"Sandra Robles, artista de vida completa"
CULIACÁN._ Ha sido una artista de vida completa. Eso no lo puede negar. Sandra Robles, no tiene otra forma de describir su caminar en el mundo del arte. Se ha mimetizado con las formas, los colores.
Difícilmente podría ser de otra manera. Desde 1982, que montó su primera exposición individual, no ha parado. Sus manos se han aferrado a la materialización de dibujos, pinturas, esculturas, performances.
En su juventud así lo decidió. En el Culiacán de los 70, cuando a las mujeres se les cerraban espacios, ella logró abrirse los propios.
Tenía 15 años, cuando a la par del dibujo, se convirtió en una de las actrices fundadoras del Grupo Apolo, entonces dirigido por el dramaturgo Óscar Liera, poco antes había sido parte también del Seminario de Actores.
Ahí su vida fue trastocada. Entendió que para convertirse en una verdadera artista, no sólo había de tomar una decisión, sino de asumirlo como parte de su existencia.
Tuvo claro, que al igual que médico, esta actividad es un apostolado, al que le ha sido fiel. Así lo confirma en una tarde de verano, en el paraíso campirano, que se ha construido a la salida norte de la ciudad.
"Yo nunca digo que soy pintora, sino alguien que se dedica al arte, no cualquiera se puede auto nombrar así. Yo no hago otra cosa que no sea dedicarme la arte, es mi apostolado, al igual que para los doctores, lo es la medicina".
Abrir caminos
Sandra, la joven decidida a abrirse camino, en la naciente escena de arte en la ciudad, dice que en ese tiempo lo peor que le podía pasar a los padres, era confesarles que se dedicaría a la creación. Afortunadamente no pidió permiso.
"En ese tiempo, en el Culiacán de los 70, era muy difícil hacer arte, porque se hablaba del Che Guevara, del Comunismo. Óscar Liera me ayudó mucho para que yo decidiera tomar al arte como parte de mi vida".
En ese entonces, menciona que no pensaba en el futuro. Tenía mucha pasión y le gustó la idea de sacar el arte a las calles. Le tocó participar en el Caballero de Olmedo, Esperando a Godot, El violinista en el tejado.
También se inscribió en la Escuela de Artes Plásticas y fue alumna de Rina Cuéllar, quien era su vecina, hasta que se casó y cambió su residencia a Guadalajara. Fue allá donde prácticamente desarrolló de manera exclusiva su carrera como artista visual.
"Soy parte de una generación que abrió muchos caminos, teníamos mucha pasión, energía, hacíamos grupos, eran casi puros hombres, pero a mí no me importó".
"Realmente logramos muchas cosas; sacábamos el arte a la calle, retábamos a las autoridades, fui muy activa hasta que me fui a Guadalajara, donde hice parte de mi carrera ya como pintora".
Era 1982, cuando regresó a la ciudad y se aventuró a abrir la primera galería de arte en la ciudad, a la que llamó La Ventana. Poco después marcó la pauta en la apertura de una escuela para mujeres pintoras.
De lo terrenal a lo espiritual
Convertida en creadora, maestra y promotora, Sandra logró ser una artista capaz de manejar todas las técnicas, pero de manera fundamental hacerse de un estilo ligado a lo espiritual.
En distintas etapas de su carrera, ha tomado a los ángeles, las palomas, las tradiciones indígenas, altares de muertos como su tema de inspiración.
"Mi obra ha pasado por varias etapas, pero siempre ha sido muy comprometida con la naturaleza, me ha gustado hablar de ese vínculo que tenemos con ella. Por fortuna vivo en el monte y tengo ahora un diálogo más cercano con ella".
La artista, que hasta la fecha ha participado en 126 exposiciones, dice que la temática espiritual siempre le ha llamado, quizás porque nació el Día de los Santos.
"Durante mucho tiempo pinté y pinté a la mujer, a los ángeles, hice hasta cerámica, el acrílico se me da mucho, de alguna manera también fui muy urbana, pero no pinto, paisajes, ni arbolitos, sino lo espiritual".
"Tengo una conexión muy fuerte con la naturaleza, lo espiritual, me encanta la tradición yoreme, yo hago una alegoría de eso y hago mis altares. Este año se cumplirán también 20 años de organizar el Salón de la Vida y la Muerte".
El oficio ante todo
Formada en un época donde poco se tenía acceso a la obra de otros artistas, Sandra, dice que siempre ha tenido claro que ante todo debe de prevalecer el oficio del artista.
"Yo me recuerdo desde siempre muy pasional por lo que hacía; todo el día estaba pensando en ese momento que podía regresar al lienzo, saboreaba cada dibujo que hacía".
"Hay una frase muy linda con la que yo me identifico, 'el arte no es lo que haces con tus manos, el arte es lo que haces con tu vida'. Siento que soy una artista contemporánea, siempre estoy haciendo cosas nuevas, a pesar de apegarme a las técnicas".
La creadora que durante dos años fue representante cultural de Sinaloa en Arizona, dice que con el paso de los años la pintura le sigue provocando un deleite espiritual.
"El arte para mí es el deleite espiritual, es un momento culminante, de mí como persona, yo me siento a dibujar y siento que lo que hago, sea bueno regular o no sirva, es algo que debo de hacer, porque es algo que va a quedar".
"Me ha hecho una persona muy feliz con la vida, positiva, no fatalista y me ha permitido compartir con mis hijos lo que siento, ellos en un futuro serán muy buenos artistas".
Sandra, la dueña de un pasado, presente y futuro ligado al arte prepara próximas exhibiciones. Sus imágenes estarán en Mazatlán y en Europa, pero mientras eso sucede, vive como una artista de vida completa.
"Yo me recuerdo desde siempre muy pasional por lo que hacía, todo el día estaba pensando en ese momento que podía regresar al lienzo, saboreaba cada dibujo que hacía".
Sandra Robles
Pintora
EXPONDRÁ SU OBRA
La artista sinaloense compartirá su obra en Sevilla, Barcelona, Madrid y Mazatlán parte de su obra con la que rinde culto a los muertos.