Élmer Mendoza inicia un nuevo proyecto literario, se programa mentalmente para terminarlo, pero esto no ocurrió con Édgar "El Zurdo" Mendieta, el protagonista de Balas de plata se le impuso a su autor y ahora vuelve con más fuerza en La prueba del ácido.
El Zurdo, ese detective al que le gusta el café Miró y la buena música, que ha cautivado al mundo pues Balas de plata ha sido traducida al portugués, italiano, alemán, francés, países en los que se ha presentado, además de México y España, ahora fue comisionado para investigar el asesinato de Mayra Cabral de Melo, una bailarina de prostíbulo a quien le mutilaron un pezón. Es una historia llena de acción, que transcurre en un Culiacán donde los asesinatos, enfrentamientos y el contrabando de armas están a la orden del día. Aún así tiene humor y se deja ver a ese sinaloense abierto, bueno, hospitalario.

-- ¿Qué tuvo el Zurdo, a diferencia del Europeo, el Bocachula, Elvis Alezcano, Nicolás Pureco, para volver?
En primer lugar es que sobrevivió, cuando yo escribí las novelas que mencionas (Un asesino solitario, El amante de Janis Joplin, Efecto tequila, Cóbraselo caro) siempre me preparé mentalmente para terminarlas. En Balas de plata pensé poner un punto final pero fue imposible, mi cerebro estaba lleno de anécdotas, aventuras, situaciones, fue casi obligado a continuar escribiendo, hasta que yo mismo me convencí de que debía detenerme, recuperar la coherencia, esperar si realmente valía la pena escribir una segunda novela con El Zurdo Mendieta, para ver si tenía control de la historia, del lenguaje, ritmo narrativo, tonos, el dinamismo interno del discurso, los juegos. También en el fondo creo que he tenido el sueño de escribir una saga, algunas veces otros intentos hice, creí que podía hacer una saga de literatura juvenil pero nunca lo conseguí, aquí tengo la segunda, vamos a ver como la reciben mis lectores.

-- ¿Después de que Balas, ganó el premio Tusquets, qué retos te planteaste cuando decides retomar a Mendieta?
Yo tengo una línea de pensamientos que evoco siempre que me voy a ponerme a trabajar es que voy a escribir una obra maestra, escribir la línea que nadie ha escrito, reconozco que tenía una vara que saltar, y tenía que saltarla y conseguir ponerla más alto. Fue pensándolo así, el diseño de los capítulos, opté por capítulos más cortos y afinar más el discurso interno, que es el que emociona, que te hace continuar, que te da el sonido y justifica las ideas que la novela te está provocando, trabajarlo con más finura, intentar conseguir más firmeza, más elocuencia y desde luego más capacidad de atrapar a mis lectores, pensé en eso.

-- ¿Cuándo sabes que la novela está lista para salir?
Hay un momento, como un estado emocional en que encuentras paz, que estoy contando esta historia y esto es. A veces pones punto final y andas con inquietud, eso quiere decir que algo faltó y hay que trabajar de nuevo. Después dentro del proceso de Tusquets, los editores trabajan mucho con los autores, hubo un proceso largo e intenso de ver fallas, errores, correcciones, hubo días de trabajo por teléfono, agotadores, porque eran horas discutiendo, lo que yo siempre defiendo es lo que a nosotros nos define como cultura, no acepto que expresiones que tienen que ver con eso sean modificadas o eliminadas, los autores cometemos muchísimos errores, el contar una historia implica mucho manejo de lenguaje, y es usual que se te escapan cosas, cambias géneros y es lo que se trabaja.


Ficción vs realidad
En La prueba del ácido está el Culiacán de "los duros", de los que trafican y los que matan y los encobijados, el de la Col Pop, también está su lenguaje popular, su cultura y sus lugares emblemáticos, sus personajes: músicos, poetas, periodistas.
Hay incluso crítica constante a esta "guerra" que emprendió el Gobierno Federal contra el narcotráfico, pero más que denunciar, el interés del escritor es mostrar nuestra realidad.
"Lo que pretendo es simplemente mostrar, que eso quede ahí, que hay una situación y algún día alguien pueda confrontar lo que está en La prueba del ácido con lo que diga la prensa o los estudios sociológicos".
-- ¿Notas en los sinaloenses hartazgo por la inseguridad?
Fíjate que no mucho, creo que hay muchas cosas que no nos gustan pero hemos aprendido a lo largo de los años a soportar estos inconvenientes, no noto un hartazgo lacerante, enfermizo, sí hay una postura crítica de los sinaloenses a esto, cuando el gobernador declara que el asunto no está tan mal, la gente se encrespa.
-- ¿Culiacán es una novela negra?
No, Culiacán es una ciudad con mucho futuro literario, creo que estoy consiguiendo ponerla en el mundo de la cultura, que era uno de mis sueños en el universo, disfrutaré mucho cuando ya no me pregunten donde está. Ahora encontré eso entre los alemanes, que habían visto mapas y tenían una idea de donde estaba, son muy meticulosos tenían bastante información, es un poco lo que quiero que mi ciudad vaya creciendo en el mundo, y los demás sepan encontrarla y les dé la tentación de venir a visitarnos y a comer con nosotros.
-- En tu novela también está esa cordialidad que caracteriza al sinaloense...
Sí, Sinaloa es un pueblo que está preparado para la convivencia, nuestros bailes son de gran convivencia, de contacto, nuestra música incita a la alegría, al desfogue, a la entrega, el relax en que la personalidad sale del estado de estrés en que se puede encontrar, el sinaloense tiene respeto por el otro y es capaz de compartir las cosas que le son valiosas.
-- Me encantan esos guiños con tus amigos, que Patrón aparezca, Parra, LH, el periodista, el de pelo afro, creo que a muchos les gustará esta novela...
Ojalá (risas) a mí me gusta que haya gente real, como que le tengo un gusto a enviar saludos, reconocimientos, hacer homenajes, Leonor (su esposa) dice que me estoy acabando todas las cosas que me cuenta la gente que me rodea.

¿Habrá tercera?
En La prueba del ácido los lectores conocerán más Édgar Mendieta, de su vida familiar, sus amores desgraciados y sus miedos. Atrás dejó a Goga Fox, necesita menos al terapeuta, aún así cuestiona si es bueno ser policía, se reprocha y como dice el narrador, se pone "delirante".
-- ¿Qué mantiene en pie al Zurdo, pues a pesar de esas crisis y vacíos, se enfrenta con mucha entereza a los contrabandistas?
Es lo que tiene que hacer, un hombre tiene vida privada y puede ser un desecho, un despojo, pero cuando se exhibe, cuando sale a trabajar, a cumplir con sus obligaciones, tiene que ser un hombre de esperanza, que cumpla muy bien con lo que le tienen asignado, El Zurdo opera de esa manera, en su casa bebe, Ger lo está siempre animando, le da de comer bien, trata de llevarlo por caminos positivos, que se enamore, cuando esta solo escucha oldies, lee, intentar ver la tele, es un hombre que padece la soledad como una enfermedad, pero cuando sale tiene que cumplir su misión. Además él está seguro que vive en una ciudad donde su trabajo no es reconocido, pero es un policía que cumple con lo suyo, tiene un carácter sinaloense, igual está fastidiado, se cuestiona si está haciendo lo correcto, pero cuando entra en acción y está en sus compañeros recupera el humor, su postura, aunque ahora le pegó muy fuerte el asesinato de Mayra.
-- ¿Estaba enamorado de Mayra?
No creo, pienso que tuvo muy buenas conversaciones con ella, la pasaron bien, imagínate el paso siguiente: verla muerta le impactó, hay un momento que dice "ni si quiera me había enamorado de ella, no pensé que me provocara este desconcierto".
-- ¿Cerraste con El Zurdo o habrá más de él?
¿A ti qué te gustaría?
--Que siga
(Risas), Ponle que sí, estamos con la idea de continuar con la saga, pero no tomaremos la decisión segura hasta que sepamos la opinión de los lectores de la prueba del ácido.
-- ¿Pasará a su vez la prueba del ácido?
Pues ya es la prueba del ácido, sí la tiene que pasar.


PRESENTACIONES
'La prueba del ácido' se presentará en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el 3 de diciembre. Posteriormente, entre el 5 y el 12, lo hará en la Feria del Libro de Los Mochis.


PERFIL
Élmer Mendoza
Nació en Culiacán, en 1949.
Es catedrático de la UAS y miembro de El Colegio de Sinaloa.
Es autor de las novelas Un asesino solitario, El amante de Janis Joplin, Efecto Tequila, Cóbraselo caro, Balas de plata y del volumen de cuentos Firmado con un Klínex.
Ganó el Premio Tusquets Editores de Novela y el Premio Nacional de Literatura José Fuentes Mares.
Su obra se ha traducido al francés, alemán, italiano, portugués, griego y ruso.

"En Balas de plata pensé poner un punto final pero fue imposible, mi cerebro estaba lleno de anécdotas, aventuras, situaciones, fue casi obligado a continuar escribiendo".
Élmer Mendoza
Escritor