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"Richard Wagner, un genio detestable, pero a quien se debe celebrar"

"Es uno de los personajes más representativos del romanticismo y polémico por sus preferencias políticas"
14/11/2015 08:20

    El 22 de mayo se cumplen 200 años del natalicio de Richard Wagner, uno de los personajes más representativos del romanticismo y polémico por sus preferencias políticas.

    El compositor, director de orquesta, poeta, ensayista, dramaturgo y teórico musical nació en Alemania en 1813 y falleció en Italia el 13 de febrero de 1883.

    Susana Friedmann, profesora de la UN, señaló al programa UN Análisis* de UN Radio: "Él perdió a su padre muy pequeño y parte de su carácter puede ser secuela de eso. Era un hombre agresivo y arrogante. Su educación fue precaria. Desde un principio se valió de las personas que le podían dar oportunidades. Incluso de su esposa, la actriz Minna Planer, que tuvo que aguantarse varios desaires de él".

    Por otra parte, Federico Demmer, profesor del Conservatorio de Música de la UN, recordó: "Él participó activamente de la revolución de 1948 en Alemania, cuando los obreros se dividieron en anarquistas y comunistas. Simpatizaba con los anarquistas. Incluso escribió un panfleto que decía 'la propiedad privada es un robo y hay que destruirla'. Por lo cual se exilió".

    Su sueño era que alguna de sus obras fuera estrenada en París. Así que llegó a Francia buscando rodearse de personas con influencia en el mundo musical parisino. "Wagner utilizaba a la gente y, cuando ya pasaba a otra etapa, la desechaba. Así sucedió con Giacomo Meyerbeer, que lo apoyó hasta que logró cierta atención, pero no el éxito que esperaba", agregó Friedmann.

    Asimismo, el artista alemán hizo grandes contribuciones a la dirección orquestal de la mano de Hector Berlioz, quien fue el precursor de sus aportes musicales al lenguaje musical: "En lo armónico, él tenía su propio lenguaje. Sin embargo, en la orquestación —que denominaba dramas musicales u obra de arte integral—, utilizó los aportes de Berlioz para convertir la orquesta en la protagonista de la obra, cuando antes era solo la acompañante".

    Los académicos escucharon acordes de Tristán. Según ellos, estos derrumban hasta cierto punto el edificio de la armonía tonal y sirvieron como ejemplo a compositores que lo siguieron, para acabar con el imperio de la tonalidad a través de desarrollos cromáticos. "Su música estaba en función del drama. No se regía por las leyes de la armonía, sino de lo que quería expresar".

    Por su parte, José Ignacio Suárez, musicólogo y profesor de la Universidad de Oviedo en España, indicó: "aunque Adolf Hitler fue uno de sus admiradores, Wagner tuvo amigos judíos y, en general, fue visto por la sociedad europea como un compositor revolucionario que abordó el tema de nacionalidad alemana".

    En ese sentido, Clara Bañeros de la Fuente, directora de la Asociación Wagneriana de Madrid, aseguró: "Él era un personaje liberal, progresista y de izquierda en extremo. Pero los conceptos a través de la historia van cambiando. Su obra es maravillosa. Nuestra función no es juzgar su forma de ser".

    En cuanto a su influencia, fue uno de los precursores del modernismo y del simbolismo en la literatura y las artes plásticas. "Toda su obra está impregnada de elementos simbólicos que se plasman, no solo en los personajes, sino también en los objetos", indicó el profesor Suárez.

    Además, su idea de obra de arte total es lo que hoy se conoce conceptualmente como séptimo arte o tipos conductores; lo que repercutió en el cine y en las bandas sonoras o la música audiovisual.

    Finalmente, Lourdes Jiménez Fernández, historiadora del arte y especialista en pintura de los siglos XIX y XX y en iconografía wagneriana, puntualizó: "Wagner nos deja la teoría del arte total, ese conjunto de música, pintura y poesía a partir de la ópera. Propuso una escenificación teatral más moderna con una conjunción de medios que era imposible en aquella época, lo que tuvo un impacto visual teórico y artístico para los propios expertos".