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"artes visuales"

"Se graba el arte en la piel"

"La artista culiacanense nació con el arte impregnado en su alma"

    Eperfeccionando... así ha dado cada trazo Lucía Cristerna Aragón, en esa búsqueda de hacer una carrera en el arte, de abrirse paso proponiendo su obra como una inquieta joven creadora. 

    Y es algo que no le resulta difícil, tal vez porque lo lleva grabado en la piel, en ese tejido donde se quedan latentes las experiencias personales, las que vivió de niña junto a su hermano, impulsados por su mamá, la ilustradora Rosi Aragón Okamura, quien no limitó sus impulsos de rayar paredes cuando eran bebés, sino todo lo contrario, les destinó un espacio de la casa para que se "expresaran". 

    Aquella pequeña que era llevada a exposiciones, conciertos, que veía libros ilustrados, es hoy una joven creadora que lo que más disfruta en la vida es el arte. 

    "Con el tiempo he ido experimentando en diferentes técnicas, buscando siempre aprender y perfeccionarme tanto técnica como conceptualmente: crecer como artista, y al mismo tiempo dar un espacio a lo inesperado, porque es lo que no se puede controlar y en los errores también se crece", expresa. 

    "Creo que lo que en verdad se ama, nunca se deja de hacer, y es un continuo crecimiento".
    Si está en el taller experimenta, o si no, en su libreta de dibujo, incluso en reuniones con amigos y colegas, Lucía está atenta a sus perspectivas y formas de pensar, porque de ellas también aprende, dice. 

    Como especialista en artes visuales, se interesa en estar expuesta a diferentes expresiones artísticas y culturas, y no encerrarse solamente en las artes visuales. 

    "Pocas cosas me encantan tanto, pero cuando me encanta algo, en verdad me clavo", expresa sonriente quien ha expuesto en Noruega y Estados Unidos, de manera colectiva e individual. 

    Sus piezas de dibujo o grabado dicen cómo piensa, pero también plasma en ellas acontecimientos, contextos y situaciones, o bien el sentimiento que éstos le provocan. 

    "Actualmente lo que más me intriga son asuntos políticos, tanto en México como en el extranjero. Muerte, violencia y tráfico de personas como resultado de una estrategia fallida ante el tema de las drogas", asegura. 

    A Lucía también le "hace ruido" la visualización del humano tan sólo como una pieza más y desechable dentro de la gran maquinaria y sistema, en la que se puede reemplazar todo fácilmente, dejando atrás la importancia del individuo-humano. 

    "Busco generar un puente de empatía ante tales situaciones, a través de mi obra, con los espectadores", admite de su actual trabajo. 

    El concepto del tiempo es algo que siempre está presente en sus obras, la transición de la muerte, pues considera que pensar en la muerte clarifica lo que en realidad se quiere hacer en la vida y el tiempo que se comparte con familia, amigos... 

    Y en el proceso del grabado el tiempo es importante: dejar la placa en el ácido cierto tiempo es un resultado, más tiempo, otro resultado, ejemplifica. 

    En sus creaciones el ser humano es una constante. A cada figura la sitúa en un mundo, y es así como ella percibe la vida, las experiencias. Así es su forma de dar el punto de vista de lo que está pasando, y que primero experimenta a través de su estado material, luego emocional, espiritual y finalmente, como ser humano.

    - ¿A quién le has aprendido más? 

    "Primero que nada a mi mamá. Le tengo un gran respeto y admiración como persona, artista e ilustradora. Siempre me ha apoyado mucho y me ha dejado las alas abiertas para que yo encuentre mi camino en la vida y en la expresión artística". 

    John McKaig, artista estadounidense, piensa que ha sido el maestro que más ha marcado su vida.
    "Fue mi maestro de pintura y grabado cuando estudiaba en el Interlochen Arts Academy. Muy estricto al enseñar y con mucha disciplina, pero al mismo tiempo siempre muy motivante, todas las clases era continuo aprendizaje".
    Señala que siempre había algo nuevo que aprender, ya fuera que cada quien estuviera trabajando en su proyecto y él los guiaba, y mientras les platicaba sobre historia del arte, música, artistas contemporáneos, etcétera.
    Otra figura que ha influido en su arte es Jan Pettersson, maestro grabador sueco.

    El grabado, fascinante 

    Desde hace 12 años, Lucía encontró en el grabado una fascinación, aunque ella lo expresa de otro modo también: "es en lo que estoy clavada", junto con el dibujo, y lo estuvo hace años de la pintura. Es tal vez el proceso de evolución de todo artista. 

    "Por ahora, encuentro el grabado fascinante. Especialmente en esta era en donde todo lo queremos tener rápido e instantáneo, dentro del grabado uno como grabadora tiene que darle su tiempo y respeto al proceso. Y esto lo disfruto mucho. La valoración del tiempo, porque tiempo es vida", expresa. 

    "Hay cosas que se deben saber hacer con precisión al trabajar con esta técnica, pero aún así el grabado cuenta con infinitas posibilidades de resultados. Me encanta la línea fina del grabado". 

    Para ella un momento mágico es pasar la placa por el tórculo y el momento de retirar el papel, para ver la forma, su mirada brilla y surgen nuevos cuestionamientos ante el gozo de la obra creada.

    ARTISTA
    Lucía Cristerna Aragón es licenciada en Diseño Gráfico por la Universidad Iberoamericana, estudió Arte Gráfico en Noruega y una especialización en Artes Visuales en Michigan, E.U.Ha tomado diversos talleres de grabado tanto en el país como en el extranjero.
    De manera individual ha expuesto en Culiacán, Oslo, Noruega, y Estados Unidos.

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